Tenía miedo de contar lo que estaba escrito en el diario, pero... algo dentro de mí me dice que nada me va a pasar. Aun con este temor, comienzo a escribir un resumen de lo que he leído. Esto solo va a ser la mitad interesante de aquel cuaderno viejo que encontré en mi nueva casa. Si aún mi vida sigue en pie y mi salud no empeora, terminaré de leer el resto y lo escribiré, para que nadie tenga la desdicha de sufrir la maldición del diario.

En 1980, una dulce niña de 9 años llamada Sofía vivía con sus padres, el señor Antonio y la señora Sandra. Ellos eran una familia muy normal, llena de sueños y grandes hazañas. El padre era gerente de una conocida empresa de fabricación de cigarrillos y era uno de los mejores empleados de esa empresa. Todos sus subalternos lo querían y decían que era un jefe ejemplar. Todos querían estar en su área de trabajo.

El 6 de agosto de 1984, Antonio es ascendido como jefe de toda la empresa. El poder lo fue consumiendo con el tiempo. Los empleados que lo querían, comenzaron a desear su muerte ya que él les quitaba muchos privilegios y los trataba como esclavos. Su esposa en casa también notaba ese cambio, pero por más que ella le comentaba, él solo le respondía que eran ideas de ella, que todo estaba bien. Ella le dijo que se sentía sola, que ya no notaba su calor ni su presencia, que era un cuerpo vacío.

En su enojo, Antonio le da una cachetada (algo que jamás había ocurrido en los 20 años de matrimonio). Ella, indignada, se va de la habitación, durmiendo con su hija, por miedo a que su amado esposo le hiciera algo mientras dormía. Esa misma noche, Sandra escucha unos gritos de agonía desde la dirección de su cuarto. Ella corre hacia la habitación, viendo una enorme criatura con grandes garras sobre su esposo, destrozando su pecho. Cuando este ser se percató de la presencia de Sandra, desapareció.

Sandra, al encender la luz, grita del horror. Toda la habitación estaba llena de sangre, la sangre de su esposo. No podía creer lo que estaba pasando, rompiendo en llanto. Al poco tiempo, escucha la voz de su hija en el pasillo diciendo: "Mamá, mamá, mamá, ahora que papá murió, vamos a estar mejor, ¿no?". Sandra, temblando, porque su hija no había visto el cadáver de su padre, le grita: "Tu padre no está muerto, no digas esas cosas". Sofía responde: "Sí, mamá, él ya murió. Me lo dijo su amigo en mi cuarto. También me dijo que yo sería la próxima en irme de este mundo con mi papá, que él tenía una deuda y yo era el pago".

Sandra sale corriendo hacia donde está su hija, cuando escucha decir "Adiós, mami, te quiero mucho". Luego de eso, una sombra negra se posa detrás de la dulce niña y segundos más tarde cae el cuerpo sin vida de Sofía. El grito de horror desgarra las cuerdas vocales de Samanta, haciéndola escupir sangre...

Sandra, conmocionada y aterrorizada, no sale más de su casa. Aquel grito por la muerte de su hija la dejó completamente sin habla. Enterró a su esposo e hija en el sótano, por miedo a las autoridades.

Maldijo la casa, tomando de su esposo e hija los huesos del dedo índice de la mano derecha, guardándolos en un lugar que nadie encontraría. Terminó el ritual cortándose las venas y esparciendo su sangre por toda la casa, muriendo desangrada en un raro símbolo en el piso...

Nada ni nadie podrá escapar de esta maldición mi querido lector, hoy sentirás los como Sandra te acariciará por la noche, al igual que lo hace conmigo. Es tan lindo este sentimiento de no solo ser yo el maldecido...

I was afraid to recount what was written in the diary, but... something inside me tells me that nothing will happen to me. Despite this fear, I begin to write a summary of what I've read. This will only be the interesting half of that old notebook I found in my new house. If my life still stands and my health doesn't worsen, I'll finish reading the rest and write it down, so that no one else suffers the curse of the diary.

In 1980, a sweet 9-year-old girl named Sofía lived with her parents, Mr. Antonio and Mrs. Samanta. They were a very normal family, full of dreams and great achievements. The father was a manager at a well-known cigarette manufacturing company and was one of the best employees there. All his subordinates liked him and said he was an exemplary boss. Everyone wanted to be in his work area.

On August 6, 1984, Antonio was promoted to head of the entire company. Power consumed him over time. The employees who liked him began to wish for his death as he took away many privileges from them and treated them like slaves. His wife at home also noticed this change, but no matter how much she mentioned it to him, he only replied that it was her ideas, that everything was fine. She told him she felt lonely, that she no longer felt his warmth or presence, that he was an empty shell.

In his anger, Antonio slapped her (something that had never happened in their 20 years of marriage). Indignant, she left the room, sleeping with her daughter, fearing that her beloved husband would do something to her while she slept. That same night, Samanta heard screams of agony coming from their room. She ran to the room, seeing a huge creature with large claws on her husband, tearing his chest apart. When this being noticed Samanta's presence, it disappeared.

Samanta, upon turning on the light, screamed in horror. The whole room was filled with blood, her husband's blood. She couldn't believe what was happening, breaking into tears. Shortly after, she heard her daughter's voice in the hallway saying, "Mom, mom, mom, now that dad's dead, we'll be better, right?". Trembling, because her daughter hadn't seen her father's corpse, Samanta shouted, "Your father isn't dead, don't say those things". Sofía replied, "Yes, mom, he's already dead. His friend told me in my room. He also told me that I would be the next to leave this world with my dad, that he had a debt and I was the payment."

Samanta ran to where her daughter was, when she heard her say "Goodbye, mommy, I love you very much". After that, a black shadow hovered behind the sweet girl, and seconds later, Sofía's lifeless body fell. The scream of horror tore Samanta's vocal cords, making her spit blood...

Samanta, shocked and terrified, never left her house again. That scream for her daughter's death left her completely speechless. She buried her husband and daughter in the basement, afraid of the authorities.

She cursed the house, taking the index finger bones of her husband and daughter's right hand, keeping them where no one would find them. She finished the ritual by cutting her veins and spreading her blood throughout the house, dying from blood loss in a strange symbol on the floor...

Nothing and no one will be able to escape from this curse my dear reader, today you will feel how Sandra will caress you at night, just like she does with me. It's so nice this feeling of not only being me the cursed one....

Posted Using InLeo Alpha