Español

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MI ALMA EN ISRAEL: EL RESPLANDOR DE MI ALMA EN SU PROPIA TIERRA

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Escrito sobre el encuentro de mi alma con su antiguo hogar

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Israel fue para mi un hogar desde el primer momento en el que pisé la ciudad de Tel Aviv.

Los días antes de viajar, estaba asustada porque no sabía qué tan difícil era ingresar al país. Había visto videos en internet que metían miedo y te hacían creer que ibas a pasar el peor momento de tu vida en migraciones.

Sin embargo, si hablabas de forma individual con personas que habían ido, te decían exactamente qué pasarías. Y sí, era difícil entrar, pero ya sabemos que todo es posible.

Tuve la suerte, cuando llegué a aquella tierra, de que me fuera a buscar una amiga que había hecho en mi instructorado de Yoga. Ella no es una persona común y corriente para mí, ya que fue su amor por su país lo que terminó de cerrar en mí la idea de visitar Israel. Su nombre es Odelya, y para mí ella fue una mensajera que tenía que aparecer en mi vida para conducirme a aquel mágico lugar.

Mi amiga me paseó unos diez minutos en auto por la Vieja Jaffa… mis ojos no podían parar de observar y mi mente no podía asimilar lo que sentía mi corazón: estaba en casa.

Recuerdo que Odelya me dijo que me veía como un poco en shock y le respondí que sí, que lo estaba, que veía que era todo muy hermoso. No podía explicarle en ese momento exactamente qué me estaba pasando. ¿Cómo hacerlo? Si ni yo sabía con exactitud qué nombre tenía lo que experimentaba.

Al rato, mi amiga me dejó en el hostel donde haría mi quinto voluntariado.

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Llegué a Israel con mi valija pequeña y una mochila enorme, y allí me quedé durante unos 45 días. Y precisamente a los 40 días, llego a mí un mensaje que cambió mi vida. Luego les contaré más sobre ello. Se imaginarán que antes de aquella revelación, tuve que atravesar una serie de situaciones que me prepararon para la verdad.

Primero tenía que eliminar cualquier tipo de filtro mental, para que esas puras y verdaderas palabras me alcanzaran, de lo contrario, no haría más que ignorarlas o pensar que mi mente es muy juguetona.

Antes de aquel mensaje, además, el Universo tenía que cersioarse que desde el plano mental, fuera capaz de comprender que efectivamente yo había estado antes allí, y aunque todavía no es algo que comprenda precisamente con esas palabras, he llegado al punto de no cuestionarlo más.

He arribado al momento en el que es tanta la certeza y claridad del mensaje, que hacer de cuenta que no está, sería serme infiel a mí misma. Lo dice el alma, es así y no hay más lugar a dudas.

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También, para ser muy sincera, el hecho de llegar a Israel, ya había estado teñido de cierta docilidad de mi mente. Puesto que había optado por seguir a mi corazón en aquel intento de emigración de Argentina a España: me había prometido que cada paso que diera, estaría guiado por mi alma, y así fue, la mayoría de las veces.

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Mis días en Israel permitieron que mi alma se encontrara nuevamente en el hogar del cual la habían sacado, hogar que le habían arrebatado a causa del odio y la discordia.

Mi mente no estaba demasiado segura de lo que ocurría, aunque en el camino de la vida, Israel se había presentado varias veces ante mis ojos como un posible destino, no fue sino hasta que decidí seguir fielmente la voz de mi corazón, que tomé la decisión de visitarlo.

Sentí por primera vez en mi vida la sonrisa pura de mi alma, y fue como si la misma me estuviese diciendo GRACIAS a mi misma. No había experimentado algo así nunca antes, era una felicidad como de otro mundo, y claro, más tarde comprendí que se trataba de una felicidad de otra vida.

Mi alma había vivido allì, Israel había sido su hogar, y se estaba encontrando en casa, con su gente. Y terminé de comprobarlo el día en que llegó a mi ese mensaje que decía que mi cuerpo cuerpo está allí.

Por ese motivo muchas personas, mientras estaba allá, se sorprendían cuando les decía que no hablaba hebreo, porque me confundían con israelí, y eso es porque entre las almas, nos estábamos reconociendo.

