The data and its cost - Los datos y su costo

Luego de leer una larguísima publicación de @edicted no puedo menos que coincidir en la mayoría de sus apreciaciones, sobre algunas de esas cosas he escrito también aunque reconozco y estoy seguro que se sacó un gran peso de encima al hacer esa larga declaración sobre nuestros datos y las diversas maneras en que las empresas pujan por apoderarse de ellos.

Beneficios para empresas

A algunos les ha sorprendido el valor anual por usuario que obtiene Facebook por ejemplo de los datos que gentilmente regalamos con cada publicación, aun con las más divertidas y geniales, allí no hay distinción, alguien podrá ser muy creativo, tener enormes habilidades para las artes gráficas, el humor, la política o las criptomonedas, pero el costo de sus datos y preferencias valen lo mismo que los de aquel que publica una fotografía comiendo una hamburguesa una vez al año.

Indices engañosos

Por supuesto que ese beneficio de $10 trimestral que obtiene la empresa mencionada es solo un promedio y se ve claramente en el gráfico de Statista que es muy superior en aquellos países con mayor poder adquisitivo, este cuadro me hace recordar al dato de inflación mensual que produce nuestro Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, este mes les dio un 6,2 pero si observamos la canasta básica de alimentos el aumento en muy superior al 10%, por supuesto, está promediado entre alimentos, servicios y otros componentes que históricamente hacen bajar dramáticamente ese promedio. Un viejo truco al que se hecha mano en cada oportunidad que se pueda.

Otros perjuicios menos mensurados

Hay algo que hace tiempo quiero mencionar y que las estadísticas no distinguen tan claramente como la que acabo de mencionar en el párrafo anterior. Dentro del asunto de los datos de las personas, sean estos entregados de manera distraída, voluntaria o robados, ya vimos que le dan a las empresas un beneficio extraordinario pero lo que es peor le dan a personas empeñadas en quedarse con lo ajeno información esencial que a algunas personas les proporciona perjuicios muy significativos, llegando a arruinarles completamente la vida.

Hace unos pocos años atrás un compañero de trabajo llamó a su esposa que trabajaba en un banco de primera línea aquí en la Ciudad de Buenos Aires, tuvo la enorme fortuna que lo atendiera el jefe de su esposa ya que esta estaba en una reunión en esos momentos. Eran amigos y comenzaron a hablar de temas triviales hasta que el jefe de su esposa le dijo:

• Pedro, si necesitaba un préstamo hipotecario, porqué no me viniste a hablar, te hubiera conseguido una mejor tasa y quizás facilitarte algunos engorrosos trámites.

Pedro quedó en silencio por unos instantes tratando de asimilar lo que había escuchado hasta que contestó:

• Ricardo, yo no solicité ningún préstamo hipotecario en ningún banco

Allí comenzó el calvario de Pedro, recién hace poco tiempo nos comentó que pudo resolver todos los problemas económicos y judiciales que le demandaron resolver las innumerables situaciones que comprometieron seriamente su patrimonio y su buen nombre y honor, prestamos de varios tipos, gastos con las tarjetas de crédito por sumas importantes y hasta sus pequeños fondos en criptomonedas que recién comenzaba a atesorar con entusiasmo.

Recién ahora supimos que fue por una compra mediante el uso de una de las redes sociales más conocidas, tuvo el desatino de comprar por una plataforma que no era habitual para transacciones de ese tipo y en un momento de estupidez envió algunos datos que no debía, eso fue suficiente.

Cuidarse siempre

En Hive tenemos algunas cosas cubiertas, muy bien descripto por @edicted, sin embargo, los peligros son enormes y vienen de muchos lados, “las balas pican cerca” diría un famoso relator de fútbol de por aquí.

Estemos atentos y veamos bien donde y que cosas personales damos a conocer. Ciertamente es difícil estar activos en redes sociales y distraernos. Eso es lo que esperan muchos que están a la caza de esos beneficios ocultos.