¿Hasta dónde presionar en el tema escolar…? | How far to push on the school issue...?
Andrés regresa a la cocina, toma el vaso con agua y mira el calendario al lado de la nevera, siente que las mariposas se alborotan en la barriga. Busca distraerse frente a la TV pero no logra concentración, se siente intranquilo, no encuentra sosiego…
Vuelve a la cocina y esta vez con gran determinación se para frente a la imagen donde reposan los días y sus fechas. Con el dedo índice recorre los días transcurridos, las mariposas de la panza se han convertido en garras., lo invade el estupor ante lo inevitable, al día siguiente comienzo el nuevo año escolar; se acaban las vacaciones y vuelve una “normalidad” que él preferiría nunca llegara…
Durante la noche Andrés duerme intranquilo, se despierta sudoroso, presa de un nerviosismo que le espanta el sueño; entrada la madrugada logra dormir profundo…
Las palabras le llegan desde lejos …Andrés…Andrés…levántate chico…vamos a llegar tarde a la escuela. Levántate que hoy comienzas tu cuarto grado…
— Papá, no me siento bien… algo me cayó mal con la comida de anoche…me duele la barriga…hoy no quiero ir…
— Pero bueno Andrés…Otra vez lo mismo…cada vez que terminan las vacaciones y comienzan las clases tú sales con el cuento que no quieres ir, que te sientes mal…Déjate de bromas chico…Levántate y vístete rápido que vamos a llegar tarde…
— Pero pa…me siento mal…de verdad…vamos mañana…
— No voy a discutir eso contigo, Andrés, esa historia me la conozco. Levántate y más nada…
Con lágrimas en los ojos Andrés se levanta, se viste de mala gana, toma la lonchera con el desayuno y se monta en el carro con su padre para ir a la escuela… En el trayecto, Rafael, su padre, lo va atiborrando de consejos y expectativas…
— Cónchale Andrés, vamos a ver si este año le pones un poquito más, ya estás en cuarto grado hijo, el año pasado apenas aprobaste con catorce, eso no es nota para tercer grado y menos para cuarto. Este año lo menos que debes aspirar es diecinueve o veinte. La escuela es demasiado importante Andrés…Si uno no sirve para la escuela no sirve para nada, sin un título no somos nadie en esta vida…
Andrés mira a su padre y le entra un escalofrío …¿diecinueve o veinte …? Se dice mentalmente el muchacho. Piensa lo que le costó llegar a catorce en tercero y los sudores lo vuelven a atacar…¿Diecinueve o veinte…?
— ¿Papá y tú sacaste veinte en cuarto grado…?
— No solo en cuarto, responde con orgullo Rafael… Salí de primaria con diecinueve y medio de promedio, dieciocho en bachillerato y en la Universidad fui el tercero de mi promoción, egresé con mención honorífica. Tú también lo tienes que hacer Andrés, es cuestión de que le pongas más interés al asunto….Tienes que ser el mejor, hijo…
— Está bien, papa… Está bien…
No es fácil darnos cuenta sí los padres estamos metiendo demasiada presión a los muchachos con el tema escolar. Es verdad que cuando están pequeños no tienen claro la importancia de sus responsabilidades. Sin embargo, plantearles expectativas demasiado altas puede hacer que la escuela se les convierta en una tortura, lo que no deja nada bueno ni para ellos, ni para nadie.
Son muchas las variables que explican el éxito o el fracaso escolar. No todo depende de la voluntad y la buena disposición del niño. A veces un docente falto de didáctica puede hacer el proceso muy difícil. Otras veces puede estar presente algún problema de salud o cognitivo que no se conocía antes del tiempo escolar. También hay cuestiones de carácter, hay niños muy reservados a los que les cuesta relacionarse con los demás, para ellos las cosas no son tan sencillas.
La importancia de la escuela es fundamental, de algún modo es una puerta que permite abrir otras. Pero no es verdad que sea lo más importante en la vida. Para nada es bueno crear en el muchacho la conciencia de que el fracaso escolar significa el fracaso en la vida. La escuela es solo una pequeña parte de la vida. Y perfectamente puede darse el caso que si fracasamos allí podamos salir bien en otras áreas.
Otro asunto es la competencia. No todos pueden tener el primer lugar. Plantearle al muchacho esa exigencia es exponerlo a una presión innecesaria, con la posibilidad de que experimente decepción y frustraciones.
