Mi vida entre bosteros (ESP - ENG)
Nací en La Plata, en un sanatorio que estaba ubicado justo frente a la antigua cancha de Estudiantes de La Plata. Mi familia vivía por aquel entonces en Ensenada un pequeño pueblo cercano a la ciudad capital de la Provincia de Buenos Aires y debido a que allí no había grandes prestaciones médicas, mis padres decidieron que yo debía venir al mundo en un lugar más preparado.
Pese al hecho de haber nacido tan cerca del lugar donde jugaba ese equipo, mi padre era simpatizante de Gimnasia y Esgrima, el tradicional rival y por supuesto me hizo simpatizante a mí.
A la edad de 8 años por razones de trabajo, mis padres decidieron mudarse a Buenos Aires y compraron un pequeño departamento en el piso 13 de un edificio recién construido en pleno barrio de La Boca. Pasé en ese lugar gran parte de mi infancia y toda mi adolescencia, estudios, trabajo hasta que me casé y me fui a vivir a la otra punta de la ciudad.
El tema principal era que todos mis compañeros, salvo algún caso excepcional, eran simpatizantes de Boca Juniors, obviamente.
Curiosamente nunca ejercieron una presión lo suficientemente importante como para que yo eligiera ese equipo que además tenía grandes logros nacionales e internacionales en vez de mi humilde equipo, en definitiva mi elección de la infancia.
Era otra época, totalmente diferente de esta y solo tres de mis compañeros eran socios de Boca, pero con sus carnets y la ayuda del padre de otro amigo y compañero de escuela que trabajaba los domingos que había partidos en “La Bombonera” como control de entrada al estadio los carnets de socios se convirtieron en mágicos porque con solo tres entrábamos más de quince adolescentes.
Iba a ver a Boca cada semana que jugaba de local y recuerdo algunas oportunidades donde se enfrentaba al club de mis amores y teníamos la suerte de hacer algún gol, de gritarlo en medio de toda la hinchada, como dije eran otras épocas y no pasaba nada. Hoy sería un acto suicida.
En realidad hoy ni siquiera habría oportunidad de ingresar al estadio, hay lista de espera enorme para hacerse socio de Boca Juniors, el estadio queda demasiado pequeño para tanta cantidad de socios por lo tanto ya no aceptan inscripciones a menos que alguno renuncie o muera. Hasta para los vitalicios, esos que pagaron sus cuotas sociales por 25 años y luego pueden gozar de seguir disfrutando del club y de los partidos de forma gratuita, tienen su propia lista de espera, es decir que como los cupos están agotados, deben seguir pagando hasta que les llegue su beneficio.
Cada tanto, muy de vez en cuando, voy de paseo a La Plata y como soy socio de mi club, también veo el partido contra el rival que toque en ese momento. No se crean que soy un fanático, en este momento estimo que hace más de tres años que no voy a la cancha, si he pasado por allí en varias oportunidades porque está en medio de un enorme parque al que le llaman el bosque, y por eso al equipo de mis amores le dicen entre otras cosas “El lobo de la Plata”, seguramente porque los lobos viven en medio del bosque.
Los hinchas y simpatizantes de nuestros tradicionales contrincantes y vecinos (Estudiantes), nos dicen “los triperos” o “el basurero”, esa será otra historia.
Uno de los más famosos simpatizantes de mi equipo fue el Doctor René Favaloro, el creador del método conocido como "bypass" y hoy en día utilizado en todo el mundo como uno de las técnicas para el tratamiento de afecciones coronarias, frente al estadio de Gimnasia y Esgrima hay un mural que lo recuerda.
Todos los equipos tienen apodos, como a Boca que sus clásicos rivales River Plate les han puesto el de “bosteros”, hay varias teorías sobre el porqué de ese nombre un tanto desagradable, algunos dicen que es por el olor que proviene del Riachuelo, mejor dicho provenía de ese lugar, antes de que lo limpiaran, no demasiado pero lo suficiente como para que aquel olor nauseabundo desapareciera. Lo cierto es que no está muy claro el apodo, creo que bastaba con que fuera algo despectivo.
Mientras crecí en medio de una gran cantidad de simpatizantes de Boca Juniors me mantuve incólume y mis preferencias futbolísticas no cambiaron, debo reconocer que siento simpatía también por ese equipo, por encima de cualquier otro a excepción de mi amado Lobo Platense.
My life among bosteros
I was born in La Plata, in a sanatorium that was located right in front of the old Estudiantes de La Plata soccer field. My family lived at that time in Ensenada, a small town near the capital city of the Province of Buenos Aires, and because there were no great medical benefits there, my parents decided that I should come into the world in a more prepared place.
But the fact of being born so close to the place where that team played, my father was a supporter of Gimnasia y Esgrima, the traditional rival, and of course, he made me a supporter.
At the age of 8, for work reasons, my parents decided to move to Buenos Aires and bought a small apartment on the 13th floor of a newly built building in the heart of the La Boca neighborhood. I spent a large part of my childhood and all my adolescence in that place, studying, and working until I got married and went to the other side of the city.
The main issue was that all my teammates, except for some exceptional cases, were obviously supporters of Boca Juniors.
