Desde mi mapa Nº 50 // Renacer en medio de la oscuridad (Español/Ingles)

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Un saludo amistoso queridos Hivers, es un placer para mi estar este fin de semana en la hermosa comunidad de Holos&Lotus esta vez en la iniciativa ¡¡Arriba ese ánimo!! propuesta de la querida compañera @mllg. Adore leer esta iniciativa, porque definitivamente todos hemos pasado por un momento así y de alguna u otra manera hemos tenido que salir. En lo personal me ha pasado unas cuantas veces desde que empecé mi vida de adulta y en este post pienso compartir con ustedes una de esas experiencias.

Para quienes viven en Venezuela no es extraño leer que los últimos años han sido bastante difíciles. Hemos pasado desde una precarización salarial, crisis de transporte, crisis energética, crisis económica y sobre todo una crisis de consciencia. Desde el 2016 una cosa persigue a la otra y cada año nos sorprende una nueva adversidad que tenemos que enfrentar con paciencia. Pero algo que sin duda intensificó toda esta situación fue la pandemia en el año 2020, en mi caso, si de algún tramo angosto puedo hablar definitivamente es de este, pues nunca me sentí tan ahogada como en el año 2020 y esa angustia se extendió hasta el 2022.

Para empezar desde siempre mi pareja y yo habíamos tenido un ritmo de trabajo bastante agitado. Realizábamos 3 actividades culturales al día, salíamos de casa al amanecer y llegábamos en la noche, por una parte porque así es de exigente la dinámica cultural en los sectores urbanos, por otra parte porque preferíamos estar en la calle que llegar a la casa donde vivíamos, donde nos esperaba una amarga realidad de violencia intrafamiliar dirigida a nosotras. Pero el trabajo nos rehabilitaba, conocíamos gente hermosa, cantábamos, bailábamos, comíamos, conversábamos, bromeábamos y todo el tiempo con personas diferentes. Cuando el gobierno declaro estado de emergencia y cuarentena total y obligatoria nos quedamos paralizadas, fue como si nos hubiesen arrebatado nuestra alegría, nuestro lugar feliz, nuestra vía de escape.

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Por si fuera poco, yo estaba quedándome en la casa de mi mamá y mi pareja estaba en la casa de su mamá, que era donde vivíamos. Por lo que pasamos dos meses sin vernos. Antes habíamos pasado temporadas largas cada quien en su espacio, pero la situación de la pandemia era un territorio desconocido para las dos, sentíamos miedo, ansiedad y estábamos conscientes de que nuestras madres no eran la mejor compañía en ese momento.

El encierro no lo era todo, además fue una época muy calurosa en el pueblo donde yo estaba, que de hecho es donde vivo ahora. En esta témpora suelen desatarse plagas de zancudos y no hay ninguna empresa ni privada ni publica que se encargue del control de plagas. Adicional a eso los cortes de energía eléctrica superaban las doce horas, así que ni siquiera podíamos ver televisión.

En ese momento me alivio una sola cosa: La lectura. Leí varios libros durante esos dos meses y me reconfortaba mucho hacer esos viajes aunque fuera a través de las letras. Esto además sirvió como puente entre mi compañera y yo pues cuando podíamos hablar por teléfono nos recomendábamos libros y los leíamos juntas durante el día, en la siguiente llamada conversábamos sobre las historias.

La siguiente etapa comenzó cuando “flexibilizaron la cuarentena” pasamos violentamente de estar encerradas a que en nuestro trabajo nos exigieran salir a la calle a realizar actividades o nos botarían. A nivel psicológico esto fue un golpe muy duro, pues aun teníamos miedo del virus, veníamos de dos meses de encierro y cuidados exagerados para de repente tener que enfrentar la calle e inventar nuevas formas de trabajo que no nos pusieran en riesgo ni a nosotras ni a los involucrados. Pero superamos el miedo juntas en compañía de toda la gente que se sumó a la actividades y que nos apoyaron para realizar todo con la medidas de seguridad adecuadas.

Todo lo que he contado hasta este punto, era una especie de sube y baja, donde a pesar de los golpes mi compañera y yo resolvíamos rápidamente y hallábamos respuestas en equipo, la pasábamos mal, pero nos fortalecíamos en cada situación, como pareja e individualmente; lo que no sabíamos era nos esperaba aun un camino más oscuro y angosto. Con el tema de la pandemia ya no podíamos pasar tanto tiempo en la calle, además la gasolina se privatizo en plena cuarentena, por lo que se nos hacía imposible pagarla y tuvimos que parar el carro, esto nos restaba movilidad, pues no estaba activo el transporte público y solo podíamos trasladarnos caminado. Así que estar en casa tanto tiempo incremento la violencia de parte de la familia de mi compañera contra nosotras.

