Perdida entre lo habitual [Esp-Eng]

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Mary salió a la bodega por la bola de pan acostumbrada de cada mañana. En su andar se le notaba cansada, como si arrastrara el desánimo.

Se demoró un poco, pues había mucha gente esperando en la panadería y cuando por fin salió de los mandados la vecina se acercó a contarle los chismes de los migrantes que llegaban al norte. Casi no quedaba nadie para hablar, pues con la fiebre de salir de la miseria todos se fueron.

El ambiente se sentía pesado en el barrio, el calor derretía las plantas de los portales y hacía que los zapatos se pegaran al asfalto al caminar. Se sentía la soledad en las calles por la ausencia de los jóvenes que partían buscando mejor vida.

Cuando Mary regresó a su casa notó el silencio. Extrañó al escandaloso de Roberto, su marido. Siempre andaba inventando algo para mejorar la casa y ese algo implicaba ruidosas herramientas acompañadas de su tono de voz grave, prácticamente el hombre hablaba gritando por su falla de oído.

Mary entró a la cocina y se sirvió el café, estaba un poco melancólica y se sentía inquieta. Se sentó en la banqueta de madera que le hizo Roberto hace años.

Le dio un sorbo al café mientras hablaba con su viejo y lo ponía al día con las cosas del barrio. Le contaba como algunos de los migrantes se estaban quedando a medio camino de su viaje soñado y como a otros los regresaban desde las fronteras.

Mary sintió escalofrío cuando recordó las palabras del vecino de la esquina, le comentó que salían con temor pero con esperanza, con miedo pero con ilusiones. Eran muchos los sentimientos encontrados que paseaban por el barrio como un huracán desenfrenado.

Mary habla y habla, hacía pausas cortar para beber café y dar mordidas a su bola de pan. Como cada mañana se perdía en la conversación con su esposo. Pero Roberto no escucharía ese día a su mujer. Él no vendría a la mesa ese día arrastrando los pies como acostumbraba.

Ya hace días que él saludaba a los niños como una bandera cuando pasaban a la escuela. Hace días que sus herramientas reposaban silentes en el cajón del garaje, mientras que Roberto dormía con las lechuzas bajo el cobijo de la luna y las estrellas.

Las hierbas del patio comenzaban a crecer. Los lechones y los gallos del corral reclamaban atención y las luces del portal duraban todo el día encendidas.

Hace días que Mary veía a su esposo desde la ventana de la cocina mientras se colaba el café. Lo miraba con ojos tiernos recordando el pasado, aquella flor que le regaló cuando la conoció, la boda que celebraron en el patio de sus suegros, el nacimiento de las hijas y cada una de las mañas y resabios de Roberto.

Tantas cosas por las que debe pasar un matrimonio, convierten aquella unión en algo tan normal, tan común la compañía el uno del otro. Se aprende a conocer a la persona con la que compartes una vida. Se aprende a depender de su compañía.

Mary pensaba perdida entre lo habitual mientras que su marido colgaba del árbol de aguacate.



Fuente de Pixabay editada por mi/Source

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English version

Lost among the usual

Mary went out to the bodega to get her usual morning loaf of bread. She looked tired as she walked, as if she was dragging her discouragement.

It took her a while, as there were many people waiting in the bakery, and when she finally came out of the errands, the neighbor came over to tell her the gossip about the migrants arriving to the north. There was almost no one left to talk, because with the fever to get out of the misery everyone left.

The atmosphere was heavy in the neighborhood, the heat melted the soles of the doorways and made the shoes stick to the asphalt as we walked. The loneliness was felt in the streets due to the absence of the young people who were leaving in search of a better life.

When Mary returned home she noticed the silence. She missed the scandalous Roberto, her husband. He was always inventing something to improve the house and that something involved noisy tools accompanied by his deep-voiced everything, the man was practically shouting because of his failing hearing.

Mary went into the kitchen and poured her coffee, she was a little melancholy and feeling restless. She sat down on the wooden stool Roberto had made for her years ago.

She sipped her coffee while she talked to her old man and caught him up on things in the neighborhood. He was telling her how some of the migrants were getting halfway to their dream trip and how others were being turned back from the borders.

Mary felt a shudder when she remembered the words of the neighbor on the corner, he told her that they were leaving with fear but with hope, with fear but with illusions. There were so many mixed feelings that were going through the neighborhood like an unbridled hurricane.

Mary talked on and on, pausing to cut herself off to drink coffee and take bites of her bread ball. Like every morning she was lost in conversation with her husband. But Roberto would not listen to his wife that day. He would not come to the table that day shuffling as usual.

It had been days since he had waved to the children like a flag as they passed to school. It had been days since his tools rested silently in the garage drawer, while Roberto slept with the owls under the shelter of the moon and the stars.

The weeds in the yard were beginning to grow. The piglets and roosters in the barnyard were clamoring for attention and the porch lights were on all day.

Mary had been watching her husband for days from the kitchen window as the coffee brewed. She would look at him with tender eyes remembering the past, that flower he gave her when he met her, the wedding they celebrated in the backyard of her in-laws, the birth of the daughters and each of Roberto's mornings and hangovers.

So many things that a married couple must go through make that union something so normal, so common, the company of each other. You learn to know the person with whom you share a life. You learn to depend on their company.

Mary thought lost among the usual as her husband hung from the avocado tree.


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Que fuerte hermana...

Como he visto versiones de esa historia en los últimos tiempos.
Un abrazo 🙏 enorme.

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Es triste ver historias así con tanta frecuencia.
Gracias por pasar por aquí...un abrazo infinito 😘
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Hermosa escritura.

Cuan parecido con la realidad que la mayoría vivimos.

Saludos

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Si, es una realidad triste.
Gracias por pasar a visitar mi publicación, valoro mucho su visita. Un abrazo 😘

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Momento, ese final no lo esperaba 😢 siempre me dio miedo tener esa melancolia o vivir en el pasado solo recordando los momentos felices aunque en esta situacion, el escenario es mas fuerte.

Excelente narracion, corta pero impecable.

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Son situaciones que encontramos con el andar de los días... Ojalá no fueran historias reales.

Muchas gracias por tu apreciación y tu visita.

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Gracias por el apoyo 👍🏻

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No me esperaba ese cierre, sin duda alguna una historia que nos mantiene inmersos en ella hasta el final. @chacald.dcymt un abrazo

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La Mente de Mary se quedó divagando
en un pasado lleno de amor construido con su marido
la soledad y el desespero de aquella región se reflejada en ella,
triste y sin vida eran sus días
la oscuridad de sentirse perdida en ella misma
no le permitía ver con claridad.

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Nada más peligroso que cuando una persona cae en depresión. En ocasiones, quienes están a su alrededor no se dan cuenta de las señales y no pueden evitar el desenlace. Nada más peligroso que sentir soledad aún cuando se está acompañado.
Excelente narración, triste historia.
Saludos @chacald.dcymt

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Ah caray, el esposo se colgó como bolita de árbol de navidad, mi lamento para esa Mary que siempre chismea comiendo pan con Café.

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Umm no lo había comparado con una bolita del árbol de navidad 🤔 ... tienes toda la razón.

Gracias por todo el apoyo 😘💜

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Definitivamente agradece a quien te dijo que escribieras más.
Esto es una joya amiga.

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Le añadiste los elementos justos que convierten lo que era un ejercicio en una pieza narrativa de gran calidad.

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