Curiously, they never exerted enough pressure for me to choose that team that also had great national and international achievements instead of my humble team, ultimately my childhood choice.
It was another time, totally different from this one and only three of my colleagues were members of Boca, but with their cards and the help of the father of another friend who worked on Sundays when there were matches at "La Bombonera", as entrance control to the stadium. . They were magical membership cards because with only three we entered more than fifteen teenagers.
I went to see Boca every week that I played at home and I remember some opportunities where they faced the club of my love and we were lucky enough to score a goal, to shout it in the middle of all the fans, as I said there were other times and nothing happened. Today would be a suicidal act.
Actually today there would not even be an opportunity to enter the stadium, there is a huge waiting list to become a member of Boca Juniors, and the stadium is too small for so many members, therefore they no longer accept registrations unless someone resigns or dies. Even for life members, those who paid their membership fees for 25 years and then can enjoy continuing to enjoy the club and the matches for free, have their own waiting list, that is, since the places are exhausted, they must continue paying until their benefit comes to them.
Every once in a while, very occasionally, I go for a walk to La Plata and since I am a member of my club, I also watch the game that is playing at that moment. Don't think I'm a fan, but right now I think it's been more than three years since I've been to the field, I've been there several times because it's in the middle of a huge park they call the forest, and because of That is why the team of my loves is called, among other things, "The Wolf of La Plata", probably because wolves live in the middle of the forest. Our traditional opponents and neighbors also call us “los triperos” or “el basurero”, that will be another story.
One of the most famous supporters of my team was Doctor René Favaloro, the creator of the method known as "bypass" today used throughout the world as one of the techniques for the treatment of coronary conditions, in front of the Gymnastics stadium and Fencing there is a mural that remembers him.
Like Boca, which its classic rivals River Plate have given the nickname "bosteros", there are several theories about why this somewhat unpleasant name is given, some say it is because of the smell that comes from the Riachuelo, rather it came from that place, before it was cleaned, not too much but enough to make that smell go away. The truth is that the nickname is not very clear, I think it was enough that it was something derogatory.
While I grew up in the midst of a large number of Boca Juniors supporters, I remained unharmed and my soccer preferences did not change. I must admit that I also feel sympathy for that team, above any other except for my beloved Lobo Platense.
Héctor Gugliermo
@hosgug
Imagino que a ese balcón de Caminito le cambian la figura de cuando en cuando...para la época de mi viaje, el año pasado, se encontraba asomado el pibe Maradona.
Cuando leo tus crónicas me transporto a la ciudad e imagino cuanto las sientes...y lo digo porque hay que sentirla para escribir como vos.
Es inevitable recorrer Buenos Aires y sus costumbres acompañado de tu narrativa y por ello te abrazo
Saludos.
Muchas gracias querido amigo. También te abrazo a la distancia.
Buen día @hosgug !
Uno puede cambiar muchas veces el lugar en que uno vive, pero hay amores que duran para toda la vida, más allá del lugar en el que nos encontremos.
Más allá de los amores que cada uno tenga, futbolísticamente hablando, nadie podrá negar la belleza, y la historia de la boca, sin que ello implique traición alguna.
Recuerdo que de pequeño mi papá nos llevaba a la cancha a mi hermano mayor y a mi. Hoy en día a mi no se me cruza por la cabeza llevar a mis hijas, ni tan solo sea a partidos de la liga local por lo peligroso.
Abrazo grande!!
Hola querido amigo @pablo1601.sports todo ha cambiado mucho y en el fútbol hemos retrocedido en varios aspectos, los barras bravas se han adueñado de todo y se hace peligroso llevar a los niños a una cancha.
Que buen viaje nos hiciste hacer con este post.
Soy hincha de River, nunca tuve la intención de ir a recorrer el Caminito para conocer ni nada por el estilo. Fue cuando mis tíos y primos vinieron de visita a la Argentina en el 2017. Y pensamos, "Qué lugares podemos llevarlos a conocer?". Y esa opción era una. aunque nunca lo conocí, hay algo que no podemos evitar, que es entrar en la pobreza de los años 60/70 donde las casas eran de chapa como son hoy, pero con un colorido que los hace único en el mundo. Además de ser un lugar muy recordado por el Tango y el fútbol. Sin dudas me llevo una buena imágen de La Boca.
Gran post, amigo @hosgug ! Abrazos
Gracias @her18lux, viví muchos años en La Boca y mi madre continúa viviendo en el mismo lugar por lo que la visito con regularidad, también ese barrio cambió mucho al igual que el fútbol, desde hace algunos años ha vuelto a tener más seguridad, principalmente debido a la gran cantidad de turismo que recibe y por supuesto también al museo de Boca al que concurren gran cantidad de personas de todo el mundo. Vale la pena visitar estos lugares. Supongo que algo parecido debe ocurrir con el Monumental.
Qué bueno que así sea. Es un barrio llamado "pobre", y sigue habiendo mucha gente en el barrio pero imagino que estarán un poco mejor.
El barrio de Nuñez/Belgrano obviamente tiene otra estructura y vive gente con mucha plata jaja. Fui a estudiar a unas cuadras de River y a la noche es todo muy iluminado y seguro. Pero sin dudas la Boca tiene esa belleza humilde que cautiva a los turistas.