Sonny Rollins (saxo tenor), Jim Hall (guitarra), Bob Cranshaw (contrabajo) y Ben Riley (batería). Extraído del álbum The Bridge (1962) de Sonny Rollins.

Este es el primer álbum que Sonny Rollins publicó después de su retiro de más de dos años. Puesto que no tenía espacio privado para practicar, se iba a tocar al puente de Williamsburg durante 15 o 16 horas diarias, y este es el origen del título de este álbum. Tras su regreso, su forma de tocar no había cambiado y, por lo tanto, las críticas fueron ambivalentes. Sin embargo, se trata de un trabajo sólido, y si uno escucha atentamente, hay detalles que demuestran una gran preparación y un esfuerzo continuo para profundizar en la interacción entre los instrumentos del grupo. En él, Rollins se muestra enérgico y robusto, pero al mismo tiempo reflexivo y lleno de belleza y creatividad, incluso en sus versiones de estándars.

En aquel momento todo el mundo hablaba del saxofonista alto Ornette Coleman y su free jazz, con el que rompía con todas las normas establecidas hasta ese momento, pero a pesar de todo, The Bridge tubo bastante éxito. La novedad principal consistió en la incorporación del armónicamente avanzado y sutil guitarrista Jim Hall, considerado el padre de la guitarra de jazz moderna. Con su técnica magistral estableció la manera en que un guitarrista debe acompañar dinamizando los solos de Rollins sin interponerse en su camino ni tratar de dirigirlo. Sin embargo, aunque fue la primera vez que un saxofonista grababa con un trío de guitarra, contrabajo y batería como sección rítmica, esto no era el gran cambio que esperaba el jazz.

El tema comienza de inmediato. El sonido de un saxo y una guitarra juntos presenta una novedad. El puente de la canción lo toca Hall solo. Rollins comienza su solo de forma animada, pero sin sobresaltos. Sus diestras notas forman frases convincentes que le dan al solo un aire sofisticado. A continuación entra Cranshaw haciendo su solo a buen ritmo, desbordando cordialidad, y Rollins y Hall le hacen un colchón sonoro. Le sigue Hall diciendo que sin una canción el mundo no giraría. Sus notas son limpias y certeras creando un discurso coherente y luego hace un solo con acordes. Entonces el grupo deja a Rollins tocando sin ritmo y luego reexpone el tema.