Los niños en edad escolar están en un proceso de maduración. Los resultados en ese nivel no determinan nada. Malos resultados en esta etapa se pueden superar en las siguientes. Pensemos que son niños que apenas comienzan la vida y que tienen todo un mundo por delante…
—¡Papá, tengo una mala noticia que darte…! ¡Qué pasó Andrés, cuéntame…!
—¡Pa, apenas saqué catorce en la boleta…!
— Está bien, hijo. Catorce no es mala nota, veremos si en el próximo lapso lo puedes subir un poco.¡ Venga, dame un abrazo y vamos a celebrar ese catorce…!
Gracias por tu tiempo.
Andres returns to the kitchen, takes the glass of water and looks at the calendar next to the fridge, he feels the butterflies in his stomach. He tries to distract himself in front of the TV but he can't concentrate, he feels uneasy, he can't find peace...
He goes back to the kitchen and this time with great determination he stands in front of the image where the days and their dates rest. With his index finger he runs through the days that have passed, the butterflies in his belly have turned into claws, he is invaded by the stupor before the inevitable, the next day the new school year begins; the vacations are over and a "normality" returns that he would prefer never to come...
During the night Andres sleeps restless, he wakes up sweating, prey of a nervousness that scares him to sleep; in the early morning he manages to sleep deeply...
The words come to him from far away ...Andrés...Andrés...get up boy...we are going to be late for school. Get up, today you start your fourth grade...
-Dad, I don't feel well...something went wrong with my food last night...my belly hurts...today I don't want to go...
-But well Andrés...Again the same thing...every time vacation ends and classes start you come out with the story that you don't want to go, that you feel bad...Stop joking boy...Get up and get dressed quickly because we are going to be late...
-But pa...I feel bad...really...let's go tomorrow...
-I'm not going to discuss that with you, Andrés, I know that story. Get up and nothing else...
With tears in his eyes Andres gets up, gets dressed reluctantly, takes the lunch box with breakfast and gets in the car with his father to go to school... On the way, Rafael, his father, is stuffing him with advice and expectations...
-Andrés, let's see if this year you put a little more into it, you're already in fourth grade son, last year you barely passed with fourteen, that's not a grade for third grade and even less for fourth. This year the least you should aim for is nineteen or twenty. School is too important Andres... If you are not good for school you are not good for anything, without a degree we are nobody in this life...
Andres looks at his father and a shiver goes down his spine...nineteen or twenty...? the boy says to himself mentally. He thinks about what it took him to get fourteen in third grade and the sweats attack him again... Nineteen or twenty...?
-Dad, and you got twenty in fourth grade...?
-Not only in the fourth grade, Rafael answers proudly... I graduated from elementary school with a nineteen and a half grade point average, eighteen in high school and in college I was third in my class,
I graduated with honors. You have to do it too, Andrés, it's a matter of putting more interest in the matter.... You have to be the best, son...
-It's okay, Dad... It's okay...
It is not easy to realize if we parents are putting too much pressure on our children with the school issue. It is true that when they are young they are not clear about the importance of their responsibilities. However, setting expectations too high can turn school into a torture for them, which is not good for them or for anyone else.
There are many variables that explain school success or failure. Not everything depends on the will and willingness of the child. Sometimes a teacher lacking in didactics can make the process very difficult. Other times there may be a health or cognitive problem that was not known before school. There are also character issues, there are very reserved children who find it difficult to relate to others, for them things are not so simple.
The importance of school is fundamental, in a way it is a door that opens others. But it is not true that it is the most important thing in life. It is not good at all to create in the child the awareness that failure at school means failure in life. School is only a small part of life. And it may very well be the case that if we fail there we can do well in other areas.
Another issue is competition. Not everyone can have first place. To place such a demand on the child is to expose him to unnecessary pressure, with the possibility of disappointment and frustration.
School-age children are in a maturation process. Results at this level do not determine anything. Bad results at this stage can be overcome in the following stages. Let's think that these are children who are just starting life and have a whole world ahead of them...
-Dad, I have some bad news to tell you...! What happened Andres, tell me...!
-Dad, I barely got a fourteen on the report card...!
-It's all right, son. Fourteen is not a bad grade, let's see if you can raise it a little in the next period... Come on, give me a hug and let's celebrate that fourteen...!
Thanks for your time.
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Me recordaste mi época de estudiante, mi estimado @irvinc. Mis padres jamás me exigieron notas, jamás revisaron mis cuadernos, parea ver si había hecho o no la tarea... En el liceo, no tuvieron nunca que ir a retirar el boletín...
