Estamos por salir a la escuela. Mi esposa está muy preocupada y yo realmente no sé que está pasando.

La maestra de Joy, nuestro hijo de 10 años, nos citó para hablar de su comportamiento, es que ha tenido algunos llamados de atención de la oficina del director por lo que Joy llama "pequeños mal entendidos". Veremos que es lo que está pasando.

Al llegar a la oficina del director de la escuela, una niña pasó por nuestro lado empapada en llanto y desconsolada gritaba -mi cabello, mi cabello!- mientras la maestra sostenía una larga trenza de cabello negro entre sus manos y corría para alcanzar a la pequeña. Mi esposa y yo nos miramos aterrados -¿qué clase de monstruo podría cortar el cabello de una niña tan linda?-

Entramos a aquella oficina y recordé mis días por allí, cuando le lancé un avión de papel a la maestra sustituta y me expulsaron por 3 días para que aprendiera la lección. Nunca más volví a hacer algo parecido, pero confieso que fue divertido.

Mientras yo viajaba por mis recuerdos escolares, el director tenía una cara de preocupación y nos explicó que Joy últimamente se ha estado comportando muy extraño. Varios compañeros lo han visto hablando solo por los pasillos y en el patio de juegos.

Nos dijo que hace un par de días su maestra entró aterrorizada a su oficina y traía estos dibujos que le quitó a Joy. Mi esposa empezó a llorar y se recostó en mi pecho como si buscara un refugio y yo me quedé paralizado de miedo cuando vi aquel papel pintado con esos dibujos aterradores.

El director continuó diciendo todo lo que Joy, nuestro amado hijo, hacia a diario en la escuela. Me pareció que era un juicio donde nos leía los cargos por los que era acusado el criminal Joy.

-Cuando sus compañeros pasar junto a él, Joy les mete el pie para que tropiecen y se caigan. Sin que se den cuenta corta el cabello de las niñas y mete en el agua del baño los libros de sus compañeros. No sabemos qué más hacer con este caso señores, deben apoyarnos- Dijo el director con un tono de suplica. Parecía estar desesperado al igual que todos los maestros de Joy.

Esa tarde cuando nuestro hijo llegó a casa después de la escuela, nos sentamos los 3 a hablar en la sala.

-¿Qué es lo que pasa hijo? tu no eres así- le dije, esperando una respuesta de su parte.

-Es Boo, me obliga a mirar mientras él hace cosas malas. Si me opongo va a lastimarnos a todos- dijo Joy con lagrimas en los ojos.

-No mientas hijo, tu amigo imaginario esta en tu imaginación y no puede hacer todas esas terribles cosas- dijo su madre mientras lloraba también.

-Juro que no miento, se apodera de mi cuerpo y empuja a los niños del tobogán y los lastima- insistía Joy en su inocencia.

Como no admitió su mal comportamiento y las cosas terribles que hizo en la escuela, su madre le dijo que se quedara en su habitación mientras acordábamos entre los 2 un castigo para él.

Pasamos cerca de 1 hora discutiendo las limitaciones y tareas domesticas extra que haría Joy, los días de reflexión y las disculpas qué debía pedir a sus compañeros. Subimos las escaleras y escuchamos unos quejidos de Joy. Rápidamente, llegamos a la habitación del niño y su madre abrió la puerta.

Estaba Joy en medio de un charco de sangre, un cuchillo en suelo y una toalla ensangrentada envolvía su brazo. Nos dijo -Me deshice de Boo para siempre, corte mi mano para que ya no se apodere de mi-