Esta semana acudo la invitación que nos hace nuestro amigo @emiliorios en su iniciativa en Séptimo Día. En esta oportunidad un tema realmente necesario para debatir, por todas las implicaciones que tiene en la salud sobre todo la mental. Invito a @lilianajimenez y @syllem para que nos cuenten su punto de vista.

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Indudablemente que el mal uso que se haga de este medio puede acarrear cantidades de problemas. Los padres somos responsables al permitir en nuestros hijos el uso indiscriminado de las redes sociales, sin orientación ni supervisión.

Por razones personales de crianza, soy muy ajena a las prohibiciones, pienso que de haber nacido en esta época, con las mismas características que tuvo mi niñez, se me habría prohibido todo lo que tuviese que ver con internet, lo que me habría dado aún más limitaciones, a la hora de enfrentarme a un mundo totalmente digitalizado.

En mi infancia y juventud el terror lo generaba la televisión, cantidades de ponencias, informes, ensayos, conferencias, que veían este medio como un idiotizador de masas, un ideologizador.

Hoy en día este medio dejó de ser el «coco» y todo el énfasis cae ahora en las redes y afines, que surgen, gracias al uso de internet. Siempre he considerado ese mundo, como una réplica del real. En la vida hay casas de la cultura, hay bibliotecas, plazas, bares, pero también casas de dudosa reputación, y la persona va caminando y va desechando o escogiendo lo que le sirve o no, de igual manera, en internet se presenta la mayor exposición de vida, que pueda tener un ser humano, con un programa o una aplicación determinada: puede viajar, conocer gente, música del mundo, leer libros, visitar bibliotecas digitales y puede también acceder a la pornografía. La elección estará guiada por la determinación misma que tenga el individuo, por sus curiosidades, sus niveles de formación, sus pasiones y aficiones, entre otras.

Tengo un nieto de once años, que cuando voy a visitarlo, me muestra pintores extraordinarios que ha encontrado a través de YouTube. Tiene acceso al internet con restricciones o, mejor dicho, con supervisión de sus padres; él busca partituras para tocarlas con el cuatro o la bandola, eso me parece extraordinario. verlo utilizar el programas para hacer arreglos musicales de melodías clásicas que le gusta y volverlas aptas para una orquesta folclórica me sorprende.

Todos mis nietos tienen la asesoría permanente de sus padres, ellos aprenden, dibujan, investigan para el colegio con el visto bueno de papá y mamá.

Aprender en tiempo real, de manera gratuita, a dibujar, tejer, cocinar, entre otras tantas actividades, cuyos tutoriales están en las redes, que solo requieren del interés del internauta es lo valioso de este momento.

Particularmente, me preocupa la falta de curiosidad del hombre común, para hacer uso de este medio y sacarle el mayor provecho. No hace mucho tiempo se hablaba de que quien tenía el conocimiento tenía el poder. Todos sabemos que la formación que están recibiendo nuestros estudiantes en liceos e incluso universidades, no es la más idónea, pero también, que cada uno podría, con una autogestión y autoaprendizaje, prepararse mejor.

Lo lamentable es que no todas las personas utilizan las redes para ello, detrás del anonimato se esconden depredadores y enfermos mentales dispuestos a hacer daño, por lo que los padres y maestros no pueden descuidarse.

Son más los que evitan la conversación cara a cara, con el que tienen cerca, por estar entretenidos con el teléfono celular y eso es una pésima actitud. Es importante que un adulto esté al tanto de lo que ve el niño o joven en las redes. La conversación será siempre la manera más inmediata que tenemos para acompañar a los niños en su proceso. Crear la confianza y que nos muestren lo que están haciendo.

Yo apuesto por lo positivo que hay en este mundo de las redes. Desafortunadamente, son muchos quienes no reciben asesoría por lo que los educadores deben estar más atentos.

This week I respond to the invitation that our friend @emiliorios makes to us in his initiative on Seventh Day. On this occasion, a topic that is really necessary to debate, due to all the implications it has on health, especially mental health. I invite @lilianajimenez and @syllem to tell us their point of view.

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Undoubtedly, misuse of this medium can cause lots of problems. Parents are responsible for allowing our children to use social networks indiscriminately, without guidance or supervision.

For personal reasons of upbringing, I am very alien to prohibitions, I think that if I had been born in this era, with the same characteristics that my childhood had, I would have been prohibited everything that had to do with the Internet, which would have still given me more limitations, when facing a totally digitalized world.

In my childhood and youth, terror was generated by television, quantities of presentations, reports, essays, conferences, which saw this medium as an idiotizer of the masses, an ideologizer.

Nowadays this medium is no longer the "bogeyman" and all the emphasis now falls on networks and the like, which arise thanks to the use of the Internet. I have always considered that world as a replica of the real one. In life there are houses of culture, there are libraries, squares, bars, but also houses of dubious reputation, and the person walks and discards or chooses what is useful or not, in the same way, on the Internet there is the greatest life exposure, that a human being can have, with a certain program or application: he can travel, meet people, world music, read books, visit digital libraries and he can also access pornography. The choice will be guided by the individual's own determination, by their curiosities, their levels of training, their passions and hobbies, among others.

I have an eleven-year-old grandson, and when I go to visit him, he shows me extraordinary painters that he has found through YouTube. He has access to the internet with restrictions or, rather, with supervision from his parents; He looks for scores to play with the cuatro or the bandola, that seems extraordinary to me. Seeing him use the programs to make musical arrangements of classical melodies that he likes and making them suitable for a folk orchestra surprises me.

All my grandchildren have permanent advice from their parents, they learn, draw, and research for school with the approval of mom and dad.

Learning in real time, for free, to draw, knit, cook, among many other activities, whose tutorials are on the networks, which only require the interest of the Internet user is what is valuable about this moment.

Particularly, I am concerned about the common man's lack of curiosity to make use of this medium and get the most out of it. Not long ago it was said that whoever had the knowledge had the power. We all know that the training that our students are receiving in high schools and even universities is not the most ideal, but also that each one could, with self-management and self-learning, prepare better.

[](https://pixabay.com/es/vectors/reading- books- ipad-digital-7334749/)

The unfortunate thing is that not all people use the networks for this, behind anonymity hide predators and mentally ill people willing to do harm, so parents and teachers cannot be careless.

More people avoid face-to-face conversations with those close to them because they are busy with their cell phones, and that is a bad attitude. It is important that an adult is aware of what the child or young person sees on the networks. Conversation will always be the most immediate way we have to accompany children in their process. Create trust and show us what they are doing.

I bet on the positive things that exist in this world of networks. Unfortunately, there are many who do not receive advice, so educators must be more attentive.