Amigos imaginarios | Imaginary friends [ESP/ENG]

En la infancia la imaginación es muy fértil, los niños viven sorprendidos y maravillados por todo ese gran mundo que los rodea. A veces puede darse el caso de que inventen compañeros de juego, algo normal para ellos pero que a los adultos nos puede preocupar.

Cuando mi hija menor estaba por cumplir los cuatro años, en el último nivel del maternal y antes de comenzar el preescolar, comenzó a mencionar con mucha frecuencia a una niña llamada Yemini. MI amiguita Yemini, le decía. A veces pasaba largo rato en su cuarto jugando y conversando con esta persona imaginaria.

Al principio mi esposa y yo no le prestamos mucha atención al asunto porque sabemos que a esa edad puede pasar. Pero con el correr de los días la niña comenzó con ciertos comportamientos poco usuales, desacostumbrados para ella, hacía travesuras, decía mentiras...Claro, uno sabe que esas cosas pueden ocurrir en el proceso de desarrollo del niño.

Con el correr del tiempo mi intriga crecía, pensaba que quizá Yemini era una compañera del maternal, así que decidí hablar con la maestra.

Para mi sorpresa la maestra me dijo que allí no había nadie con ese nombre, pero no solo eso. También me indicó que ella estaba por preguntar lo mismo, puesto que la niña se la pasaba todo el tiempo hablando de esa amiga.

Luego de aquella visita al preescolar sí que comencé a preocuparme. Mi hija seguía haciendo cosas desacostumbradas, dejaba los juguetes regados por todos lados, a veces los rompía, ensuciaba los cuadernos…y siempre se justificaba echándole la culpa a Yemini. Aquella amiga imaginaria se había convertido en una intrusa que interfería con nuestras relaciones familiares.

Lo que más me impresionaba era la convicción de mi hija. Cuando le preguntábamos quien era Yemini, decía simplemente que era una amiguita que le decía cosas. Y al seguirla interpelando para saber donde estaba decía que allá, detrás de ella. Todo esto lo mencionaba con una naturalidad pasmosa.

Mi esposa y yo no sabíamos qué hacer, cuando se lo comentábamos a la familia algunos nos decían que habláramos con algún psicólogo, otros que buscáramos a un cura para que hiciera alguna especie de exorcismo. Nosotros nos negábamos a pensar que aquello fuese producto de algún evento sobrenatural. Así que opté por consultar a una psicóloga. Fui solo, me pareció imprudente llevar a la niña.

La psicóloga me comentó que en general los niños confunden realidad y fantasía y que en algunos casos, como el de mi hija, pudieran dar origen a la aparición de amigos imaginarios. Lo normal es que eso sea un asunto temporal y que con el correr del tiempo esas fantasías queden en el olvido.

Nosotros decidimos darle tiempo al tiempo a ver qué pasaba. Entre tanto, cada vez que veíamos la oportunidad hablábamos con la niña, sin presionarla mucho, sin que se sintiera mal, y le insistíamos en que era bueno que le dijera a Yemini que se fuera, que la dejara, tranquila, que ella con sus amigos de la escuela y sus primas tenía suficiente gente con quien jugar.

No sé si nuestras conversas surtieron algún efecto o que la niña cumplió algún tipo de proceso, pero lo cierto es que un buen día dejó de mencionar a Yemini. Y así como aquella amiguita imaginaria llegó, sin ninguna invitación, de igual modo se fue. Más nunca mi hija tuvo amigos imaginarios.

La mentalidad infantil es compleja, ellos tienen una racionalidad distinta a la de los adultos. Ante eventos como el de los amigos imaginarios lo mejor es ser pacientes, no presionar al niño ni decirles cosas que los puedan alarmar o les causen angustias. El tiempo generalmente se encarga de poner las cosas en su lugar.

Gracias por tu tiempo.

In childhood, imagination is very fertile, children live surprised and amazed by the great world that surrounds them. Sometimes it can happen that they invent playmates, something normal for them but that can worry us adults.

When my youngest daughter was about to turn four years old, in the last level of nursery school and before starting preschool, she began to mention very often a girl named Yemini. My little friend Yemini, she called her. Sometimes he would spend a long time in his room playing and talking with this imaginary person.

At first my wife and I didn't pay much attention to the matter because we know it can happen at that age. But as the days went by, the child began to show some unusual behaviors, unusual for her, she would get into mischief, tell lies... Of course, one knows that these things can happen in the process of a child's development.

As time went by my intrigue grew, I thought that maybe Yemini was a classmate of the nursery school, so I decided to talk to the teacher.
To my surprise, the teacher told me that there was no one by that name, but not only that. She also indicated that she was about to ask the same question, since the girl kept talking about that friend all the time.

After that visit to the preschool, I really started to worry. My daughter kept doing unusual things, leaving toys all over the place, sometimes breaking them, dirtying notebooks...and always justifying it by blaming Yemini. That imaginary friend had become an intruder who interfered with our family relationships.

What impressed me most was my daughter's conviction. When asked who Yemini was, she would simply say that she was a little friend who told her things. And when we kept asking her where she was, she would say that she was over there, behind her. She mentioned all this with an astonishing naturalness.

My wife and I did not know what to do, when we told the family about it, some told us to talk to a psychologist, others told us to look for a priest to perform some kind of exorcism. We refused to think that it was the result of some supernatural event. So I chose to consult a psychologist. I went alone, it seemed imprudent to take the child.

The psychologist told me that in general children confuse reality and fantasy and that in some cases, like my daughter's, this could give rise to the appearance of imaginary friends. It is normal that this is a temporary issue and that with the passing of time these fantasies will be forgotten.

We decided to give time to time and see what happened. In the meantime, every time we saw the opportunity we talked to the girl, without putting too much pressure on her, without making her feel bad, and we insisted that it was good for her to tell Yemini to go away, to leave her alone, that she had enough people to play with with her school friends and her cousins.

I don't know if our conversations had any effect or if the girl went through some kind of process, but what is certain is that one day she stopped mentioning Yemini. And just as that imaginary friend arrived, without any invitation, so she left. My daughter never again had imaginary friends.

Children's mentality is complex, they have a different rationality than adults. When faced with events such as imaginary friends, the best thing to do is to be patient, not to pressure the child or tell them things that may alarm them or cause them anguish. Time usually takes care of putting things in their place.

Thank you for your time.

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Hasta una próxima entrega. Gracias.

Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.

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