[ESP-ENG] El Coleccionista // The Collector

El Coleccionista

En las sombras de la noche, cuando el silencio se desvanece con el susurro del viento, se desliza y se oculta una figura solitaria. Es un viajero incansable, que recorre los rincones más inhóspitos del país en busca de sus próximas adquisiciones.

Cada nueva ciudad es un coto de caza, cada callejón un escenario potencial para su macabra selección. Con ojos que destilan frialdad, observa, elige y sigue a sus víctimas con inquietante paciencia. No hay prisa, cada pieza a coleccionar merece su momento.

La casa de este personaje, a primera vista, es una propiedad normal con lo necesario para estar cómodo, pero en realidad es un museo de horrores que alberga una inmensa colección que se oculta bajo el suelo. Cada pieza, meticulosamente limpia y conservada, cuenta una historia de terror que solamente él conoce. Además, la forma en que elimina a sus víctimas es un ritual, ejecutado con una espantosa precisión que hiela la sangre.

Nadie conoce su rostro ni cuál será su siguiente destino, tampoco pueden predecir quién es su próxima presa. Pero una cosa es cierta: el Coleccionista, como le llaman las autoridades, nunca deja un vacío en su galería de pesadillas.

Él siempre se mueve sigilosamente, mientras la luna llena ilumina tenuemente las calles. Su figura se desliza entre las sombras como si fuera una más de ellas.

Esta vez se detiene en un pequeño pueblo, un lugar que parece haberse estancado en el tiempo, donde las leyendas y los cuentos de los ancianos aún se susurran en el calor del hogar. Por eso, la mayoría de la gente acostumbra a encerrarse temprano; sin embargo, hay una joven que camina despreocupada, ajena al peligro que la acecha, ya que el coleccionista ha fijado la mirada en ella.

Durante días únicamente se limita a observarla, estudia sus movimientos, aprende su rutina y la sigue desde la distancia, a la espera de que llegue el momento perfecto.

Y ese instante no tarda en llegar, cuando la mujer camina por una calle totalmente desierta; el Coleccionista ve su gran oportunidad y, con movimientos rápidos y precisos, la inmoviliza, el miedo se intensifica en los ojos de la chica, pero ningún grito, ninguna súplica, puede salvarla. Él no busca ni dinero ni venganza, solamente una cosa: su preciada pieza de colección.

Así que la arrastra hasta su camión y la lleva a su taller secreto, donde le espera su destino final. Una habitación subterránea iluminada con velas que proyecta sombras danzantes sobre las paredes manchadas de sangre, y una mesa de operaciones improvisada donde coloca a sus víctimas. Allí, con herramientas que parecen sacadas de una época pasada, mientras suena música clásica de fondo, el Coleccionista realiza su obra de forma sanguinaria.

Cuando termina, limpia la pieza seleccionada con una devoción casi religiosa. Es el hueso occipital, perfecto para su colección. Luego lo coloca cuidadosamente en una vitrina, junto con los demás, cada uno con su etiqueta y su fecha, como trofeos de un juego macabro que solamente él juega. Y finalmente se deshace del cadáver arrojándolo a una trituradora industrial.

Días más tarde se prepara para continuar, su sed de aumentar la colección nunca se apaga. Ya está pensando en su próximo destino, imaginando las características de su siguiente víctima y la pieza que necesita. En su retorcido mundo, la caza no tiene fin, el terror que puede infligir no tiene límite.

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Y así crece la leyenda del Coleccionista, alimentada por los susurros de quienes temen ser los próximos en su lista. Un fantasma, un demonio, un ser sin alma que no solo colecciona huesos, sino también los gritos silenciosos de sus víctimas.