Conoce a tu enemigo.
Atento a las dagas a la vista del mundo.
La sociedad delira y agoniza.
La sangre tiñe el asfalto y el césped.
El descontrol descarado de un gobierno que trae desgracia.


No podemos soportarlo más...
Y no podemos correr a un lugar seguro, eso ya no existe.
Respiran gas lacrimógeno los ciudadanos que tenían fe.
¿Dónde ha quedado la evolución de la humanidad?
Los derechos civiles descansan lloviendo en
cenizas sobre el Tribunal Supremo de Justicia.


Me inclino a revelar que la escasez más preocupante y desmesurada que se proclama impúdicamente sobre el suelo latino en esta época, alarmantemente, va más allá de la que concierne a alimentos, medicamentos y el temible choque económico; la falta de humanidad en las fuerzas opresoras. Solo desalmados pueden ser capaces de producir y arremeter con tanta bestialidad contra sus hermanos. La fuerza pública es un tema de vergüenza ajena y no puede quedar fuera de contexto. La personificación de protección que debería ser ejercida por estos individuos es muchísimo más acertada en la realidad al ser comparada con mercenarios sanguinarios y despiadados a sueldo y con una lealtad que ni ellos identifican de dónde o incluso pueden justificar por qué se inclinan a ser vasallos de un inexistente sentido común.


Violencia fluye a trompicones por los poros de aquellos supuestos a protegernos en uniformes oficiales. ¿Cómo pudimos dejar que esto pasara? La tragedia impuso su estadía prolongada en nuestra tierra. Madres lloran a sus hijos asesinados.


Población estudiantil, trabajadora e incluso longeva sienten en cada uno de ellos la presión de excesiva fuerza en la garganta proveniente de la mano de un gobierno tan irresponsable e infame que nos ha catapultado en muy poco tiempo a un monstruoso enfrentamiento cívico-militar. A pesar de presentar el antecedente de la imposición visual, demostrativa y sutil de la destacada idea de "socialismo", el actual superior y, para nada, demócrata a cargo del país descarriló efectivamente las vías del tren que llevaba la hermosa carga de una sociedad y país latinoamericano fructífero en recursos renovables directo al abismo.


Y he aquí en donde nos encontramos hoy por hoy, persistiendo de la manera más pacífica que podemos emplear para aspirar obtener la democracia que rogamos por establecer.


Y las insólitas acciones tomadas por el rechazado monarca ante su pueblo, es la burla y aún más supremacía sobre su población a cargo.


He de recordarle al alto rango que en los libros de historia aún permanece grabado en tinta el recordatorio del resultado cuando un proletariado se ve exhausto del abuso e ignorancia del poder superior. Revolución Francesa, Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, Revolución Rusa y la Guerra Civil Española. En cada uno de los casos, los desfavorecidos son los que más lucharon y puede apreciar con desagrado que su bando fue el triunfante.


No podemos y no debemos decir que ganaron. En una revuelta y en una lucha no se gana, se sobrevive y se derrota, es todo. Vidas perdidas por un propósito, pero al fin y al cabo es muerte y desgracia lo que queda detrás.


Permítame expresarle que cuando a una persona se le arrebatan sus seres queridos junto con cada gramo de sus buenas intenciones y deseos de paz, lo que queda es la esperanza de ver la luz al final del oscuro túnel de la miseria y la tiranía, aunque esto implique luchar por ello hasta el último aliento y hasta la última gota de su sangre.


Hades ha de tener en el inframundo un parque de diversiones lleno de delicias reservado al dirigente que orquesta ahora mismo la demolición humanitaria en el país. No he de interferir ante las evidencias de ineptitud, intolerancia y enemistad contra toda reforma favorable al pueblo. Tampoco he de ocultar mi desdén ante los que aún sumidos en la inmoralidad y desventura han vendido cada rastro de su dignidad con tal de estar "enchufados" porque en su mentalidad reina la desvergonzada convicción egoísta de que si ellos están bien, no hay nada de qué preocuparse.


Los considerados rebeldes, inconformes, repudiados por la burguesía actual e incapaces de sumirse en la posición de "Rodilla en Tierra" y aceptar un sistema que despoja de sus ciudadanos del importante poder de elegir y tomar decisiones por su propio bienestar, somos nosotros. Y nuestro grito ha llegado a las lejanías.


Aquel que se siente en el Trono de Hierro acunado y protegido en cada país, continente y región, recuerde que: El poder que posee es única y exclusivamente el que sus súbditos le entregan y le permiten tener. De así no quererlo y llegar a rechazarlo con vehemencia, tenga presente que puede estar sentado para dirigir a su pueblo, pero no para controlarlo o doblegarlo. Abuse de su poder, créase invencible y más superior de lo que en realidad es y las personas que lo han dejado llegar a su silla, desmantelarán sus convicciones, castrarán su soberbia y humillarán su espíritu al equivalente de los destrozos, dolor y crueldad que ha alentado contra ellos.


Lamento decir que no puedo refutar el deseo de mi prole por colgar su cabeza en una lanza y mostrarla al mundo. ¿Pedirá misericordia al filo del mañana? No puede enseñarnos violenta e intensamente sobre la crueldad e inclemencia, para luego rogar porque no la usemos contra usted y su séquito.


No podemos recibir abuso y responder con amor.
Nos hemos forjado en la relación "Ojo por Ojo".
Ya hemos perdido demasiado y queremos ver el final.
No marcharemos en reversa.


