Sigue sucediendo (It keeps happening)

Saludos hermanos de @heartchurch. El Señor les siga bendiciendo grandemente. Hoy compartiré con ustedes el mensaje que llevé hoy en la congregación, el cual tiene por título “sigue sucediendo”.

Marcos 6: 30 Los apóstoles regresaron de su viaje y le contaron a Jesús todo lo que habían hecho y enseñado.
31 Entonces Jesús les dijo: Vayamos solos a un lugar tranquilo para descansar un rato. Lo dijo porque había tanta gente que iba y venía que Jesús y sus apóstoles no tenían tiempo ni para comer.
32 Así que salieron en la barca a un lugar tranquilo, donde pudieran estar a solas;
33 pero muchos los reconocieron y los vieron salir, y gente de muchos pueblos corrió a lo largo de la orilla y llegó antes que ellos.
34 Cuando Jesús salió de la barca, vio a la gran multitud y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Entonces comenzó a enseñarles muchas cosas.
35 Al atardecer, los discípulos se le acercaron y le dijeron: —Este es un lugar alejado y ya se está haciendo tarde.
36 Despide a las multitudes para que puedan ir a las granjas y aldeas cercanas a comprar algo de comer.
37 Jesús les dijo: —Denles ustedes de comer. —¿Con qué? —preguntaron—. ¡Tendríamos que trabajar durante meses para ganar suficiente a fin de comprar comida para toda esta gente!
38 —¿Cuánto pan tienen? —preguntó—. Vayan y averigüen. Ellos regresaron e informaron: —Tenemos cinco panes y dos pescados.
39 Entonces Jesús les dijo a los discípulos que sentaran a la gente en grupos sobre la hierba verde.
40 Así que se sentaron en grupos de cincuenta y de cien.
41 Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Luego, a medida que partía los panes en trozos, se los daba a sus discípulos para que los distribuyeran entre la gente. También dividió los pescados para que cada persona tuviera su porción.
42 Todos comieron cuanto quisieron,
43 y después los discípulos juntaron doce canastas con lo que sobró de pan y pescado.
44 ¡Un total de cinco mil hombres y sus familias se alimentaron de esos panes!
En este pasaje vemos muchas enseñanzas acerca de la conducta de los seguidores, de los discípulos y del Señor, por lo que vamos a meditar en las que están más visibles.

1- El Señor le dice a sus discípulos para apartarse a un lugar lejano para descansar un rato, lo que nos enseña que es necesario el descanso, hasta del servicio al Señor, es decir, servir al Señor es lo mejor que podemos hacer, pero aun así es necesario el descanso.

Ahora bien, descansar no implica pasar todo el día durmiendo o de ocioso, sino estar en un lugar donde la mente pueda descansar, donde podamos realizar actividades que nos permitan relajarnos, contar chistes, recordar momentos agradables, disfrutar de una comida ligera, es decir, que no implique mucho esfuerzo elaborarla.

Meditando en esta enseñanza, se me viene a la mente lo dicho por el Señor en el Salmo 23 cuando describe los verdes prados donde apacienta a sus ovejas, a orillas de corrientes de aguas, las que imagino las más limpias, la grama más verde y la mano del Buen Pastor ungiendo mi cabeza. No creo que haya una imagen más relajante que esa.

2- En ese momento habían muchas personas que se le acercaban al Señor en busca de ayuda, pero el Señor notó que sus discípulos no tenían tiempo ni para comer. Esto es común, porque cuando las personas ven que pueden recibir una bendición se acercan a buscarla, sin pensar en las necesidades de aquellos que les sirven, pero el Señor si está pendiente y te lleva a un lugar apartado para que descanses.

Muchas veces al pasar por momentos de quietud, nos angustiamos porque creemos que la obra se ha detenido, pero no es así, el Señor te aparta, o mejor dicho, aparta a las personas de ti para que puedas descansar. Gloria a Dios por esto, porque en nuestra naturaleza y deseo de querer servir, muchas veces nos olvidamos de nosotros mismos.

3- La multitud sigue al Señor, pero no por querer estar cerca de Él, sino para recibir sus favores. Esto sigue sucediendo, muchas personas siguen al Señor pero no para estar con Él y apenas reciben lo que desean se alejan a sus negocios nuevamente.

El Señor sabe quiénes le buscan por amor y deseo de su presencia, por lo que siempre los lleva con Él, pero deja atrás a los que solo buscan bendiciones, a quienes les responde solo por misericordia y amor por las almas.