La violencia fue en creciente, quisimos defendernos cada día, pero sentíamos que nos estábamos volviendo locas, no dormíamos bien ni comíamos bien. Hasta que un día ocurrió lo que más nos temíamos, la violencia transcendió a su expresión física y fuimos golpeadas despiadadamente con un palo de escoba. Allí nos tocó que tomar decisiones importantes, denunciar la agresión en los órganos competentes y salir de esa casa donde tarde o temprano podían matarnos.

Muchos amigos y conocidos no ayudaron para que la mudanza fuera posible. El problema es que seguíamos sin dinero para pagar un alquiler, así que tuvimos que mudarnos a la casa de mi mamá, pues no podíamos seguir en la casa donde nos había atacado. Nos mudamos el 12 de diciembre de 2020 y la oscuridad total llego en enero del 2021, cuando mi mamá comenzó a atacarnos verbal y psicológicamente; sin duda la crisis del país y la pandemia fundieron las actitudes sociales básicas en algunas personas, pero en nuestras dos familias parecía una pesadilla; otras familias se unieron en las adversidades y crecieron juntas, pero en nuestro caso parecía una película coreana de esas donde un par de personas se ensañan en hacer sufrir a otras.

Ahora lo positivo de todo esto, es que a pesar de toda esta tormenta prolongada nunca desfallecimos, en lo personal fue un decirme constantemente ¡Arriba ese ánimo! Cada día inventando una forma nueva de sacar la cabeza. ¡Arriba ese ánimo! Se puede decir de muchas maneras, a veces ni siquiera son necesarias las palabras, para mí a veces consistía en salir a caminar con mi compañera, visitar a una vecina, ir al parque con los hijos de mis amigas, todo esto era un ¡Arriba ese ánimo! Contundente y efectivo. Así como el trabajo cultural, que tantas veces nos sacaron de los más oscuros infiernos, todavía sigue formando parte de ese lugar feliz que día a día construimos.

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Cuando recién nos mudamos llegamos a una comunidad nueva, nadie nos conocía, tardamos un mes en hacer enlaces seguros y que la gente confiara en nosotras, pero después de eso hicimos grandes equipos de trabajo que se convirtieron en importantes amistades. Creo que una de las cosas que me ha ayudado a salir de esos caminos angostos ha sido el agradecimiento, cada día agradezco a la vida por tener la compañera que tengo, por lo que como y hago, por mi salud; también agradezco a cada una de las personas que nos ha acompañado en esta niebla oscura en la que a veces se convierte la vida, porque sin ellos no habría sido posible.

La convivencia, el agradecimiento, el amor, la amistad y el trabajo bien hecho son algunos de los recursos que me han ayudado a vivir con dignidad y alegría y sin duda se los recomiendo a todo el que puedo. Esta es mi participación para esta bellísima iniciativa, fue todo un placer rememorar todos estos momentos, que a pesar de ser dolorosos, también me dejaron grandes enseñanzas sobre el valor de la vida y mi propio valor como persona, lo escribo con un nudo en la garganta pero con una gran sonrisa. Me despido por ahora. invito a @jetta.amaya y @taniagonzalez.

Contenido original del autor.
Fotos propias desde mi Tableta ZTE E10Q
Traducido con Deepl.com
Todos los derechos reservados || @aly.squid// 2023

From my map Nº 50 // Reborn in the midst of darkness (Spanish/English)

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A friendly greeting dear Hivers, it is a pleasure for me to be this weekend in the beautiful community of Holos&Lotus this time in the initiative ¡Arriba-ese-animo-initiativa-desde-mi-mapa-no-50-es-en proposed by the dear colleague @mllg. Adore reading this initiative, because we have definitely all gone through a time like this and somehow or another we have had to leave. Personally it has happened to me a few times since I started my adult life and in this post I plan to share with you one of those experiences.

For those who live in Venezuela it is not strange to read that the last few years have been quite difficult. We have gone from wage precariousness, transportation crisis, energy crisis, economic crisis and above all a crisis of consciousness. Since 2016 one thing chases the other and every year we are surprised by a new adversity that we have to face with patience. But something that undoubtedly intensified this whole situation was the pandemic in 2020, in my case, if of any narrow stretch I can definitely talk about is this one, because I never felt so drowned as in 2020 and that anguish extended until 2022.

To begin with, my partner and I had always had a very hectic work rhythm. We had 3 cultural activities a day, we left home at dawn and arrived at night, partly because that is how demanding the cultural dynamics are in urban areas, and partly because we preferred to be on the street than to arrive at the house where we lived, where a bitter reality of domestic violence directed at us awaited us. But the work rehabilitated us, we met beautiful people, we sang, danced, ate, talked, joked, and all the time with different people. When the government declared a state of emergency and total and mandatory quarantine we were paralyzed, it was as if they had taken away our joy, our happy place, our escape route.

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To make matters worse, I was staying at my mother's house and my partner was at his mother's house, which was where we lived. So we went two months without seeing each other. We had previously spent long periods of time each in our own space, but the pandemic situation was unknown territory for both of us, we felt fear, anxiety and we were aware that our mothers were not the best company at that time.

