Las hermosas manos de mi mamá (Es/En)

Feliz noche mis queridos amigos de Hive, les extiendo un cordial saludo y un deseo sincero de que se encuentren bien. Hoy quiero compartir con ustedes mi admiración por el arduo trabajo que realizan todas las madres. En esta oportunidad les hablaré sobre el incansable trabajo que ha realizado y continua haciendo mi mamá con sus hermosas manos.

Happy evening my dear friends of Hive, I extend to you a cordial greeting and a sincere wish that you are well. Today I want to share with you my admiration for the hard work that all mothers do. In this opportunity I will tell you about the tireless work that my mother has done and continues to do with her beautiful hands.

No cabe la menor duda de que todas las manos de las madres abnegadas son hermosas. Desde el momento en que toman al bebé después del parto comienza una jornada ardua de trabajo que se prolonga por décadas y sus manos cada vez se van volviendo más hermosas por el amor genuino con el que tratan a sus bebés. No tengo ni idea de cuantas veces mi mamá me cambió los pañales, los lavó y me atendió. No imagino las horas que dedico a sacarme los gases, arruyarme, darme de comer, bajarme una fiebre o simplemente tenerme entre sus brazos para darme calor.

Es irrefutable que la belleza de las manos de una buena madre no depende de el largo de sus uñas ni si están pintadas o no, más bien depende del amor que impulsa su corazón a realizar todo lo que beneficie a sus hijos. A veces me pongo a pensar en cuántas arepas nos ha preparado mi mamá, cuántos almuerzos, cuántas veces se lastimó sus manitos al picar con un cuchillo o cuántas veces se quemó al prepararnos la comida.

Sacar esos cálculos es imposible, me atrevo a decir que ningún adulto puede darle respuestas a esas preguntas porque sencillamente no se puede cuantificar el verdadero amor, ese amor que se demuestra con acciones, con trasnochos por acompañarme si estoy enferma, ese amor que fluye de forma natural e inmenso como un rio caudaloso y constante.

There is no doubt that all hands of devoted mothers are beautiful. From the moment they pick up the baby after delivery, they begin an arduous journey of work that goes on for decades and their hands become more and more beautiful because of the genuine love with which they treat their babies. I have no idea how many times my mom changed my diapers, washed them and cared for me. I can't imagine the hours she spends pumping me, cooing me, feeding me, bringing down a fever or simply holding me in her arms for warmth.

It is irrefutable that the beauty of a good mother's hands does not depend on the length of her nails or whether they are painted or not, but rather on the love that drives her heart to do everything that benefits her children. Sometimes I think about how many arepas my mother has prepared for us, how many lunches, how many times she hurt her little hands while chopping with a knife or how many times she burned herself while preparing our food.

I dare to say that no adult can give answers to these questions because true love simply cannot be quantified, that love that is demonstrated with actions, with late nights to accompany me if I am sick, that love that flows naturally and immensely like a constant and plentiful river.

En estos días llegué a la casa y la vi picando las verduras para la sopa y pensé en que aún siendo yo una adulta, ella despliega ese amor sobresaliente por esforzarse al elaborar una comida que me gusta. Me encanta la sopa y ella lo sabe, por eso cuando la hace le imparte amor a cada pequeña acción que conlleva realizarla. ¿Cómo pagarle todos estos años que ha trabajado sin descansar por mis hermanos y por mí? ¿Cómo compensar todas esa heridas que se hizo en sus manos por atendernos? No hay un precio monetario, si lo hubiera, sería tan grande que no tendría como pagárselo.

Mi mamá ha luchado por nosotros, nunca nos ha dejado y eso me demuestra que el amor de madre es incondicional, no conoce de barreras ni obstáculos. Cuando se trata de los hijos, las buenas madres se convierten en heroínas y aunque no vayan con frecuencia al pedicurista, sus manos son las más lindas del mundo. Lo menos que puedo hacer es retribuirle con mi cariño y con todo lo que esté a mi alcance para hacerla feliz. Me siento profundamente agradecida por la madre que tengo y sus manos son sumamente bellas e importantes para mí.

These days I came home and saw her chopping the vegetables for the soup and I thought to myself that even though I am an adult, she displays this outstanding love for putting in the effort to make a meal that I love. I love soup and she knows it, so when she makes it she imparts love to every little action that goes into making it. How do I repay her for all the years she has worked tirelessly for my brothers and me? How do I repay her for all the wounds she has inflicted on her hands in caring for us? There is no monetary price, if there were, it would be so great that I would not have a way to pay her.

My mother has fought for us, she has never left us and that shows me that a mother's love is unconditional, it knows no barriers or obstacles. When it comes to children, good mothers become heroines and even if they don't often go to the chiropodist, their hands are the most beautiful in the world. The least I can do is to repay her with my love and everything in my power to make her happy. I feel deeply grateful for the mother I have and her hands are extremely beautiful and important to me.

Todas las fotos son de mi propiedad, tomadas con un Realme 7i.

All photos are my own, taken with a Realme 7i.