4- El Señor al mirar a esa multitud que parecía un rebaño de ovejas sin pastor, es decir, no sabían qué hacer ni a dónde ir, tuvo compasión de ellos, pero no dio cosas materiales sino que les habló palabra de vida, las cosas celestiales, porque esto siempre será lo primero y más importante para toda persona.

5- Viendo que anochecía, los discípulos le pidieron que despidiera a las personas, pero el Señor les instruyó alimentarlas.

Esto sucede muy seguido en que al terminar de dar el mensaje, se despide a las personas sin un bocado de comida, sin pensar en que tal vez no tengan nada para comer al llegar a su casa. Esta situación tiene diferentes motivos, siendo el principal que la congregación no tenga recursos para hacerlo, bien por la mala administración de los líderes, porque los miembros no aportan, o porque simplemente es una comunidad muy pobre.

6- Los discípulos dicen que no tienen los recursos para alimentar a semejante multitud, tema en que tenían razón en lo natural, pero olvidaban quién estaba con ellos.

Otro aspecto común en las congregaciones: Olvidar el favor del Señor. Cuando solo contamos con nuestros recursos siempre estaremos limitados, porque nuestros recursos siempre tendrán límites, así seamos las personas con más dinero en el mundo, y pongo un ejemplo: David devolvió sus bienes a Mefiboset, pero no pudo hacerlo caminar de nuevo.

7- El Señor preguntó a sus discípulos qué tenían para comer y ellos buscaron. Aquí comienza el milagro: En buscar con lo que se cuenta, porque la mayoría de las veces creemos que no tenemos lo suficiente para bendecir y/o ser bendecidos. Casi siempre esperamos tener una cantidad que consideramos suficiente para hacer algo, cuando ya lo tenemos si el Señor está con nosotros.

8- Al saber la cantidad de panes y peces que tenía, el Señor les ordenó organizarse. Otra gran enseñanza, la organización, algo tan fácil de decir, pero tan difícil de hacer solo por el hecho de la soberbia de las personas y su negación a reconocer el liderazgo.

El milagro fue un éxito porque las personas siguieron las instrucciones de los discípulos, no hizo falta que el Señor se levantara a decirles que se organizaran. Aprendamos de esto, porque cuando sabemos que alguien es discípulo del Señor y nos da una instrucción, esa palabra ha sido dada por el Maestro.

9- El Señor multiplicó los alimentos, así como hizo con el aceite de la viuda del profeta que visitó a Eliseo. No hay que buscarle explicación, sucedió y sigue sucediendo, pero muy pocos podemos observarlo porque la mayoría tiene la mirada en sus almacenes que siguen vacíos, cuando delante tienen al “Multiplicador”.

Al saber esto es cuando podemos dormir y vivir tranquilos, porque el “Multiplicador” está con nosotros, va delante de nosotros y mora en nosotros, por lo que tenemos el poder para multiplicar los panes y los peces, pero ¿Lo queremos hacer? Muchas veces el Señor está operando a través de nosotros y cerramos la llave para no bendecir a alguien, sin saber que la estamos cerrando para nosotros también.

Si el Señor tiene a alguien en el momento y lugar donde ha de repartir su bendición, no tenemos la autoridad para sacar a nadie. Si está ahí en ese momento es porque el Señor lo trajo y quiere bendecirlo.

10- Recogieron lo que quedó después que comieron lo que quisieron, es decir, no se llevaron para otras personas que no estaban ahí, porque aquellas no estaban en el plan del Señor para bendecirlas, y no hace falta entrar a meditar la razón, porque tal vez nunca la entenderemos, pero lo de lo que estamos seguros es que no lucharon por recibir su bendición, mientras que los que escucharon la palabra directamente de la boca del Señor, y recibieron el pan que salió de sus manos, fueron más bendecidos de lo que hoy muchos de nosotros lo somos.

Cierro con esta reflexión: Aquellas personas siguieron al Señor para recibir sus milagros y otros por curiosidad, y luego se apartaron, pero nosotros no somos de los que vuelven atrás sino de los que siguen el camino dejado por el Maestro, porque en Él hay bendición y vida eterna. No nos separemos nunca ni dejemos que se separen los que ya han pisado este camino, más bien animemos a los que aun no han llegado, porque no habrá mejor lugar donde estar que a los pies del Buen Pastor. Gloria a su nombre.