Escritura libre 082: "Nuestro espacio", por bonzopoe [prosa]

Estoy demasiado acostumbrado a mi espacio, y con eso me refiero al entorno en el que estoy en cualquier momento dado. Me gusta tener control sobre el, y aunque esté en un caos, propio o ajeno, es siempre uno en el que elijo estar, e incluso disfruto estar.

Me pesa mucho no controlar mi entorno, o poder escapar de el. Nada peor para mi que estar en un lugar en el que no quiero estar y no poder irme cuando yo quiera, sino cuando algo ajeno a mi lo permita o decida.

Esa indefensión, esa vulnerabilidad no me gusta. Si fuera un perro sería de esos que se la pasan ladrando todo el tiempo, protestando. No podría ser de esos perros que se echan donde sea como si nada, como si siempre hubieran estado ahí y les diera lo mismo cualquier sitio.

No se si esto es un defecto o una virtud, pero así soy. Necesito poder ejercer mi libertad de estar o no estar en un sitio. Mi abuela, que extraño tanto, era muy diferente a mi.

Ella se adaptaba a cualquier sitio y le sacaba platica hasta a las piedras. Yo en cambio soy como esos perros (de nuevo los perros) qué dan vueltas y vueltas y nunca se echan, nunca se deciden a hacerlo, y siguen dando vueltas.

A pesar de todo esto soy una persona muy paciente, sobre todo con otra gente. La vida me ha enseñado a ser así, me ha forjado así. He tenido que luchar por todo lo que tengo, y me ha llevado tiempo lograrlo, nada se me ha dado fácil, he sido afortunado.

Tal vez por eso valoro tanto mi espacio, es un derecho qué siento que me he ganado, algo que considero que merezco. ¿No es mucho pedir, o sí?

Tolerar a gente o situaciones que no quiero, no es lo mío. Y si te tolero a ti o las cosas que haces, que sabes que no me gustan, es porque te quiero, y porque por cada cosa que odio de ti hay dos que amo.

Pero no te confundas, así como he decidido estar contigo todo este tiempo, un día puedo irme. Haces mi vida mejor, pero no eres mi vida. Me haces una mejor persona, pero puedo seguirlo siendo sin ti.

Mi espacio favorito son tus brazos, tu cuerpo, tu calor abrazando mi corazón frío, como tu le llamas. Un corazón que nunca has podido doblegar del todo, pero que es tuyo.

Tal vez por eso es que me amas, porque no puedes controlarme, porque sabes que sin importar lo que hagas nunca tendrás el 100% de mi voluntad a tu disposición, a diferencia de los hombres que estuvieron antes de mí.

Esa falta de certeza te seduce. Dicen que uno quiere lo que no puede tener, y tu me tienes y no me tienes al mismo tiempo. Soy tuyo, pero antes soy mío y de nadie más, y sin que te lo puedas explicar eso te gusta.

Por eso seguimos juntos, porque nuestras diferencias nos permiten valorar más nuestras coincidencias. Porque somos dos seres libres qué están juntos, y siempre seremos dos y no uno.

Estoy demasiado acostumbrado a mi espacio, estoy demasiado acostumbrado a ti, y a mi y a nosotros. Me gusta tener control sobre el, y no lo tengo, pero te tengo a ti. Somos una manada de dos que van al mismo sitio, pero no siempre por el mismo camino, y que no puede evitar coincidir.

Somos el espacio que nos separa, pero que a la vez nos mantiene unidos, somos dos y lo seremos hasta el fin... cuando quiera que este sea.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.