— ¡Ya, hasta aquí, ahora si es verdad que esto se acabó!— Decía Cate, haciendo énfasis en cada palabra y separando algunas sílabas para remarcar lo dicho mientras recorría con sus largas piernas y figura esbelta el corto espacio de la habitación donde se encontraba, era lo más parecido a una leona enjaulada, yendo de un lado a otro y temblando de indignación.

Kiki la veía como quien ve llover, frente a la taza de café humeante tarareaba mentalmente el estribillo de un viejo bolero que escuchaba su mamá: —La historia vuelve a repetirse, tarararararara—, al tiempo que decía:

—Amiga, cálmate, ¿Qué es lo que pasó ahora?

—Mira, mira lo que me escribió hace cinco días, cada vez que abro el mensaje y lo leo, como quisiera tenerlo al frente para decirle hasta del mal que se va a morir a ver si se ubica y deja la cómica.

Tomando una gran bocanada de aire, buscó el mensaje en WhatsApp e imitando a Gabriel, en tono altanero comenzó a leer:

—Cate, vi las fotos que Lucía subió a facebook y te etiquetó, se ve que la estas pasando muy bien sin mí, creo que es mejor que dejemos esto hasta aquí. Hablamos cuando regrese—

—Seis, meses, seis meses tiene el niño por allá ¿Qué creerá? que yo soy Penélope, qué voy estar aquí encerrada, qué no puedo echar una salida con mis amigos un rato y pasarla bien? ¡Claro! Como yo no tengo amigos allá que monten lo que él hace, solo me llega lo que él quiere, siempre trabajando y con cara de angelito…. Pero yo sé que esa vaina no es así, conociéndolo, se la debe pasar en sitios nocturnos tomando algo, compartiendo con los amigos y como mínimo buceando mujeres.

—Pero Cate, tu sabes que esas son puras habladeras de tonterías, que cuando llegue, apenas se vean, se reconcilian, como si no hubiese pasado nada, así que deja el espectáculo.

— ¿Espectáculo?, espectáculo es el que le voy a montar en cuanto lo vea porque… qué cuento es ese de que hablamos cuando regrese, es que acaso el es papá mío, ¿quiere qué tiemble? A demás desde ese mensaje me tiene en azul, ni una palabra más me ha dicho y mira que le he mandado como mil mensajes. Aunque para ser sincera hace dos días que no le escribo.

—Chama, el asunto como que va en serio

— Claro que va en serio, como dices voy a dejar el espectáculo y ponerme seria, tengo dos días pensando que esta relación no va para ningún lado, imagínate que el muy bicho tenía que haberme depositado para los gastos y no lo ha hecho, entonces… no quiere que trabaje, no quiere me meta en el postgrado pero a la primera de cambio dice hasta aquí y me deja flotando ¡No chica esta vaina no sirve para nada!

—Bueno amiga de verdad que tienes que ponerte seria mira que ya no somos tan chamas.

—¡Ah, no vengas tu!, encima que me siento depre me vas a decir vieja… soltaron la carcajada y se despidieron.

A los dos días Kiki recibe el siguiente mensaje:

—Amiga, Gabriel llegó, ¡Estamos de lunita de miel!

Mientras respondía, a su mente volvía a llegar el estribillo: —La historia vuelve a repetirse, tarararararara— y una media sonrisa de ¡No puedo con ella! Llegaba a su corazón.

In English

— Cate said, emphasizing each word and separating some syllables to emphasize what she said while she walked with her long legs and slender figure through the short space of the room where she was, she was the closest thing to a caged lioness, going from one side to the other and trembling with indignation.

Kiki watched her like someone watching it rain, in front of the steaming cup of coffee she was mentally humming the refrain of an old bolero her mother used to listen to: —History repeats itself again, humming humming humming humming—, while saying:

— friend, calm down, what happened now?

—Look, look what he wrote me five days ago, every time I open the message and read it, I wish I had him in front of me to tell him that he was going to die, to see if he would get his head straight and stop being a comedian.

Taking a big breath of air, he looked for the message on WhatsApp and imitating Gabriel, in a haughty tone he began to read:

—Cate, I saw the photos that Lucia uploaded to facebook and tagged you, it looks like you're having a great time without me, I think it's better we leave this up to here. I'll talk to you when I get back.

—Six, months, six months the boy has been there, what does he think, that I'm Penelope, that I'm going to be locked up here, that I can't go out with my friends for a while and have a good time? Of course! Since I don't have friends there to do what he does, I only get what he wants, always working and looking like an angel. .... But I know that's not the way it is, knowing him, he must spend his time in night clubs drinking, sharing with friends and at least diving with women.

—But Cate, you know that those are all just a bunch of nonsense, that when he arrives, as soon as they see each other, they make up, as if nothing had happened, so stop with the show.

—Show? show is the one I am going to put on for him as soon as I see him because... what is this story that we will talk about when he comes back, is he my daddy, does he want me to tremble? Besides, since that message he has kept me in blue, he hasn't said another word to me and I have sent him about a thousand messages. Although to be honest, I haven't written to him for two days.

—Chama, the matter is really serious.

—Of course it's serious, as you say I'm going to stop the show and get serious, I've been thinking for two days that this relationship is going nowhere, imagine that the bug should have paid me for the expenses and he hasn't done it, so... he doesn't want me to work, he doesn't want me to go to graduate school but at the first chance he says so far and leaves me floating ¡No girl this thing is useless!

—Well, my friend, you really have to get serious, we are not so young anymore.

—Oh, don't you come!, you're going to call me old lady..." They laughed and said goodbye.

Two days later Kiki received the following message:

—Friend ,Gabriel arrived, we are on our honeymoon!

As she answered, the refrain came back to her mind: -History repeats itself again, humming humming humming humming- and a half smile of I can't stand her! came to her heart.

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