The confinement was not everything, besides it was a very hot time in the town where I was, which in fact is where I live now. At this time of the year, mosquito infestations tend to break out and there is no public or private company in charge of pest control. In addition to that the power outages exceeded twelve hours, so we could not even watch television.

At that time I was relieved by only one thing: Reading. I read several books during those two months and it was very comforting to make those trips even if it was through the letters. This also served as a bridge between my partner and me because when we could talk on the phone we would recommend books to each other and read them together during the day, and on the next call we would talk about the stories.

The next stage began when they "relaxed the quarantine" we went violently from being locked up to our work requiring us to go out to the street to do activities or we would be fired. On a psychological level this was a very hard blow, because we were still afraid of the virus, we had come from two months of confinement and exaggerated care to suddenly have to face the street and invent new ways of working that would not put us or those involved at risk. But we overcame the fear together in the company of all the people who joined us in the activities and who supported us to carry out everything with adequate safety measures.

Everything I have told you up to this point, was a kind of up and down, where despite the blows my partner and I resolved quickly and found answers as a team, we had a hard time, but we were strengthened in every situation, as a couple and individually; what we did not know was that there was a darker and narrower road ahead of us. With the pandemic, we could no longer spend so much time on the street, also gasoline was privatized in full quarantine, so it was impossible for us to pay for it and we had to stop the car, this reduced our mobility, because public transport was not active and we could only move on foot. So being at home for so long increased the violence of my partner's family against us.

The violence was increasing, we wanted to defend ourselves every day, but we felt that we were going crazy, we did not sleep well or eat well. Until one day what we feared the most happened, the violence transcended to its physical expression and we were mercilessly beaten with a broomstick. We had to make important decisions, denounce the aggression to the competent authorities and leave that house where sooner or later they could kill us.

Many friends and acquaintances did not help to make the move possible. The problem was that we still had no money to pay rent, so we had to move to my mother's house, since we could not continue in the house where she had attacked us. We moved on December 12, 2020 and the total darkness came in January 2021, when my mother began to attack us verbally and psychologically; no doubt the crisis of the country and the pandemic melted the basic social attitudes in some people, but in our two families it seemed like a nightmare; other families united in adversity and grew together, but in our case it seemed like a Korean movie of those where a couple of people are raging to make others suffer.

Now the positive thing about all this, is that despite all this prolonged storm we never gave up, personally it was a constant encouragement to me! Every day inventing a new way to get our heads out of our heads, keep your spirits up! It can be said in many ways, sometimes words are not even necessary, for me sometimes it consisted of going for a walk with my partner, visiting a neighbor, going to the park with the children of my friends, all of this was a "¡Arriba ese ánimo! It was a forceful and effective. Just like the cultural work, which so many times took us out of the darkest hells, it is still part of that happy place that we build day by day.

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When we first moved to a new community, nobody knew us, it took us a month to make secure links and for people to trust us, but after that we made great work teams that became important friendships. I think that one of the things that has helped me to get out of those narrow roads has been gratitude, every day I thank life for having the partner I have, for what I eat and do, for my health; I also thank each of the people who have accompanied us in this dark fog in which sometimes life becomes, because without them it would not have been possible.

Living together, gratitude, love, friendship and a job well done are some of the resources that have helped me to live with dignity and joy and without a doubt I recommend them to everyone I can. This is my participation in this beautiful initiative, it was a pleasure to recall all these moments, which despite being painful, also left me great lessons about the value of life and my own value as a person, I write this with a lump in my throat but with a big smile. I say goodbye for now. I invite @jetta.amaya and @taniagonzalez.

Original content by the author.
Own photos from my ZTE E10Q Tablet.
Translated with Deepl.com
All rights reserved || @aly.squid// 2023



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Hola @aly,squid te felicito o las felicito por la iniciativa Arriba ese Animo, es todo lo que necesitamos los venezolanos, como decimos nosotros en el Zulia le cayo m...da al abanico, no tenemos nada, pero saldremos adelante en el nombre poderoso de DIOS, les cuento que a finales de noviembre del 2021 me diagnosticaron Parkinson y el 15 de diciembre me dio covid, lo supere pero me dejo sin poder caminar muy bien y con una escoliosis y sin medicamentos, pero lo mas importante todavía respiro. Besos y Abrazos.

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Me ha impactado tu comentario querida @emilyross37, pero como bien dices lo importante es que respiras y Arriba ese ánimo!!! Gracias por visitarme. Un inmenso abrazo!!!

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Uyyy! ¡La pandemia! Un tramo angosto para toda la humanidad! Esperemos no vivir esa experiencia nunca más. Ya superada, hay que rescatar las enseñanzas que nos dejó y olvidar los sinsabores.
Les tocó una situación difícil, pero el mantenerse en actividad, mantener el buen ánimo firme y el agradecimiento, sin duda te ayudaron a superarlo y continuar adelante sin amargura. Te felicito.

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Fue una experiencia muy fuerte pero que me dejó muchos aprendizajes. Gracias por visitar mi post. Un gran abrazo.

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