Cuando veo una manzana no puedo evitar recordar la película infantil de Disney de 1938, Blanca Nieves y los siete enanitos. Donde Blanca Nieves una princesa huérfana de madre, es obligada a abandonar su hogar después de ser amenazada de muerte por su madrastra.

Blanca Nieves va por el bosque buscando un refugio donde pasar la noche hasta que encuentra una pequeña casa y decide entrar, comer y dormir. Al llegar los habitantes de su morada que resultan ser 7 pequeños hombres, la dejan quedarse en su casa y que ella colabore con los quehaceres del hogar.

Cuando su madrastra se entera que esta viva y donde está escondida, se inventa un plan para envenenar a Blanca Nieves bañando una manzana 🍎 con veneno, para luego ofrecérsela haciéndose pasar por una dulce viejecita.

Ahora bien, esta es una película muy inocente del año 1938, porque en la actualidad si te pones a pensar tiene muchas cosas que no haría una niña, porque en realidad que niña entraría en la casa de un desconocido, no de uno si no siete y quedarse a vivir con ellos, no importa en tamaño que tengan.

¿Por qué la dejaron quedar? ¿Será que necesitaban una sirvienta?, porque siete hombre no pueden mantener una casa ordenada.

Desde siempre le enseñamos a nuestros hijos que no deben recibir nada de ningún desconocido. Es más, en la actualidad les decimos que si alguien se le acerca a pedir hasta una dirección mejor salgan corriendo o que no deben salir de la escuela con nadie que no sea mamá, papá o algún familiar que esté autorizado. Pero en este cuento vemos como la inocente Blanca Nieves recibe una manzana de una persona que nunca había visto. La maldad siempre ha existido.

Sin contar que Blanca Nieves se enamora a primera vista de un hermoso príncipe que por casualidad conoce cuando realizaba un paseo por el hermoso bosque y que resulta ser el amor de su vida.

Para concluir, esta no es de mi películas favoritas, ni cuando estaba pequeña. Me imagino que en los años 30 la inocencia predominaba, pero hemos visto que con el pasar de los años la industria cinematográfica ha evolucionado hasta el punto que en la actualidad la películas infantiles donde la protagonista es una mujer ya no es necesariamente una princesa como tampoco necesita de un hombre para ser una mujer empoderada. Ahora le enseñamos a nuestras hijas a ser independiente y exitosas.