Si hay algo que amo es poder tener flores en mi jardín, lamentablemente no siempre se dan las que yo deseo, por ejemplo, hace muchísimos años que las rosas dejaron de darse en mi jardín, luego probé con los girasoles y no lucían como deseaba, y así he ido perdiendo un poco la ilusión de tener un jardín rodeado de flores, sin embargo, y es que por esto amo estas plantitas, la mayoría de las suculentas que tengo en mi jardín han llegado a florecer, algo que no le pasa a todo el mundo según me han dicho, y estas, aunque no son las flores que siempre había querido tener, sin duda alguna me llenan la vida de alegría, pues son tan resilientes como yo, y aunque el sol este intenso y el terreno no sea el más idóneo para ellas, estas se reproducen y donde van llegando van floreciendo llenando de colores alegres cada rincón del jardín.

Hoy quise compartirle algunas fotografías de mis Kalanchoes, la primera y cuyas flores son unas campanas bastante grandes es la conocida como Colombiana (Kalanchoe pinnata), les confieso que esta planta no me gustaba mucho, pues no le veía gracia hasta que comenzó a florecer, y la verdad es que se reproduce muy fácil, y cuando llega su tiempo de florecer, que en esta parte del mundo es para los meses de diciembre y enero, en donde hay una plantita de estas se comienzan a ver los ramilletes de flores. La otra es una de mis primeras suculentas, y que se ha reproducido por donde toca suelo y ha sabido sobrevivir a las tortugas del Amazonas, es la Kalanchoe Marnieriana, esta fue la primera que lleno mi jardín de estas diminutas campanitas con terminaciones rosa, y que dependiendo de la intensidad de sol son más, o menos oscuras, y por último, pero no menos importante, una que ya les he mostrado infinidad de veces, la oreja de ratón Kalanchoe Blossfeldiana, sin duda alguna mi favorita, pues ese rojo intenso de sus diminutas flores, resalta a lo lejos.

Y para continuar con los chinches, me encontré este grupo de Hypselonotus punctiventris, estas chinches con alas, patas y antenas con diseño a rayas, muy parecido a un tapiz indígena, ya lo he visto en unas cuantas oportunidades, solo que siempre las veía en solitario, y hacía rato que no se observaban en mi jardín, ahora tengo toda una colonia entera en mi pequeño arbusto de pino, lo que me hace preguntarme si estarán en época de apareamiento, pues ya que he visto otras chinches paridas y cuidando sus crías, quien sabe si el clima sea propicio para estos amiguitos también.

En fin, para estas fotografías la lente ojo de pescado y la lente macro fueron mis aliados, todas fueron tomadas entrada la noche, con ayuda solo del flash de mi Nikon, la verdad es que me gusto mucho el resultado de las mismas, la única fotografía que fue tomada con luz de día, fueron las flores de oreja de ratón, y si se dan cuenta, en esta no se perciben muy bien los pequeños detalles de las pequeñas flores, pues la luz es tanta que no lo permite, y bajar el brillo de la fotografía en la edición, distorsiona las flores y hace que parezca una fotografía tomada con un teléfono móvil de mala calidad. Para la edición de estas fotografías, fueron editados los tonos, para hacerlos más fríos y de esta manera darle una imagen más real a la fotografía.

_{Imágenes de mi propiedad, tomadas mi cámara Nikon D80, editadas con Snapseed}

Gracias por tomarse el tiempo de leer esta publicación, si tiene alguna pregunta, crítica o sugerencia, la agradecería que la pusiera en la caja de comentarios, y recuerda, ¡Tú también puedes hacer magia en la cocina ya dondequiera que vayas!

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