Y claro que es el mes que consideramos más hermoso.

Y es porque es el mes donde celebramos el nacimiento de un pilar fundamental de moral y de justicia.

Un mes donde nos reunimos en familia, donde hay celebración en el hogar, donde se decoran la casa, donde ofrecemos nuestros regalos para mostrar amor a quienes viajan con nosotros durante todo el año en esta ventura que es la vida.

Sin embargo, todos sabemos que es más profundo el significado de diciembre, que va más allá del disfrute, de las luces, el pesebre, el árbol, los regalos; que llega hasta ese sentimiento complejo y global, que es ese sentimiento de unión, de paz, de tranquilidad que uno desearía poder vivir con los que ama.

Pero aún más allá, es un momento de reflexión en cuanto a la organización del mundo, en cuanto a la evolución del hombre como sociedad, en cómo estamos evolucionando, en qué estamos haciendo por nosotros como comunidad y por el planeta.

El significado del momento decembrino es más profundo que esto, porque implica el poder agradecer por el año que va y por el año que llega.

Y más aún, es importante la reflexión.

Reflexionar sobre aquellos que terminan el año sin las condiciones materiales o de existencia para una vida digna; pensar en aquellos que pasan hambre, que no tienen recursos materiales y que tampoco tiene la posibilidad de protección, de familia o de un hogar.

Para nosotros, los seres humanos, diciembre es como al reinicio de todo; es el respiro del año que ha pasado, dónde se hace una reevaluación de lo que se ha vivido.

Momento de evaluar sobre nuestra salud mental y espiritual, sobre nuestra salud social, y la de aquellos que no pueden disfrutar de una festividad porque solo tienen lo básico o no tienen nada; sobre aquellos que están solos sin su familia.

Un momento, además, para reflexionar sobre las familias divididas, las que están atravesando por conflictos internos difíciles de resolver, incluso legales.

Es el momento para reflexionar sobre la situación política y económica de los diferentes países donde vivimos, de reaccionar ante las situaciones y también preguntarnos ¿Cuál es nuestro aporte?

Para quién la fecha decembrina significa ese momento de regalo espiritual que se le ofrece después de todo un año, conjuntamente con el agradecimiento, debería estar presente la reflexión.

Y la primera reflexión que tenemos que hacer es preguntarnos, sí hemos creado, durante todo el año, las condiciones necesarias como para poder pasar un mes de unión, de gratitud, de calma, de relajación, serenidad y descanso.

Trabajar durante todo el año para poder tener un mes de equilibrio y concordia debería ser prioridad en cada uno de nosotros y de nuestras familias nucleares para este diciembre.

Espero que podamos regalarnos un momento profundo, de gratitud por lo que hemos vivido y hemos tenido; por el aprendizaje recibido, por la posibilidad simple de poder vivir otra época navideña más.

Regalarnos un momento de conciencia pensando en aquellos que tienen dificultades; y pensar en lo que podemos nosotros aportar para ayudar a otros y verificar si nuestro servicio es efectivo.

Y si no estamos ayudando de alguna manera, preguntarnos cómo y en qué podemos comenzar a ayudar.

Y un punto de reflexión soberanamente importante, para nuestra madre Tierra, para nuestro hogar: ¿Qué podemos hacer, qué granito de arena podemos aportar para generar menos impactos negativos en nuestro entorno?

Sumemos esfuerzos, sumemos preocupación por el planeta, sumemos pequeñas acciones que, distribuidas en todo el mundo, pudiesen lograr un impacto muy positivo sobre nuestro hogar tan golpeado por la producción humana.

Un mes para agradecer por ser parte de la vida de otros

Definitivamente, este es un hermoso mes para todos; y más allá de los regalos físicos, los regalos de conducta, de trato hacia los otros, como el respeto, el entender por qué debemos ser tolerantes, entender el albedrío de cada quien; el respetar las decisiones.

Tener claro que todos podemos tomar la información y la opinión que podamos emitir en un momento determinado, aunque no concuerde con la de otros; tomarla en cuenta, tratar de entenderla.

