Los gatos son compañeros peculiares ellos te acompañan y te quieren a su manera, son independientes dentro de lo que cabe, son aseados, graciosos, elegantes, esponjosos con otras cualidades, destacando que son excelentes compañeros con quien podemos descansar. Dicen que los gatos eran adorados en el antiguo egipcio, ya que por su aspecto felino eran asociados con los leones quienes representaban fuerza, protección y lo asociaban con el Dios del Sol, Ra. Hoy quiero compartir con ustedes la historia de mi Odioso Simba, un pequeñín que me eligió para ser su súbdita.

Siempre he sentido debilidad por los animales, para mí, son seres inocentes que no tienen el don del habla, pero pueden transmitir sensaciones con sus miradas, tienen historias que son misterios, no sabemos si han sido felices, si han sufrido, si han tenido familia o un cálido lugar para descansar, si fueron abandonados, si fueron extraviados, etc.; es por esto que decidí contar la historia de Simba desde que nuestros caminos se cruzaron.

Una mañana de noviembre del año 2019 estaba llegando a mi trabajo y de repente comencé a escuchar en un espacio desolado un maullido y cuando busqué de donde provenía pude ver a un gatito pequeño catirito (rubio) y mi corazón se afligió ipso facto (inmediatamente) lo primero que evalué era como acercarme, ustedes saben que ellos son muy tímidos ante los humanos y no dejan que se les acerquen mucho. Compré un poco de comida y le dejé agua para que no pasará hambre. por tres días salía a verlo y saber que estaba comiendo y bien, decidí atraparlo ya que me había dado cuenta que tenia una de las patas delanteras fracturada así que compre una lata de atún o tuna, se la coloque y de inmediato se acercó, cuando estaba distraído disfrutando de su comida lo atrapé ahí en ese instante me sentí conectada con él, quería verlo sano y feliz.

Antes de poder rescatarlo, me dedique a contactar fundaciones de protección animal para que me ayudaran ya que no disponía de suficiente dinero, ellos me habían dicho que en lo que lo atrapara les avisara y así hice, se los entregue y me dijeron luego de evaluarlo que tenia efectivamente una fractura en su pata izquierda delantera, la misma había sanado y el doctor me dijo que él podía vivir tranquilo con ella y que no sufriría ni pasaría dolor con la patica en tal estado, decidí dejarlo así, yo no lo iba a adoptar, tenia pensado tenerlo bajo mi techo hasta que alguien lo quisiera entonces lo bañe y lo cuidé, el estaba feliz jugaba corría y todo. Unos días después me di cuenta de que no había comido y no se había levantado, estaba como triste, me di cuenta que tenía la patica inflamada y me comunique con la chica que me ayudó y ella de inmediato lo fue a buscar y se lo llevo, duré tres meses sin saber de él (¡SI TRES MESES!), Le escribía y esa mujer no me respondía ni nada y yo decía en mi mente: ese gatito se murió, pero bueno sentía la satisfacción de que había hecho lo mejor y que al menos no murió en la calle.

Luego de esos tres meses largos la chica apareció me dijo lo siguiente (lo recuerdo como si hubiese sido ayer): Hola, disculpa que no te había contactado, el gatito pasó estos meses muy grave, de verdad pensé que no lo lograría, (mi corazón se estremeció) él está estable, tenía un absceso en la pata que se explotó, se trató rápido y luego le dio una gripe muy fuerte que lo descompuso, pero ya está estable, puedes pasar a recogerlo. ¡Mi corazón volvió a la vida, estaba feliz! Le dije que podía ir al día siguiente a buscarlo y así fue. Lo bañé le di cariño, comida y atención. .

Unos días después pensé mucho en adoptarlo ya que es una responsabilidad y un compromiso de unos 20 años, después de todo decidí quedarme con él, una tarde estábamos acostados viendo tele y le dije, te voy a llamar Simba y te vas a quedar conmigo, cuando nuestras miradas se encontraron… la gente no me lo va a creer, pero, tenía una mirada tan pura, tan linda, tan agradecida que se me salieron las lágrimas. Yo sentí como si me hubiese agradecido por estar allí, por esperarlo y por recibirlo. Ya tenemos casi tres años juntos, es mi compañero lo cuido mucho, lo baño, le doy atención. él me da compañía y cariñitos, le doy gracias a Dios por cruzar nuestros caminos.

Lo escrito en este post y las fotos son 100% de mi propiedad tomadas desde varios teléfonos más actualizados