Decepción: "¿Víctimas, o victimarios?" [Es-En]

Saludos para todos en esta comunidad de Emotions & Feelings. En esta oportunidad comparto esta publicación basada en el tema del mes, que trata sobre las decepciones. Espero que puedan disfrutar de la información.

Pixabay by T_ushar

Muchas veces las palabras suelen manifestar el peso de un evento o acción y por consiguiente, solo basta con leerla o escucharla para imaginar todo lo que esta puede generar. Este es el caso cuando nos toca hablar de las decepciones, un mal común que parece ir en auge por un mundo tan maltratado por todo lo que este acarrea.

Una decepción es una reacción hacia cierta situación o persona en la cual hemos depositado un cumulo de expectativas que quizás en nuestra mente ya hemos ido construyendo de una forma, hasta que la realidad nos muestra otra muy alejada de lo que esperábamos y deseábamos. Por eso, siempre el grado de insatisfacción dependerá de que tan grandes hayan sido nuestras expectativas.

Dicho pesar puede manifestarse en cualquier plano de nuestra vida: personal, familiar, laboral, amoroso, entre otros. Por eso, la opción de que podamos sufrir esta pena es algo que está muy latente y presente en nuestros días, así que más que evitarlos, creo que lo más sabio es prepararnos para afrontarlos.

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Todos hemos experimentado una decepción en nuestra vida y por eso no sería difícil hablar y entender a la vez, y más si estamos en el papel de víctima, pero algo en lo que también debemos pensar y meditar es cuando estamos sentados en el otro bando, siendo no víctimas sino victimarios de una decepción. Y como ejemplo partiré de un caso muy personal, como cuando la decepción es hacia nosotros mismos.

A veces es más fácil imponer que asumir, ya que de esta forma tratamos de deliberar algo de peso o culpa. Con esto no quiero dar a entender que en toda decepción tenemos algo de culpa, más bien lo que deseo resaltar es que hay situaciones específicas en la vida donde sin querer hemos sumado a nuestra propia insatisfacción, y esto obviamente nos ha llevado a una decepción.

Por ejemplo, desde mi experiencia puedo decir que una de mis grandes decepciones en la vida ha sido el no cumplir una meta que desde niño me plantee y por la cual trabaje muy duro, y eso fue el llegar a ser futbolista profesional. Todo aquello era mi gran deseo, y aunque las expectativas no eran tan elevadas lo cierto fue que la caída fue muy dura, a tal punto que aún en mi corazón hay pequeños rasgos de ese pesar con el que sigo cargando. Pero, ya con el tiempo he meditado en que yo también fui partícipe de esa decepción, y aunque hubieron muchos agentes externos, mi falta de seguridad y las indecisiones en algunos puntos me llevaron a ese triste final.

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Y esto es una pequeña referencia para dejar claro algo duro pero irrefutable: “Nosotros también hemos decepcionado a alguien en algún momento y ante una situación determinada”. Y no se trata de lanzar la culpa de un lado a otro, ya que hasta de manera inconsciente quizás le hemos fallado a alguien no por culpa nuestra sino porque sencillamente esperaban algo más de nosotros.

¿Por qué he pensado en este tema de esta forma? Porque creo que antes de prepararnos ante las decepciones, debemos conocernos y también entender que nosotros podemos fallarle a alguien en este sentido, incluso fallarnos a nosotros mismos. Estoy totalmente seguro que si antes de actuar pensamos y meditamos en las posibles consecuencias en vez de sumar solo expectativas, el resultado estará más propenso al éxito y la felicidad que a la decepción y la tristeza.

Además de lo ya citado, existe una reflexión bastante interesante en el plano emocional ¿Cuánto más podría sentirme yo afectado? ¿Sufriendo una decepción o sabiendo que he decepcionado a alguien? Lo que si queda claro es que sea una u otra opción, es inevitable sentirnos mal, tristes, culpables y cargados de cierta frustración.

¿Qué podemos hacer para manejar las decepciones? Sin duda que tenemos mucho por hacer, y desde mi punto de vista pienso que es fundamental el conocernos emocionalmente, aceptar que las decepciones pueden llegar desde la persona o el lugar menos esperado y que al llegar, nos pueden dejar heridas, experiencias y muchas vivencias de las cuales tendremos que aprender.

