We all have a beginning. With conception, life begins. And while we live we also begin to do other things. We start to talk, we start to read, we start to study, we start a career, we start a project, we start a job.... But maybe that doesn't stop there, and we keep growing and progressing. How far?

Sometimes we are like this little flower I found recently. Without much experience we manage to open ourselves to receive the light of knowledge that is in front of us. Because of that "youth", we can resist things that perhaps others would find very difficult. But what will we look like? We do not know. We have to wait. We are just showing our potential.

It is probably by continuing to work on what we are doing that we manage to specialize, to reach maturity. Now we are like a flower that shows itself in a mature and complete way. These flowers have their final color, their ideal size and their natural shape. It is now ready to fulfill the functions for which it was designed, such as the bees carry out in pollination. But also for humans who wish to adorn themselves with them.

In our case, it seems that we will have to respect the time and the process to become what we have set out to be, or to reach the goal we have set for ourselves. We cannot take shortcuts. This is the only way to achieve the expected form, maturity and quality. But what could happen after a while?

There is a possibility that we may have to be replaced. Perhaps our condition is not the same, or the direction to be taken cannot be done with us on board and a renewal is warranted. It's simply time to step aside. And we may not want to because we love what we do.

So we find ourselves like these flowers. We are the one on the left side. Already our brightness and appearance is not the same. While next to us, right next to us, a new talent is being born who will do the functions we used to do. It seems that no one is irreplaceable.

But, it is worth noting that these flowers are on the same plant, they have the same roots? Don't you find that interesting? That beautiful new flower that comes behind is part of the one that's dying, so to speak. They are one. The first flower doesn't seem to envy the new one, in fact, they seem to share the properties of the plant as one dies and the other grows. What a good lesson.

What a joy to experience something new. What a satisfaction it is to advance to maturity. And what happiness it is to see that we were useful and someone else will come along for the common good that surpasses personal interests.

Todos tenemos un inicio. Con la concepción empieza la vida. Y mientras vivimos empezamos también a hacer otras cosas. Empezamos a hablar, empezamos a leer, empezamos a estudiar, empezamos una carrera, empezamos un proyecto, empezamos un trabajo... Pero puede que eso no quede allí, y sigamos creciendo y progresando. ¿Hasta dónde?

A veces estamos como ésta pequeña flor que encontré recientemente. Sin mucha experiencia lograrnos abrirnos para recibir la luz del conocimiento que está delante de nosotros. Debido a esa "juventud", podemos resistir cosas que tal vez a otros se les haría muy difícil. Pero, ¿qué apariencia tendremos? No sabemos. Hay que esperar. Apenas estamos mostrando nuestro potencial.

Probablemente, al seguir trabajando en lo que estamos haciendo es que logramos especializarnos, alcanzar la madurez. Ahora sí somos como una flor que se muestra de forma madura y completa. Estas flores tienen su color final, su tamaño ideal y su forma natural. Ya está lista para cumplir con las funciones con las que se le ha diseñado, tal como en la que llevan a cabo las abejas en la polinización. Pero también para los seres humanos que desean adornarse con ellas.

En nuestro caso, parece que tendremos que respetar el tiempo y el proceso para alcanzar a ser lo que nos hemos planteado, o alcanzar la meta que nos hemos trazado. No se vale tomar atajos. Sólo así es que logramos tener la forma, la madurez y la calidad esperada. Pero, ¿qué podría pasar al cabo de un tiempo?

Existe una posibilidad de que tengamos que ser reemplazados. Tal vez nuestra condición no es la misma, o la dirección que se debe tomar no puede hacerse con nosotros a bordo y se amerita una renovación. Sencillamente es hora de hacerse a un lado. Y es posible que no queramos hacerlo porque nos gusta lo que hacemos.

Así que nos encontramos como estas flores. Somos la del lado izquierdo. Ya nuestro brillo y aspecto no es el mismo. Mientras a nuestro lado, justo al lado de nosotros, viene naciendo un nuevo talento que hará las funciones que nosotros hacíamos. Parece que nadie es irreemplazable.

Pero, cabe destacar de que estas flores están en la misma planta, tienen las mismas raíces... ¿No te parece eso interesante? Esa hermosa nueva flor que viene detrás es parte de la que está muriendo, por así decirlo. Son uno. La primera flor no parece envidiar a la nueva, de hecho, parecen compartir las propiedades de la planta mientras una muera y la otra crece. Qué buena lección.

Qué alegría vivir algo nuevo. Qué satisfacción es avanzar a la madurez. Y qué felicidad es ver que fuimos útiles y alguien más vendrá por el bien común que supera los intereses personales.