Estos últimos meses he tenido la alegría de ver y compartir con personas muy significativas para mí: sobrinos, amigas, amigos, comadre. Ellos han emigrado, cada quien, para distintos países y este año ha sido oportuno para los reencuentros, para llenarnos de alegrías, abrazos, cariños e intercambiar experiencias.

Lo asombroso de estos reencuentros es que pareciese que no ha transcurrido el tiempo, por lo menos el afectivo, si es que hay un tiempo afectivo, lo cierto es que han pasado años y cuando nos vemos el amor está intacto, la confianza no se ha movido de su sitio y después de esos abrazos fuertes y sentidos las conversaciones fluyen como si hubiésemos estado juntos el día anterior. Algo verdaderamente hermoso.

El sábado pasado fuimos al encuentro con unos amigos muy especiales, una pareja con sus morochos, cuando se fueron, los morochos tenía cinco añitos, en ese momento, por lo menos tres veces por semana los recogíamos en el preescolar y pasaban las tardes con nosotros, mientas sus papás salían del trabajo y venían a buscarlos, eso hizo que ellos nos vieran con esos nexos familiares que creamos a partir del afecto, para ellos éramos y seguimos siendo el tío Irvin y la tía Damarys.

Ver a estos queridos niños ya con once años fue maravilloso. Aquí, entre nosotros, mi amor de abuela no expresado, se desbordó ja,ja,ja, disfruté mucho escuchándolos con sus vivencias y apreciaciones. Uno de ellos nos regaló tres canciones y quedé maravillada y con el otro, cuya pasión es la lectura, la conversación se hizo muy amena.

Como les cuento fue un reencuentro y aunque el motivo central era esta familia, el momento fue propicio para conversar sobre el CIP (Centro de investigaciones Populares) un grupo de investigación centrado en el conocimiento de la familia venezolana creado hace más de treinta años y que durante más de veinte años fue parte de nuestro hacer cotidiano de estudio, y discusiones semanales guiados por un gran maestro, el sacerdote, filosofo, psicólogo, escritor, Alejandro Moreno.

Los presentes, somos ese grupo y dentro de él hemos visto la formación de parejas y familias como el caso de María y Julio la pareja que nos visitó, o Alexander y Mirla que ya sus hijos de 19 y 20 años, en esta oportunidad no nos acompañaron, por tener otras actividades en el Centro juvenil que dirigen y que fue un legado de Moreno en un barrio caraqueño.

Lo cierto es que el grupo es más una “familia escogida”, aquella que nace de un interés común y que los lazos afectivos la fortalecen. Cuando miro hacia atrás y veo todo lo que hemos vivido juntos, como nos hemos acompañado y apoyado en diversos momentos, no hay palabras que lo definan mejor, sino esas que hablan del amor fraterno.

En medio de la alegría, el compartir, la comilona, los cuentos y el replanteamiento del CIP el momento fue propicio para recordar a los ausentes. Unos por ya no encontrarse entre nosotros porque pasaron a otro plano existencial y otros por estar fuera del país, pero en esa reunión fueron presencia y no ausencia.

Quizás este post tenga un tono de nostalgia. Esos años vividos llenos de aprendizajes, conocimientos y con-vivencia dejaron su huella en mí, en la manera de ver el mundo, la sociedad, al otro, en su individualidad, la comprensión de la familia, la pareja y a mí misma, todo ello me hacen ser quien soy y lo agradezco inmensamente.

Pero más allá de esa nostalgia, la reunión del sábado me dejó la alegría de saber que en medio de tantos cambios, los afectos se mantienen, que nos alegramos porque los que amamos están bien, haciendo su vida en cualquier lugar donde estén con la convicción de que están haciendo lo mejor para sus familias. Eso siempre me llena de regocijo, sentir a esos núcleos familiares, que respetan las individualidades de sus hijos y pareja, pero que están claros que remando juntos hacia el mismo lado, pueden llegar más lejos y con menos tropiezos.

Una nota fuera de contexto. Una de las desventajas de que tu pareja este en Hive es que la mayoría de las veces comparten los mismos eventos y reuniones, él se te adelanta, publica antes que tú y, aunque cada uno tiene sus sentires y percepciones para expresarlas en su propio lenguaje, las fotos tienen mucha similitud porque como dice la canción: es la misma gente y el mismo lugar, pero esto también es parte de ser familia y amigos ja,ja,ja. Cariño para ustedes.

In English

These last few months I have had the joy of seeing and sharing with people who are very important to me: nephews, nieces, friends, comadre. They have emigrated, each one to different countries and this year has been an opportune time for reunions, to fill us with joy, hugs, affection and exchange of experiences.

The amazing thing about these reunions is that it seems that time has not passed, at least the affective time, if there is an affective time, the truth is that years have passed and when we see each other love is intact, trust has not moved from its place and after those strong and heartfelt hugs conversations flow as if we had been together the day before. A truly beautiful thing.

Last Saturday we went to meet some very special friends, a couple with their morochos, when they left, the morochos were five years old, at that time, at least three times a week we picked them up at the preschool and they spent the afternoons with us, while their parents left work and came to pick them up, that made them see us with those family ties that we created from affection, for them we were and still are Uncle Irvin and Aunt Damarys.

Seeing these dear children at eleven years old was wonderful. Here among us, my unexpressed grandmotherly love overflowed ha,ha,ha,ha, I enjoyed listening to them with their experiences and appreciations. One of them gave us three songs and I was amazed and with the other one, whose passion is reading, the conversation became very pleasant.

As I tell you, it was a reunion and although the central motive was this family, the moment was propitious to talk about the CIP (Popular Research Center) a research group focused on the knowledge of the Venezuelan family created more than thirty years ago and that for more than twenty years was part of our daily study and weekly discussions guided by a great teacher, the priest, philosopher, psychologist, writer, Alejandro Moreno.

Those present, we are that group and within it we have seen the formation of couples and families as the case of Maria and Julio the couple who visited us, or Alexander and Mirla and their children of 19 and 20 years, this time did not accompany us, because they have other activities in the Youth Center they run and that was a legacy of Moreno in a neighborhood of Caracas.

The truth is that the group is more of a "chosen family", one that is born of a common interest and that the bonds of affection strengthen it. When I look back and see all that we have lived together, how we have accompanied and supported each other at various times, there are no words that define it better than those that speak of brotherly love.

In the midst of the joy, the sharing, the sharing of food, the stories and the rethinking of the CIP, the moment was propitious to remember those who were absent. Some of them are no longer with us because they have moved on to another existential plane and others because they are out of the country, but at this meeting they were present and not absent.

Perhaps this post has a tone of nostalgia. Those years lived full of learning, knowledge and coexistence left their mark on me, in the way I see the world, society, the other in their individuality, the understanding of the family, the couple and myself, all this makes me who I am and I am immensely grateful for it.

But beyond that nostalgia, Saturday's meeting left me with the joy of knowing that in the midst of so many changes, affections are maintained, that we rejoice because those we love are well, doing their lives wherever they are with the conviction that they are doing the best for their families. That always fills me with joy, to feel those families that respect the individuality of their children and partners, but that are clear that rowing together towards the same side they can go further and with fewer stumbles.

A note out of context. One of the disadvantages of your partner being in Hive is that most of the time you share the same events and meetings, he gets ahead of you publishes before you do and although each one has their own feelings and perceptions to express them in their own language, the photos have a lot of similarity because as the song says: it's the same people and the same place, but this is also part of being family and friends ha,ha,ha. Love to you.

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Fuente de imágenes. Achivo personal.