Cuando las personas que más amas no están a tu lado es “común” que tu pensamiento ante cualquier eventualidad se ponga en lo peor. En lo que comencé a tener noticias de como la enfermedad avanzaba por Europa me iba llenando de ansiedad y preocupación, pues mis dos hijos, mis nietas y mi nuera viven en España, las cuatro chicas son asmáticas, lo que las hacía más vulnerable. A diario quería saber de ellos, era como una necesidad imperiosa que se reportaran, al tiempo que no quería ser y parecer aprehensiva y como dicen, echarle más leña al fuego.

Yo venía realizando una actividad constante de foro-chat a través del WhatsAap que se intensificó cuando comenzó la pandemia, en ese momento le propuse a mi hija que hiciéramos algo juntas, ella como psicóloga y yo como coach, de esa manera nos tranquilizábamos nosotras y aquellas personas que se uniesen a la actividad. Fue una forma perfecta de ayudarnos todos, de estar en contacto, de bajar los niveles de ansiedad.

El 2020 para mí fue un año de intenso trabajo, de los grupos salían propuestas para que montásemos foros en diversos ámbitos: la Universidad Bicentenaria de Aragua me contactó para que diésemos una serie de foros en torno al tema emocional y de emprendimiento, asociaciones de vecinos para fortalecer sus comunidades, madres de adolescentes pidiendo estrategias…

Adicional a eso, trabajaba en la modalidad freelance como creadora de contenido y me pedían trabajos que me “obligaban” a investigar mucho sobre el Covid y que tocaban el dolor muy de cerca como fueron: La Desigualdad de derechos en tiempos del Covid, donde resaltaba la violencia doméstica en mujeres y niños, llegué a hacer uno para una gente en Ecuador de los derechos de los difuntos ejercidos a través de quienes los sobreviven, como son los derechos a recuperar el cuerpo de sus deudos, a saber dónde están enterrados, y que su memoria sea respetada.

Fue un trabajo intenso, muchas veces agotador, pero desde el convencimiento que estaba acompañando a los demás, que podía ser una fuente de apoyo para otros y eso me fortalecía, sentía que en cada taller, encuentro que realizábamos, había mucho amor y entrega.

En cuando a mi relación de pareja puedo decir que no hubo grandes cambios, puesto que como jubilados y estando solos nosotros dos en la casa estábamos muy acoplados en la convivencia de “todo el día y todos los días”, sin embargo, nuestras discusiones intelectuales se intensificaron, @irvinc, se metió de lleno en la plataforma y realizábamos largas conversaciones sobre todo lo que ocurría, siempre buscando el equilibrio porque él tiende a ver las cosas hacia lo más oscuro y yo hacia lo más claro así que buscar los grises, encontrar ese equilibrio era una de las grandes metas.

Algo que nos afectó enormemente fue cuando el confinamiento se hizo radical, el hecho de no poder salir a caminar nos causaba opresión, pero alivianábamos la situación haciendo algo de ejercicios aquí en la casa, por lo demás todo seguía su curso “normal”.

Una prima murió por Covid a finales del 2020, por razones de seguridad y todas las características sociales y económicas en que se encontraba sumergida Venezuela, era prácticamente imposible ir para Caracas a acompañar a la familia y despedir a la prima, su hermana, propuso hacerle los novenarios por WhatsApp. Hizo algo distinto al rezo del rosario, hacíamos las oraciones que todos conocemos y pedíamos mucha luz y vuelo alto para el espíritu de nuestro familiar ido. Era una actividad diaria de 20 minutos llena de amor, respeto, solidaridad, compañía.

Me conecté mucho con esta acción, me produjo un sentimiento de tanta unión y apoyo familiar que cuando una amiga murió le propuse a su hija realizar los rezos de esa manera, ella estuvo de acuerdo, luego el papá de una amiga y así otras tantas personas.

Cuando mi cuñado murió a finales del 2021, con tanta familia por fuera, tener esta posibilidad de estar juntos fue una bendición.

LLevar esta acción a familiares, amigos, conocidos y desconocidos fue otra forma de expresar solidaridad y amor hacia los demás, que en medio de la pandemia, resultó una alternativa que nos reconfortó.

