Bienvenido, querido lector.

En este domingo de vacío te contaré acerca de la tercera categoría que usaba Viktor Frankl para describir esos caminos valiosos que nos orientan al encuentro con nuestro sentido de vida.

El pilar de la Logoterapia se fundamenta en el sentido que se obtiene a través de la vivencia de los valores: los valores de creación, los valores de experiencia y los valores de actitud.

Los valores de actitud hacen referencia a la postura activa que asume el ser humano ante lo que le toca vivir, cuando es confrontado por algo o alguien. Para Frankl, el valor de actitud es la facultad para enfrentar una situación ineludible, como por ejemplo, las situaciones límites que describe dentro de la triada trágica: el sufrimiento, la culpa y la muerte, frente a las cuales al hombre solo le queda elevarse sobre sí mismo.

Para vivenciar nuestros valores de actitud tenemos que estar dispuestos a responderle a la vida, a tomar decisiones desde la libertad y responsabilidad, además de alejar la idea utópica de que una vida exitosa, es una vida sin sufrimiento o donde éste debe ser eliminado. En momentos aciagos, en los cuales no se pueden aplicar los valores de creación o los vivenciales, la perspectiva frankliana enuncia como prioridad los valores de actitud, apelando a la dimensión espiritual del individuo que permitirá encontrarle el sentido a las circunstancias que acontecen.

Los momentos de sufrimiento inevitable, de fracasos, de golpes irreversibles del destino, de traspiés en el hacer y en el amar, brindan la capacidad de realizar los valores de actitud, de crecer, madurar y transformarnos, siempre y cuando estemos dispuestos a apropiarnos de todos los aspectos de nuestra existencia, a reconocer con amor nuestra condición humana y finita, a afrontar con valentía todos los sucesos que nos ocurran y encontrarles un sentido, encontrar el ¿Para qué me está sucediendo esta situación?

Teóricamente, suena fácil ¿No? Pero en la práctica se necesita mucho coraje para vivir auténticamente, estar abierto al mundo, sentir el dolor inherente a las circunstancias inexorables y descubrir el significado que nos permita adoptar una actitud digna, cultivar aprendizajes y hallar plenitud en medio de nuestro sufrimiento.

Entre tantas historias, elijo compartirte una experiencia que guarda uno de los significados más profundos en mi corazón y arropo con amor los recuerdos y enseñanzas detrás de la fugaz y preciosa vida de Isa, a quien mencionaré como estrellita.

Con el honor que merece recordar su breve pero significativo paso por nuestras vidas, estrellita, nació en noviembre del 2016, sus padres y toda su familia la recibieron con brazos abiertos y el alma rebosando de ternura por la nueva integrante. A sus 4 meses de edad, estrellita ilustraba el motivo principal para emigrar a un país con mejores condiciones socioeconómicas y así fue, llenó de coraje, valentía y propósito a su joven familia, quien cruzó las fronteras de lo conocido para ir abriendo nuevos caminos. Luego de más de un año, en abril del 2018, estrellita enferma y evoluciona tórpidamente ante una enfermedad infecciosa, hasta su fallecimiento…

La pérdida de un ser querido representa una situación llena de retos, pero cuando se produce de forma súbita o en el grupo etario menos esperado según el ciclo de la vida, puede generar mayor confusión transitar el proceso de duelo. Estrellita era mi ahijada y, en 2018 la visitaría, pero su partida física no paralizó mi viaje sino que le dio más intención, quería estar con sus papás que tanto amo, conocer a su hermanita y sentir muy cerca su esencia…

✨ Valentía. Afrontar un destino inevitable, de forma digna, desde el amor, apoyándose en el amor de su familia y de sus amigos.

✨ Vulnerabilidad. “Hoy es día de sentir…”, una frase que escuché pronunciar en los días difíciles, en los cuales el dolor abrumaba y el alma necesitaba contención y arrullo. Viviendo un día a la vez, dándose el permiso de sentir.

✨ Amar. En el sentido más profundo de la palabra, expresar amor con frecuencia, actuar desde la ternura, valorar, cuidar, honrar y celebrar mis vínculos más preciados.

✨ Sentir. Apropiarme de todos los aspectos de mi existencia, con autenticidad, permitirme sentir la esencia de cada situación y encontrarle un sentido.

🍂 Aprende a encontrar la oportunidad ante una situación adversa, preguntándote ¿Para qué me está sucediendo esto? ¿Desde cuál postura elijo vivir esta circunstancia? ¿Qué puedo aprender de esto?

Vivir un sufrimiento con sentido, aminora la desesperación que nace del sentimiento de absurdo, o de la rebelión ante lo inevitable. Es importante recordar las palabras de Frank: “Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas —la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias— para decidir su propio camino”.

Desde tu libertad interior, deseo que aprendas a tomar una postura que te haga crecer, madurar y transformarte ante cada adversidad, deseo que hagas méritos de tus sufrimientos y llenes con amor tus domingos de vacío…