Mientras esperamos el SuperBowl (ESP - ENG)

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Conté en alguna oportunidad en esta querida comunidad que conocí la NFL de la mejor manera, un encuentro en vivo desde el Riverfront Stadium allá por el año 1993, jamás imaginé que pocos años después sería demolido totalmente para construir uno nuevo, por supuesto, aquí los estadios de fútbol siguen siendo los mismos desde hace 70 u 80 años, a lo sumo se les hace alguna lavada de cara pero inversión y desarrollo son palabras inexistentes en nuestro fútbol, pese a tener ahora tres estrellas de campeones del mundo.

Fue un viaje por trabajo a la ciudad de Cincinnati y los latinos que vivían y trabajaban allí amablemente nos llevaron a presenciarlo. Quedé maravillado del espectáculo, de la fortaleza y agilidad de los jugadores, del ruido de los choques de cascos y cuerpos y de la emoción de los fanáticos. Todo era nuevo y fascinante, no entendía nada de las reglas, pero las ingenié para mantener la atención pese a que a cada rato todos íbamos en busca de llenar nuestros vasos de cerveza y traer esos enormes pretzel y salchichas rebosantes de condimentos y papas fritas tan finas como jamás había visto.

Tampoco podía creer lo que tomaban y comían los norteamericanos, allí entendí un poco el enorme tamaño que muchos de ellos exhibían.

Por supuesto me hice simpatizante de los Bengals, pese a que ese encuentro lo perdieron.

Cuando regresé a mi país o al poco tiempo, sinceramente ya no lo recuerdo, empezaron a dar los encuentros por televisión, seguramente como parte de una campaña por difundir el deporte alrededor del mundo. También trasmitían algunos encuentros de baseball y la NBA.

Era la mejor época de los 49’s con Joe Montana y Jerry Rice, no pude menos que caer en las redes de la admiración y la simpatía de ellos también. Ahora tengo dos equipos favoritos.

Mi hijo que en esa época miraba los encuentros conmigo se hizo simpatizante de los vaqueros de Dallas, por supuesto también ellos tenían un equipo fabuloso y ganaron varios campeonatos seguidos cuando los 49’s se apagaron. Mi hija que jamás vio un encuentro de NFL simpatizó con los Carolina Panters solo porque tienen el mismo nombre que ella y a mi esposa le gustaban los jefes de Kansas City, solo porque el nombre de la ciudad le parecía simpático. En aquel momento el equipo de los jefes deambulaba en los sótanos de la liga.

Hoy todo ha cambiado, el draft, la forma de elección de los nuevos talentos priorizando a los equipos que han terminado en los últimos lugares la temporada anterior ha demostrado ser una buena herramienta para lograr una mayor paridad en la liga y pese a que siempre hay equipos más poderosos económicamente hablando, la distribución de torneos ganados es muchísimo más pareja que en otros deportes, el fútbol que es quizás el deporte más popular en el mundo entero no tiene ese mecanismo y vemos que permanentemente los equipos que ganan torneos son casi siempre los mismos, para los simpatizantes de esos equipos todo es felicidad y el resto solo puede mirar y conformarse con pegar la lotería una vez cada tanto.

Siempre creí que el poderío económico de los grandes clubes de fútbol alrededor del mundo nos llevaría a un desinterés creciente y que en algún momento eso debería cambiar tomando como ejemplo a lo que ocurre en algunos deportes en USA. Es evidente que estaba totalmente equivocado, todo sigue igual o peor y no se vislumbra que en el futuro las reglas puedan cambiar para tener ligas más competitivas.

Volviendo a la NFL, hoy se disputa el encuentro más importante del año, parece que llegaron a esa gran final los dos equipos que se perfilaban como principales candidatos. Lamentablemente los Bengals se quedaron en la puerta, un error en el último minuto los privó de repetir su performance del año anterior. Para mí era algo que se podía dar, no por nada los dos encuentros anteriores con los jefes de Kansas City habían terminado en victoria, sabíamos como ganarles pero esta vez falló. Quizás el próximo año.

Los 49’s también anduvieron muy bien, según algunos entendidos tenían el mejor equipo de todo el torneo, aunque les faltaba lo más importante, un mariscal de campo dominante y decisivo.

Así que hoy veré el gran espectáculo y he decidido que prefiero a las Águilas de Filadelfia, me gustó mucho la película “silver lining playbook” y les tomé cierta simpatía por ello, aunque sé que voy contra la mayoría de los pronósticos que dicen que los jefes ganarán porque tienen al mejor mariscal de la liga. Es probable pero también todo lo contrario.

En pocas horas tendremos un nuevo campeón y veremos si triunfa la razón o el corazón.