Recuerdo con claridad mi primer día de clase, supuestamente en primer grado, pero inconscientemente ya hacía la fila en segundo grado hasta diciembre de ese año que se dieron cuenta de que yo no pertenecía a ese grado je, je, je. De regreso de vacaciones decembrino, acordaron que continuara en segundo... Ya me había saltado un año... Los años siguientes, fue igual, en tres años hice la primaria completa... Por órdenes de mi pediatra, debería tomar un año sabatino por mi problema visual, así me obligaron a hacerlo.
Yo era un devorador de libros y textos escolares. Cansado de no hacer nada en ese año sabático pedí hacer un curso de idiomas, me interesé por el inglés y el francés. Tenía a penas once años, pero era maduro para esa edad.
Participé en las Olimpiadas de Matemáticas CENAMEP 1981. Iniciamos unos 50 mil estudiantes y para la final quedamos solo cinco. Yo era el único estudiante que procedía de un liceo clase C, mientras los otros 4 compañeros eran de La Salle. Allí pararon la competencia y decretaron que éramos los cinco ganadores. Usted y yo sabemos el por qué lo hicieron.
El liceo donde cursé el tercer año, era Juan de Guroceada, ese año lo pusieron como una tacita de oro, recuerdo bien que dotaron la Biblioteca, instalaron timbre eléctrico, piso anti resbalarte, dotaron los laboratorios y equiparon todos los salones. Al edificio lo pintaron de arriba abajo...
Bueno, esto fue solo la primera etapa antes de cumplir 16... Yo en particular no creo que sea malo exigirle a los niños, pero estoy consciente de que los padres deben poner el ejemplo. Por propia experiencia he notado que si yo estoy leyendo un libre en vez de ver la TV, Matthew busca sus cosas de la escuela. Cuando era maestro de escuela, los niños se reunían en torno al escritorio para charlar en hora de recreo. Cuando daba clases en el liceo, siempre en la biblioteca, se acercaba un grupo de estudiantes a conversar o a solicitar alguna explicación extra. Ya a nivel universitario, no acepté que se me asignara un preparador para compensar las asignaciones de mis estudiantes, yo prefería estar con ellos el mayor tiempo posible.
Sabes que si fue decepcionante para mí, perder una beca en el extranjero por mi deficiencia visual... Pero me prometí a mi mismo, que las instituciones pagarían por la información que manejara, de esta manera me volví el devorador de cualquier material nuevo que llegara impreso a mis manos...
Los Niños a temprana edad son una esponja y queda de nosotros los educadores hacer que esas esponjas absorban con fluidez buenos líquidos que los enriquezcan, usted me entiende...
Caramba, si que tuviste un desempeño excelente. A mí me costó un poco adapatarme a la escuela, estaba demasiado acostumbrado a los cuidados de mi madre, me daba terror cada vez que comenzaba un nuevo año. En el bachillerato fue distinto porque tuve que aprender a andar por mi cuenta.
Una cuestión que me parece admirable es como has podido hacer tantas cosas a pesar de tu problema visual. Estos mismos comentarios hechos con tanto esmero son dignos de elogio. Ahorita no puedo pasar mucho tiempo frente a las pantallas, se me irritan demasiado los ojos. Es un asunto que me afecta por mi actividad. Pero quizá me ha llegado el momento de hacer un alto para darle más espacio a la contemplación. No hay mal que por bien no venga.
Muchas gracias por pasar y comentar estimado @amigoponc. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Amigo, @irvinc, yo no lo sabía hasta hace 5 años, soy autista y esa condición me ayudó ¡muuuchooo...!.
Para tus ojos, utiliza lentes antirreflejo, tienen una superficie azulada. Activa en tu PC Luz Nocturna, y come una zanahoria diaria (cruda), en ensalada o batido. A mí me resulta. Ah!, parpadea por lo menos cada 10 segundo, ayuda mucho...
En diciembre arribo a Caracas por temporada de invierno y decembrino, si hay un evento de encuentro, me gustaría compartir con ustedes. Felicidad, bendiciones llenas de éxitos...
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Thank you so much.
Thank you for participating in the PUD @irvinc. 💪🐝
Saludos. En respuesta a tu interrogante inicial, la presión sobre nuestros hijos debe tener un límite, cada padre y madre sabrá donde quedan esos limites. A veces los hijos necesitan en serio un poquito de comprensión ya que los estudios presionan mucho en ciertos momento y ellos tienden a sentirse agotados.