Mucho esfuerzo será poco para lo que necesitaremos al iniciar una nueva vida sobre los escombros de la desdicha. Pero en algún punto podremos alzar la cabeza y mirar el cielo y llorar porque nuestra vida como nación será distinta. Recordaremos a los caídos con pasión y agradecimiento. El dolor menguará con las lunas y nuestro corazón latirá con fuerza al cantar nuestro himno e izar nuestra bandera.


Avanza, hijo de piel multicolor.
No te rindas, hermana de muchas lenguas.
Un pie enfrente del otro y grita tu opinión al viento.
Las armas que te hieren no quiebran tu voluntad.


Esto acabará pronto.
El sol y la lluvia te fortalecen.
Resistencia en la planta de tus pies.
El sudor se desliza por tu pecho y llena tu orgullo.

Know your enemy.
Watch for daggers in the sight of the world.
Society raves and agonizes.
Blood stains the asphalt and the grass.
The blatant lack of control of a government that brings misfortune.


We can't take it anymore...
And we can't run to a safe place, that doesn't exist anymore.
The citizens who had faith are breathing tear gas.
Where has the evolution of humanity gone?
Civil rights rest raining ashes on
on the Supreme Court of Justice.


I am inclined to reveal that the most worrisome and unconscionable shortage that is impudently proclaimed on Latin soil at this time, alarmingly, goes beyond that concerning food, medicines and the dreaded economic shock; the lack of humanity in the oppressive forces. Only heartless people can be capable of producing and lashing out with such bestiality against their brothers. The public force is a matter of shame and cannot be left out of context. The personification of protection that should be exercised by these individuals is much more accurate in reality when compared to bloodthirsty and ruthless mercenaries for hire and with a loyalty that even they do not identify from where or even can justify why they are inclined to be vassals of a non-existent common sense.


Violence flows in spurts from the pores of those supposed to protect us in official uniforms. How could we let this happen? Tragedy imposed its prolonged stay on our land. Mothers mourn their murdered children.


Students, workers and even the long-lived population feel in each of them the pressure of excessive force in the throat coming from the hand of such an irresponsible and infamous government that has catapulted us in a very short time to a monstrous civil-military confrontation. Despite presenting the background of the visual, demonstrative and subtle imposition of the outstanding idea of "socialism", the current superior and, not at all, democrat in charge of the country effectively derailed the train tracks that carried the beautiful cargo of a Latin American society and country fruitful in renewable resources straight into the abyss.


And this is where we find ourselves today, persisting in the most peaceful manner we can employ to aspire to obtain the democracy we pray to establish.


And the unusual actions taken by the rejected monarch before his people, is the mockery and even more supremacy over his population in charge.


I must remind the high rank that in the history books is still etched in ink the reminder of the result when a proletariat is exhausted by the abuse and ignorance of superior power. French Revolution, Declaration of the Rights of Man and the Citizen of 1789, Russian Revolution and the Spanish Civil War. In each of these cases, the underprivileged are the ones who fought the hardest and can appreciate with displeasure that their side was the triumphant one.


We cannot and should not say that they won. In a revolt and in a struggle one does not win, one survives and is defeated, that is all. Lives lost for a purpose, but at the end of the day it is death and disgrace that is left behind.


Let me express to you that when a person has their loved ones taken from them along with every ounce of their good intentions and desires for peace, what remains is the hope of seeing the light at the end of the dark tunnel of misery and tyranny, even if it means fighting for it to the last breath and to the last drop of their blood.


Hades must have in the underworld an amusement park full of delights reserved for the leader who is right now orchestrating the humanitarian demolition of the country. I will not interfere in the face of the evidence of ineptitude, intolerance and enmity against any reform favorable to the people. Nor will I hide my disdain for those who, even in the midst of immorality and misfortune, have sold every trace of their dignity in order to be "plugged in" because in their mentality reigns the shameless selfish conviction that if they are well, there is nothing to worry about.


We are the ones considered rebels, nonconformists, repudiated by the current bourgeoisie and unable to sink into the position of "Knees on Earth" and accept a system that strips its citizens of the important power to choose and make decisions for their own welfare, are us. And our cry has reached far and wide.


He who sits on the Iron Throne cradled and protected in every country, continent and region, remember that: The power he possesses is solely and exclusively that which his subjects deliver to him and allow him to have. If you do not want it and vehemently reject it, keep in mind that you may be seated to lead your people, but not to control or subdue them. Abuse your power, believe yourself invincible and more superior than you really are and the people who have let you get to your chair will dismantle your convictions, castrate your pride and humble your spirit to the equivalent of the wreckage, pain and cruelty you have encouraged against them.


I regret to say that I cannot refute the desire of my offspring to hang his head on a spear and show it to the world. Will he ask for mercy at the edge of tomorrow? You cannot teach us violently and intensely about cruelty and inclemency, and then beg that we not use it against you and your entourage.


We cannot receive abuse and respond with love.
We are forged in the "Eye for an Eye" relationship.
We have already lost too much and we want to see the end.
We will not march in reverse.


Too much effort will be too little for what we will need as we begin a new life on the rubble of unhappiness. But at some point we will be able to raise our heads and look at the sky and weep because our life as a nation will be different. We will remember the fallen with passion and gratitude. The pain will wane with the moons and our hearts will beat strong as we sing our anthem and raise our flag.


Go forward, child of multicolored skin.
Don't give up, sister of many tongues.
One foot in front of the other and shout your opinion to the wind.
Weapons that wound you do not break your will.


This will be over soon.
Sun and rain strengthen you.
Stamina in the soles of your feet.
Sweat trickles down your chest and fills your pride.