Ha pasado el tiempo y ya nos hemos relajado con respecto al virus, es cierto que pensamos que el mundo iba a cambiar de manera más positiva con ella, que aprenderíamos a ser más conscientes, responsables, humildes, solidarios. Es posible que esta expectativa no se haya cumplido de manera global, pero siento que cada uno, a su manera, aprendió alguna lección y desde su pequeño mundo lo va expandiendo.

In English

These twenty-something years of the new century have brought us great changes, experiences that we never imagined we would have and just as many have been positive others have filled us with fears, worries, and a great certainty that uncertainty is certain and that anything can happen, although at first this thought may be pessimistic we always have the option to think that what is coming may be the best.

One of these great events was the pandemic that opened the decade of 2020 covering humanity with its shadow. Surprising, scary and for many, including myself, in its first moments it seemed to us that it was exaggerations, birds of ill omen announcing unfounded misfortunes, soon I realized that it was real, it was here and that we were defenseless against this invisible "entity" but fast and deadly in its spread.

Living and surviving the pandemic

Friend @charjaim from her column Esa vida nuestra in the @holos-lotus community invites us to reflect on El amor en los tiempos del Covid/Initiative No. 8/Esa vida nuestra//Love in the time of Covid/Initiative No. 8/That Life of Ourstrae below I share some of my experiences.

When the people you love the most are not by your side, it is "common" that your thoughts about any eventuality turn to the worst. As soon as I began to have news of how the disease was progressing in Europe I was filled with anxiety and worry because my two sons, my granddaughters and my daughter-in-law live in Spain, the four girls are asthmatic which made them more vulnerable. Every day I wanted to hear from them, it was like an imperious need for them to report, at the same time I did not want to be and seem apprehensive and as they say add fuel to the fire.

I had been doing a constant forum-chat activity through WhatsAap that intensified when the pandemic began, I proposed to my daughter that we do something together, she as a psychologist and me as a coach, that way we could reassure ourselves and those people who joined the activity. It was a perfect way for all of us to help each other, to be in contact, to lower anxiety levels.

For me, 2020 was a year of intense work, the groups came up with proposals for us to organize forums in different areas: the Bicentennial University of Aragua contacted me to give a series of forums on emotional and entrepreneurial issues, neighborhood associations to strengthen their communities, mothers of teenagers asking for strategies....

In addition to that I worked as a freelance content creator and I was asked to do work that "forced" me to do a lot of research on covid and that touched the pain very closely such as: The Inequality of rights in times of covid, where I highlighted domestic violence in women and children, I even did one for a people in Ecuador of the rights of the deceased exercised through those who survive them such as the right to recover the body of their loved ones, to know where they are buried, and that their memory is respected.

It was an intense work, often exhausting, but from the conviction that I was accompanying others, that I could be a source of support for others and that strengthened me, I felt that in each workshop and meeting we held there was a lot of love and dedication.

As for my relationship as a couple I can say that there were no major changes since as retirees and being only the two of us at home we were very coupled in the coexistence of "all day and every day", however, our intellectual discussions intensified, @irvinc, got fully into in the platform and we had long conversations about everything that happened, always looking for balance because he tends to see things towards the darkest and I towards the clearest so looking for the grays, finding that balance was one of the great goals.

Something that affected us enormously was when the confinement was radical, the fact of not being able to go out to walk caused us oppression but we alleviated the situation by doing some exercises here at home, otherwise everything continued its "normal" course.

A cousin died of covid at the end of 2020, for security reasons and all the social and economic characteristics in which Venezuela was submerged it was practically impossible to go to Caracas to accompany the family and say goodbye to the cousin, her sister, proposed to make novenaries by whatsApp. He did something different from praying the rosary, we did the prayers that we all know and asked for a lot of light and high flight for the spirit of our departed relative. It was a daily activity of 20 minutes full of love, respect, solidarity, companionship.

I connected a lot with this action, it produced in me a feeling of so much union and family support that when a friend died I proposed to her daughter to perform the prayers in this way, she agreed, then the father of a friend and so many other people.

When my brother-in-law died at the end of 2021, having this possibility of being together was a blessing, it was another way of expressing solidarity and love towards others, which in the midst of the pandemic, became possible.

Time has passed and we have already relaxed about the virus, it is true that we thought that the world was going to change in a more positive way with it, that we would learn to be more aware, responsible, humble, in solidarity. It is possible that this expectation has not been fulfilled globally, but I feel that everyone, in their own way, learned a lesson and from their own little world they are expanding it.

(@zupasteleria) (@tayiitos)

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