Cuidar de nosotros mismos:

Pienso que es una obligación hacerlo, no sólo por amor a lo que nos da felicidad, sino por amor a quienes somos.
Es verdad que nosotros somos lo más importante y cuando estemos totalmente convencidos de esto, nos daremos un espacio para cuidarnos con toda voluntad y sin escatimar en tiempo, gastos y acciones.

Cuidar de nosotros significa que, por amor a mí misma, me voy a regalar mucha atención y poner mucho interés para lograr mi bienestar, un bienestar integral, que va más allá de lo físico y de lo mental.

Cuidar de nuestro cuerpo:

Hay que cuidar de nuestro cuerpo, porque este es el que nos permite ser, sin nuestro cuerpo simplemente no existiríamos.

Por eso y por muchas cosas más debo mantenerlo bien, comiendo de manera saludable, debo dejar la flojera y hacer un poco de deporte, creo que caminar ayuda en gran parte, no sólo a sentirme bien, sino que mi apariencia física es importante, es lo que reflejo a los de mi entorno.

Cuidar de nuestro corazón:

También es totalmente necesario, no puedo permitir que sentimientos nocivos le contaminen y mucho menos que sea maltratado.

Merecemos lo mejor, es por eso que no debo permitir que las emociones dañinas se agarren de mí ser, porque ellas pueden terminar por echar a perder lo bello que tengo en mi interior.

Cuidar de nuestra gente:

Debo de cuidar de los de mí entorno y de nuestras relaciones interpersonales, pues estas son el reflejo de lo que estamos proyectando al mundo, a nuestro mundo. Si actuamos con coherencia en nuestras palabras, en lo que pensamos, si somos consecuentes, todo eso hará bien a los que me rodean.

Como personas valiosas que somos, debemos aprender a tener relaciones sanas con todo lo que tenga un lugar en nuestras vidas, esto nos ayudará a vivir en un entorno lleno de mayor amor y paz para que sigamos creciendo como seres humanos.

Amar es cuidar:

El amor comienza por nosotros mismos es hora de que dejemos de lado tantos deberes y empecemos a amarnos, a valorarnos, a respetarnos y a consentirnos. Hagámoslo por nosotros que nos lo merecemos.

Alguien dijo que " la mayor riqueza de la vida, es tener amor en el corazón, salud en el cuerpo y la paz de Dios en el alma".

Es cierto y lo sabemos que en la vida diaria, somos madres y padres responsables, en tantas ocupaciones que tenemos dentro y fuera del hogar, descuidamos detalles para cuidarnos.

Con éste tema, es más bien un estímulo para todos: mujeres y hombres, ya que no debemos descuidar la salud mental y corporal, así mismo, el arreglo personal, para que le pongamos más atención, de tal manera que mi rol del día a día en el hogar, con la pareja, con los hijos, la familia, sea productivo y para que proyectemos una imagen positiva y llena de vida.