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El último día que estuve en Israel, fue el 6 de abril de este mismo año, 2022, no hacen siquiera 3 meses. Salí de Jerusalén, la tierra que con toda certeza fue un día el hogar de mi alma.

Y hoy, dos meses y algo más después, cuando cierro los ojos y recuerdo a Israel, se me esboza una sonrisa espontánea y unas lágrimas de felicidad empiezan a crecer tras mis párpados. El corazón se me acelera y entonces comprendo que mi alma está feliz.

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Las fotos son tomas mías y la edición del banner es de mi autoría usando la aplicación PicsArt. La traducción corresponde a DeepL.

Muchas gracias por leer y estar aquí amigos!

Que tengan un hermoso día,

Con cariño,

@belug

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English

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MY SOUL IN ISRAEL: THE RADIANCE OF MY SOUL IN ITS OWN LAND

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Written about my soul's encounter with its old home

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Israel was home for me from the first moment I set foot in the city of Tel Aviv.

The days before traveling, I was scared because I didn't know how difficult it was to enter the country. I had seen scary videos on the internet that made you think you were going to have the worst time of your life at immigration.

However, if you talked one-on-one with people who had been there, they told you exactly what you would go through. And yes, it was difficult to get in, but we know anything is possible.

I was lucky enough, when I arrived in that land, to be picked up by a friend I had made in my Yoga teacher training. She is not an ordinary person for me, since it was her love for her country that closed in me the idea of visiting Israel. Her name is Odelya, and for me she was a messenger that had to appear in my life to lead me to that magical place.

My friend drove me around Old Jaffa for about ten minutes... my eyes could not stop watching and my mind could not assimilate what my heart felt: I was at home.

I remember Odelya telling me that I looked like I was in shock and I replied that yes, I was, I saw that it was all very beautiful. I couldn't explain to her at that moment exactly what was happening to me, how could I? Even I didn't know exactly what the name of what I was experiencing was.

After a while, my friend dropped me off at the hostel where I would be doing my fifth volunteer work.

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I arrived in Israel with my small suitcase and a huge backpack, and I stayed there for about 45 days. And precisely at 40 days, a message came to me that changed my life. I will tell you more about it later. You can imagine that before that revelation, I had to go through a series of situations that prepared me for the truth.

First I had to eliminate any kind of mental filter, so that those pure and true words would reach me, otherwise, I would just ignore them or think that my mind is very playful.

Before that message, moreover, the Universe had to make sure that from the mental plane, I was able to understand that I had indeed been there before, and although it is still not something that I understand precisely with those words, I have reached the point of no longer questioning it.

I have reached the moment in which the certainty and clarity of the message is so great that to pretend it is not there would be to be unfaithful to myself. The soul says it, it is so and there is no more room for doubt.

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Also, to be very honest, the fact of arriving in Israel, had already been tinged with a certain docility of my mind. Since I had chosen to follow my heart in that attempt to emigrate from Argentina to Spain: I had promised myself that every step I took would be guided by my soul, and so it was, most of the time.

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My days in Israel allowed my soul to find itself again in the home from which it had been taken, a home that had been taken away from it because of hatred and discord.

My mind was not too sure what was going on, although on the road of life, Israel had presented itself several times before my eyes as a possible destination, it was not until I decided to faithfully follow the voice of my heart, that I made the decision to visit.

I felt for the first time in my life the pure smile of my soul, and it was as if it was saying THANK YOU to myself. I had never experienced something like that before, it was a happiness from another world, and of course, later I understood that it was a happiness from another life.

My soul had lived there, Israel had been its home, and it was finding itself at home, with its people. And I finished verifying it the day when I received that message that said that my body is there.

For that reason many people, while I was there, were surprised when I told them that I didn't speak Hebrew, because they mistook me for Israeli, and that's because between the souls, we were recognizing each other.

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The last day I was in Israel was April 6th of this year, 2022, not even 3 months ago. I left Jerusalem, the land that was most certainly one day the home of my soul.

And today, two and a bit months later, when I close my eyes and remember Israel, I get a spontaneous smile on my face and tears of happiness start to grow behind my eyelids. My heart races and then I understand that my soul is happy.

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Thank you very much for reading and being here friends!

Have a beautiful day,

With love,

@belug