Se conocieron hace seis meses, en una reunión de amigas de ella. Al mirarse, uno en cada extremo del salón, supieron que tendrían que estar juntos esa noche, y lo estuvieron. En casa de la amiga de ella se besaron furtivamente en cada rincón que pudieron, hasta que encontraron una habitación y la aprovecharon, cada centímetro de ella, hasta que fueron descubiertos, y expulsados de la fiesta. A partir de ese momento se vieron algunas otras veces, pero sin que la chispa se repitiera.

Mes y medio después coincidieron de nuevo, ahora en una fiesta de uno de los amigos de él. Al mirarse, uno en cada extremo de la cocina, supieron que estaría juntos esa noche, y lo estuvieron. Se besaron de nuevo, furtivamente, en cada rincón que les fue posible, hasta que descubrieron la alacena de la cocina y aprovecharon cada repisa de ella, hasta que los descubrieron los del catering, y los expulsaron de la fiesta. Se vieron de nuevo algunas veces más, pero de nuevo no fue lo mismo.

Hace tres meses se volvieron a cruzar en la fiesta de otra de las amigas de ella. Era una fiesta de alberca, y al cruzarse sus miradas de nuevo, uno en cada extremo de esta, supieron que estarían juntos de nuevo, y lo estuvieron. Sus manos se exploraron de nuevo, bajo el agua, junto a cada pareja de extraños que pudieron, hasta que al final se metieron a un invernadero adyacente, lleno de plantas y juguetes, y jugaron entre ellos hasta que unos niños que entraron corriendo los descubrieron, y los expulsaron de la fiesta. Esta vez ya no intentaron salir de nuevo.

Hace unas semanas, sus caminos se cruzaron de nuevo en la boda de uno de los amigos de él. Al mirarse en la iglesia, el del lado de los invitados del novio, ella del lado de los invitados de la novia, supieron que pasaría de nuevo, y pasó. Bailaron toda la noche rozando sus cuerpos, hasta que no pudieron más y se escondieron en la cava para embriagarse con su deseo, y esta vez los expulsaron de la fiesta cuando uno de los meseros los descubrió por casualidad cuando fue por más champagne.

Ayer mientras ambos cenaban con un grupo de amigos en el mismo restaurante sin saberlo, sus miradas se volvieron a encontrar. El junto a la barra, ella cerca de la entrada. Al instante supieron que no lo podrían evitar, y no pudieron. Al final, en el baño de hombres, mientras alguien gritaba, se dieron cuenta de que los habían descubierto, de nuevo, y cayeron en cuenta de que tendrían que empezar a conseguir más amigos, o esa relación sencillamente no iba a prosperar.

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