Saludos. La amiga @denissemata nos comenta en una publicación para la comunidad @beentrepreneur sobre un percance que tuvo en su emprendimiento de repostería. Resulta que una preparación tomó un sabor distinto, al principio no le dio importancia porque pensó que no alteraba sustancialmente la calidad de la preparación. Sin embargo, al momento de llevarle el producto final al cliente este se sintió insatisfecho, le comentó que no le agradaba el sabor…

Denisse respondió de la manera más responsable posible, asumió el error, pidió disculpas, aceptó la perdida y se comprometió con el cliente a entregarle otro producto distinto. Este último si fue de la completa aceptación del cliente.

Ninguno de nosotros estamos exentos de cometer errores. Por mucha experiencia que se tenga siempre hay la posibilidad de que algún día las cosas no nos salgan bien. Son muchas las variables que inciden para que los resultados no sean los de siempre, sobre todo cuando somos las personas las que actuamos directamente en la producción del bien o en la prestación del servicio.

Sí el error fue de nuestra parte lo mejor es reconocerlo y tratar de compensar el problema causado, eso minimiza el malestar del cliente y puede ser que no nos retire su confianza. Siempre me gusta enfatizar que en el mundo del emprendimiento lo más importante es el cliente. Mantener la fidelidad del cliente debe ser una de las metas de cualquier emprendedor.

Hay quienes por el contrario se niegan a reconocer el error para no asumir la pérdida que eso conlleva. Tratan por todos los medios de justificar lo que no funcionó y se empeñan en eludir su responsabilidad, buscando culpables en otro lado. Estas personas van dejando a su paso un rosario de clientes descontentos, lo que tarde o temprano se revertirá en contra de su emprendimiento.

Al final lo que está de por medio es nuestra ética, como personas y como emprendedores. Si actuamos en función de nuestra responsabilidad y compromiso con el cliente no tendremos problemas en buscar la manera de enmendar cualquier falta que hayamos cometido.

En estos días mandé a hacer un pequeño trabajo de impermeabilización. Contacté a un señor de mi zona que tiene experiencia en ese ramo. No puedo decir que tengo amistad con él, pero si el trato suficiente como para no considerarlo un extraño.

Él vino a mi casa, hizo la evaluación y convinimos un precio, ambos quedamos de acuerdo.

Cuando tenía un rato trabajando me llamó, aquello me pareció un poco extraño. Subí al techo y me comentó que había cometido un pequeño error, unas deformaciones en la estructura hicieron que un paño de manto se desviara un poco. Como consecuencia de eso habría que rematar uno cuantos pedazos, lo que implicaba usar más material. Le dije que no se preocupara porque por previsión yo había comprado un rollo de más.

Al finalizar le pedí los datos para hacerle la transferencia del pago, en ese momento me dijo que le transfiera menos de lo acordado. Comentó que era lo correcto puesto que yo había gastado más material del necesario y que eso era responsabilidad de él.

Aquel gesto me pareció muy noble y honorable, y en vez de pagarle menos le di un poco más, porque también me pareció que él no había estimado bien el precio del servicio, tomando en cuenta que hubo una zona donde el trabajo implicaba alto riesgo por el poco espacio que había para manipular el manto y el soplete.

Es muy probable que ese pago adicional que le agregué con mucho gusto a lo convenido, no se lo hubiese dado si él en vez de reconocer el error se hubiese puesto a inventar excusas para justificar el descuadre que me hizo gastar más material.

Actuar apegado a la ética siempre nos dará mejores resultados y logrará que nuestro emprendimiento goce de la aceptación de los clientes.

Gracias por tu tiempo.

Fuente de imágenes. I II III

Greetings. Our friend @denissemata tells us in a publication for the @beentrepreneur community about a mishap she had in her baking business. It turns out that a preparation took on a different flavor, at first he did not give it importance because he thought it did not substantially alter the quality of the preparation. However, when she took the final product to the customer, he was dissatisfied and told her that he did not like the taste...

Denisse responded in the most responsible way possible, assumed the mistake, apologized, accepted the loss and promised the customer to deliver a different product. The latter was completely acceptable to the customer.

None of us are exempt from making mistakes. No matter how much experience we have, there is always the possibility that someday things do not work out well. There are many variables that influence so that the results are not the same as always, especially when we are the people who act directly in the production of the good or in the provision of the service.

If the mistake was on our part, the best thing to do is to recognize it and try to compensate for the problem caused, this minimizes the client's discomfort and may be that they do not withdraw their confidence in us. I always like to emphasize that in the world of entrepreneurship the most important thing is the customer. Maintaining customer loyalty should be one of the goals of any entrepreneur.

There are those who, on the contrary, refuse to recognize the mistake in order not to assume the loss that this entails. They try by all means to justify what did not work and insist on evading their responsibility, looking for culprits elsewhere. These people leave in their wake a string of dissatisfied customers, which sooner or later will turn against their business.

In the end, what is at stake is our ethics, both as individuals and as entrepreneurs. If we act according to our responsibility and commitment to the client, we will have no problem in finding a way to make amends for any mistake we have made.

These days I had a small waterproofing job done. I contacted a man in my area who has experience in this field. I can't say that I am friends with him, but I do know him well enough not to consider him a stranger.

He came to my house, did the evaluation and we agreed on a price, we both agreed.

When he was working for a while he called me, I thought it was a bit strange. I went up to the roof and he told me that he had made a small mistake, some deformations in the structure caused a mantle cloth to deviate a little. As a consequence, a few pieces would have to be finished off, which meant using more material. I told him not to worry because I had bought one roll too many because of foresight.

At the end I asked him for his details to transfer the payment, at which point he told me to transfer less than the agreed amount. He commented that it was the right thing to do since I had spent more material than necessary and that it was his responsibility.

That gesture seemed very noble and honorable to me, and instead of paying him less I gave him a little more, because it also seemed to me that he had not estimated the price of the service correctly, taking into account that there was an area where the work involved a high risk due to the little space there was to handle the mantle and the torch.

It is very likely that the additional payment that I gladly added to the agreed price would not have been given to him if, instead of recognizing the mistake, he had started to invent excuses to justify the mistake that made me spend more material.

Acting ethically will always give us better results and will ensure that our business will be accepted by our clients.

Thank you for your time.

Image source. I II III

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Todos tus comentarios son bienvenidos en este sitio. Los leeré con gusto y dedicación.
Hasta una próxima entrega. Gracias.



Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.

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