Un sabio principio es “Cosechamos lo que sembramos” y en gran parte de nuestro existir esto se aplica de manera infalible. ¿Hemos sufrido alguna decepción? Pues no dejemos que esto haga un espacio en nuestro corazón de forma que nos perjudique por siempre. ¿Alguna vez hemos decepcionado a alguien? Pues sigamos creciendo, partiendo de nosotros mismos y de lo que podemos hacer para ofrecer lo mejor de nosotros. Nunca podremos evitar que las decepciones lleguen a nuestra vida, pero lo que si podemos hacer es controlar su influencia en nuestra personalidad, para así poder seguir adelante y no dejar que sean las decepciones la brújula de nuestro camino emocional.

Pixabay by hasshasib

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Gracias por darle valor a esta publicación con tu tiempo y atención.

Hasta pronto.

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ENGLISH VERSION

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Greetings to everyone in this Emotions & Feelings community. This time I am sharing this post based on the theme of the month, which is about disappointments. I hope you can enjoy the information.

Pixabay by T_ushar

Many times words usually show the weight of an event or action and therefore, it is enough to read or listen to it to imagine all that it can generate. This is the case when we talk about disappointments, a common evil that seems to be on the rise in a world so mistreated by all that this entails.

A disappointment is a reaction to a certain situation or person in which we have deposited an accumulation of expectations that perhaps in our mind we have already been building in a way, until reality shows us another very far from what we expected and desired. Therefore, the degree of dissatisfaction will always depend on how great our expectations have been.

This regret can manifest itself in any area of our life: personal, family, work, love, among others. Therefore, the option that we may suffer this sorrow is something that is very latent and present in our days, so rather than avoiding them, I think the wisest thing to do is to prepare ourselves to face them.

Pixabay by Tumisu

We have all experienced a disappointment in our life and that is why it would not be difficult to talk and understand at the same time, and more so if we are in the role of victim, but something we should also think and meditate on is when we are sitting on the other side, being not victims but victimizers of a disappointment. And as an example I will start from a very personal case, as when the disappointment is towards ourselves.

Sometimes it is easier to impose than to assume, since in this way we try to deliberate some weight or guilt. With this I do not mean to imply that in every disappointment we have something to blame, rather what I want to emphasize is that there are specific situations in life where we have unintentionally added to our own dissatisfaction, and this has obviously led us to a disappointment.

For example, from my experience I can say that one of my greatest disappointments in life has been not fulfilling a goal that I set since I was a child and for which I worked very hard, and that was to become a professional soccer player. All that was my great desire, and although the expectations were not so high, the truth was that the fall was very hard, to such an extent that even in my heart there are small traces of that regret that I still carry. But, with time I have meditated on the fact that I was also part of that disappointment, and although there were many external agents, my lack of security and indecision at some points led me to that sad end.

Pixabay by Ben_Kerckx

And this is a small reference to make clear something hard but irrefutable: "We have also disappointed someone at some point and in a given situation". And it is not about throwing the blame from one side to the other, since even unconsciously perhaps we have failed someone not because of our fault but because they simply expected something more from us.

Why have I thought about this subject in this way? Because I believe that before preparing ourselves for disappointments, we must know ourselves and also understand that we can fail someone in this sense, even fail ourselves. I am absolutely sure that if before acting we think and meditate on the possible consequences instead of just adding up expectations, the result will be more prone to success and happiness than to disappointment and sadness.

In addition to the aforementioned, there is a very interesting reflection on the emotional level: How much more could I feel affected, suffering a disappointment or knowing that I have disappointed someone? What is clear is that either way, it is inevitable to feel bad, sad, guilty and burdened with some frustration.

What can we do to handle disappointments? Undoubtedly we have a lot to do, and from my point of view I think it is essential to know ourselves emotionally, to accept that disappointments can come from the least expected person or place and that when they arrive, they can leave us wounds, experiences and many experiences from which we will have to learn.

A wise principle is "We reap what we sow" and in much of our existence this applies infallibly. Have we suffered any disappointment? Well, let's not let this make a space in our heart in such a way that it harms us forever. Have we ever disappointed someone? Then let us continue to grow, starting from ourselves and what we can do to offer the best of ourselves. We can never prevent disappointments from coming into our lives, but what we can do is to control their influence on our personality, so that we can move forward and not let disappointments be the compass of our emotional path.

Pixabay by hasshasib

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Thank you for adding value to this publication with your time and attention.

See you soon.