Los regalos que ayudan a mostrar un alma solidaria y empática son tal vez los regalos que hoy en día deberían estar de moda en este hermoso mes.

Agradezcamos, regalemos gestos del alma y, no olvidemos al que sufre y no tiene, y al hermoso hogar en el que la humanidad vive, nuestro planeta.

Gratitude: An honest reflection for the beginning of December

A few days into December it is already Christmas for us, the beginning of the end of the year festivities, of joy, of family togetherness.

It makes us try to make a stop of the publications we do about wellness in C/Holos&Lotus, about entrepreneurship in C/Be Entrepreneur and the ones we do, occasionally, in C/Literatos and in C/Mundo Autismo.

December arrives and with the decoration of the whole home, we disperse in thoughts of togetherness, but we also get involved in reflections.

Here, the first Christmas reflection, after the gratitude we feel for being able to live and enjoy another Christmas season.

The most beautiful month

And of course it is the month we consider the most beautiful.

And it is because it is the month where we celebrate the birth of a fundamental pillar of morality and justice.

A month where we gather as a family, where there is celebration at home, where the house is decorated, where we offer our gifts to show love to those who travel with us throughout the year in this adventure that is life.

However, we all know that the meaning of December is deeper, that it goes beyond the enjoyment, the lights, the manger, the tree, the gifts; that it reaches that complex and global feeling, which is that feeling of union, of peace, of tranquility that we wish we could live with the ones we love.

But beyond that, it is a moment of reflection on the organization of the world, on the evolution of man as a society, on how we are evolving, on what we are doing for ourselves as a community and for the planet.

The meaning of the Christmas season is deeper than this, because it implies being able to give thanks for the year that is going and for the year that is coming.

And even more, it is important to reflect.

To reflect on those who end the year without the material conditions or existence for a dignified life; to think of those who go hungry, who have no material resources and who have no possibility of protection, family or home.

For us, human beings, December is like the restart of everything; it is the respite of the year that has passed, where we make a reevaluation of what we have lived.

It is a time to evaluate our mental and spiritual health, our social health, and the health of those who cannot enjoy a holiday because they only have the basics or nothing at all; of those who are alone without their family.

A time, moreover, to reflect on divided families, those who are going through internal conflicts that are difficult to resolve, even legal ones.

It is a time to reflect on the political and economic situation of the different countries where we live, to react to the situations and also to ask ourselves: What is our contribution?

For those for whom the Christmas season means that moment of spiritual gift that is offered after a whole year, together with gratitude, reflection should be present.

And the first reflection we have to make is to ask ourselves if we have created, during the whole year, the necessary conditions to be able to spend a month of union, gratitude, calm, relaxation, serenity and rest.

Working throughout the year to have a month of balance and harmony should be a priority for each of us and our nuclear families this December.

I hope we can give ourselves a deep moment of gratitude for what we have lived and had; for the learning we have received, for the simple possibility of being able to live another Christmas season.

To give ourselves a moment of conscience thinking about those who have difficulties; and to think about what we can contribute to help others and to verify if our service is effective.

And if we are not helping in some way, ask ourselves how and how we can begin to help.

And a sovereignly important point of reflection, for our mother Earth, for our home: What can we do, what grain of sand can we contribute to generate less negative impacts on our environment?

Let's add efforts, let's add concern for the planet, let's add small actions that, distributed all over the world, could have a very positive impact on our home, so much affected by human production.

A month to be thankful for being part of the lives of others

Definitely, this is a beautiful month for everyone; and beyond the physical gifts, the gifts of behavior, of treatment towards others, such as respect, understanding why we should be tolerant, understanding the will of each one; respecting decisions.

To be clear that we can all take the information and opinion that we may issue at a given moment, even if it does not agree with that of others; to take it into account, to try to understand it.

Gifts that help to show a supportive and empathetic soul are perhaps the gifts that should be in fashion today in this beautiful month.

Let us be thankful, let us give gestures of the soul, and let us not forget those who suffer and do not have, and the beautiful home in which humanity lives, our planet.

Emilio Rios - Venezuela
@emiliorios
Columnista de @holos-lotus
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