Celia: A Luminous Butterfly // Perfect Women Initiative (English/Spanish)

Celia: Una mariposa luminosa // Perfect Women Initiative (Ingles/Español)

Un saludo amistoso queridos Hivers, feliz inicio de semana para todos. Me complace en esta ocasión escribir en la comunidad de Family & Friends en la Iniciativa Mujeres Perfectas sobre todo porque toda mi vida he estado rodeada de mujeres maravillosas de las que he aprendido infinitamente.

La primera mujer que admire con locura, quien fue mi ejemplo y figura de autoridad fue mi hermana Karina. Estoy hablando de los años de infancia y adolescencia, donde las cosas se viven con mayor intensidad porque todo nos resulta solemne. Con ella tuve una amistad muy hermosa por encima de nuestro vínculo de sangre, Karina era una mujer inteligente, rebelde y altanera. Tenía el mejor promedio de su clase y destacaba siempre por su conocimiento e integridad intelectual. Esto fue algo que admire siempre y que me sirvió como ejemplo en esa edad donde una está buscando esa figura fuerte a quien seguir y admirar.

Pero no solo se trataba de ella, crecí con mi madre y mis dos hermanas, mi padre casi siempre estaba ausente, así que esa energía femenina inundaba la casa día tras días. Nos entendíamos y compartíamos pequeñas y grandes complicidades que correspondían al hecho de que todas éramos mujeres. Esa fue mi primera manada, crecer entre mujeres que caminan por su casa en ropa interior, o desnudas, sin miedo o escrúpulos por la presencia masculina. Entendernos cuando teníamos la menstruación, saber que toalla sanitaria le hacía bien a cada una, que pastillas le aliviaba el malestar, cuál era su té favorito o más efectivo, cuál era su estado de ánimo más frecuente.

Siento que fui muy afortunada creciendo entre mujeres, porque he tenido muchas amigas que me cuentan lo duro de vivir y crecer rodeada de varones, que en la mayoría de los casos son poco empáticos con nuestros procesos. Yo en cambio tengo la dicha de haberme formado con mujeres fuertes, porque además de la empatía y la sensibilidad, también nos encontrábamos y desencontrábamos en nuestros temperamentos, cuando chocaban nuestras emociones y no hallábamos armonía inmediata. Pero de aquella lucha de Titanes aprendí lo fuertes y determinadas que somos, y lo tercas que podemos llegar a ser cuando algo nos apasiona.

Cuando llegue a mi adultez muchas cosas cambiaron, me aleje exponencialmente de las mujeres que durante años tejieron el nido donde crecí. Pero eso no me alejo de la esencia de las mujeres, la vida me ha regalado la oportunidad de conocer mujeres increíbles que han llenado mi vida de alegría, paz, música, arte, experiencias y miles de cosas más. Gracias a mi compañera de vida @jetta.amaya he podido diseñar junto a ella espacios de encuentro para que las mujeres nos reunamos a cantar, comer, contarnos historias y tejer juntas redes de amor y acompañamiento en este mundo tan difícil.

Una de las mujeres que me siento honrada de haber conocido es a Celia Marcano, una cantautora, música, costurera, artesana y poetisa del estado Táchira. Este año cumplió sus 62 años y es una mujer increíblemente hermosa y esbelta, con una voz absolutamente afinada y una habilidad extraordinaria para ejecutar el Cuatro (Instrumento tradicional de Venezuela) nos hicimos buenas amigas en el año 2019 cuando junto a Jetta decidimos emprender una ruta poético musical por diferentes municipios y la querida Celia Marcano nos acompañó con su hermosa voz y sus bellas interpretaciones.

En ese año Venezuela atravesó una situación bastante difícil, hubo un apagón de varios días, y mientras duro y meses después el país se vio envuelto en el caos, la desesperación y las diferentes necesidades materiales y psico/emocionales que se presentaban con el problema de la energía eléctrica que tras el apagón el 6 marzo se extendió casi durante todo el año 2019. En ese momento Celia, Jetta y yo nos acompañamos amorosamente, nos veíamos cada día y casi todas las noches nos quedábamos junto a ella, pues Celia además vivía sola y esa situación la tenía muy mal de ánimo.

Otro elemento nos juntaba aún más, Jetta y yo por un lado teníamos muchos problemas en la casa donde vivíamos y ella acababa de terminar una relación con un hombre que le rompió el corazón. Todas estábamos allí con los nervios de punta y la incertidumbre arañándonos por dentro, pero pudimos juntarnos, hacernos compañía y ayudarnos unas a las otras a enfrentar aquella situación. Durante el día salíamos a cantar en diferentes comunidades, a recitar poesía y hablar sobre la vida como mujeres, nuestros derechos fundaménteles y nuestra lucha por una vida libre de violencia. Por las noches nos juntábamos en casa de Celia a tomar té y a conversar.

Celia no solo es una gran amiga, también es una gran persona, es como muchas mujeres, una sobreviviente de un sistema depredador. Una vez, hacía muchos años sufrió un Accidente cerebrovascular, su cuerpo quedó inmóvil, no podía hablar ni expresarse de ninguna manera. El medico aconsejo a su familia que le tuviesen mucha paciencia, pues no habían posibilidades de que se volviera a levantar de una silla ni hablar. Cuenta Celia que cuando escucho esas palabras se prometió a si misma que haría todo lo posible por reponerse y así lo hizo. Ahora es una bella mariposa luminosa, que anda para arriba y para abajo con su Cuatro regalando música y alegría a todo el que puede. Nada la detiene, porque cuando una mujer se compromete con la vida y consigo misma no hay nada que se interponga.

Una noche de esas que pasamos a la luz de una vela tomando té, Celia nos dijo que todas nosotras éramos un motón de soledades juntándonos. Esas palabras me cambiaron la forma de verme a mí y a las otras mujeres, porque efectivamente casi todas nosotras nos sentimos muy solas a veces, y no hay nada más bello que tener una amiga que te contenga. En ese momento y durante esos días revalorice la amistad entre nosotras las mujeres y desde entonces me he trabajado mucho para potenciar mi empatía y perder el miedo a entregar a otras mis vulnerabilidades, porque a fin de cuentas tenemos que tejer redes que conecten nuestros corazones por encima de nuestras diferencias y saber que no estamos solas.

Fue un placer para mí compartir estas palabras llenas de la esencia de una mujer maravillosa, espero la disfruten y se acerquen un poco a Celia y a su corazón guerrero.