¡Papá…déjame caer…! | Dad... let me drop...!
—Papá…necesito que me firmes la autorización… Todos los que somos menores de quince años necesitamos que los padres nos den el permiso para participar en la competencia, y yo solo tengo trece…
—Caramba Rafael, hijo ¿estás seguro que estás preparado…? Mira que nadar en aguas abiertas no es lo mismo que nadar en la piscina. Ahí son otras variables, la temperatura del agua, las corrientes, las olas, todo eso exige una gran preparación…Yo sé que tú nadas bastante bien en la piscina y que te entrenas todos los días…Pero Rafa…estamos hablando de otro nivel, esto es otra cosa, hijo…
—Cónchale papa…tú siempre con tus cosas, nunca confías en mí. No sé por qué no puedes entender que yo también sé tomar mis decisiones. Si yo te digo que estoy preparado, es porque lo estoy…
—Rafa, hijo…No es que desconfíe de ti. Recuerda que yo fui nadador de aguas abiertas, participé en muchos campeonatos, conozco los riesgos que implica nadar en el mar…Además, siempre he estado pendiente de tus entrenamientos, recuerda que fui yo quien te enseño a nadar. En verdad creo que esta competencia puede ser muy fuerte para ti, que son muchos los riesgos… Esta no será la única ni la última competencia…Tienes todo el tiempo por delante para participar cuando estés más preparado, sin los riesgos de ahorita…
—¡Papá, no confías en mí…! Siempre es así, papá…Si yo te digo que estoy preparado es porque lo estoy…
—Está bien, Rafael, no vamos a discutir más por eso. Yo te firmo la autorización. Vete a tu competencia, ojalá no tengas contratiempos…
El día de la competencia el padre de Rafael pidió estar con los equipos de salvamento que acompañaban a los competidores, iba en una de las lanchas, muy cerca de su hijo.
Antes había hablado claramente con Rafael, le había pedido encarecidamente que no se fuese a pasar de héroe, que si tenía algún problema levantara inmediatamente la mano donde estaba el brazalete de auxilio, la señal para que intervinieran los rescatistas. El muchacho se comprometió con su padre que así lo haría.
Llegó el día pautado y hubo dudas si se daría la competencia. Las condiciones no eran las mejores, había una brisa bastante fuerte y el oleaje se podía sentir. Los jueces valoraron las condiciones y autorizaron la partida.
En la primera parte de la competencia Rafael se mantenía en el pelotón, faltando unos cien metros para llegar a la boya de su categoría comenzó a rezagarse. Su padre aumentó la atención, le dijo a los rescatistas que estuvieran pendientes. Rafael cruzó la boya pero aumentó el rezago, era notorio su cansancio. El padre angustiado no le quitaba los ojos de encima. A los pocos minutos el muchacho levantó el brazo. Su padre se lanzó al agua acompañado con dos rescatistas, entre los tres lo montaron en la lancha…
—Está bien, Rafael…No pasó nada…Cualquiera se cansa con estas condiciones. Lo importante es que levantaste el brazo cuando todavía tenías fuerza. Lo hiciste bien…hijo. La próxima vez será mejor…
El padre de Rafael tuvo la opción de impedir que su hijo participara en la competencia, sabía que el riesgo era real. Estaba en una disyuntiva, pero optó por respetar la decisión del muchacho. A veces hay que dejar que los hijos se tropiecen para que puedan aprender…
La adolescencia puede ser una etapa difícil en la crianza. Los muchachos están en una búsqueda permanente, necesitan afianzar su identidad. Es normal que se vuelvan rebeldes y quieran retar la autoridad, principalmente la de los padres. En esa etapa tienden a ver a los padres más como represores que como acompañantes.
Para Rafael poco significaban los consejos de su padre. No podía valorar adecuadamente que él le hablara desde su condición de experto, de un gran conocedor de los riesgos que implicaba nadar en el mar. El muchacho solo lo veía como el padre rígido que no quería dejarlo competir, como una persona caprichosa.
Las caídas a veces son necesarias y pueden ser una fuente de aprendizaje para los hijos. Ellos necesitan saber que el mundo es mucho más de lo que imaginan. Dejarlos que se den sus golpes no es nada fácil porque la tendencia natural de los padres es a protegerlos.
La experiencia de Rafael seguro que le dejó muchas enseñanzas para restarle un poco de prepontencia y llevarlo a poner los pies en la tierra. Quizá a partir de ese susto que pasó pueda valorar la experiencia de los mayores, y pueda aprender a escuchar consejos...
Gracias por tu tiempo.
-Dad... I need you to sign the authorization... All of us who are under fifteen years old need a parental authorization to participate in the competition, and I'm only thirteen...
-Caramba Rafael, son, are you sure you are ready...? Open water swimming is not the same as swimming in the pool. There are other variables, the temperature of the water, the currents, the waves, all that demands a great preparation... I know you swim quite well in the pool and that you train every day... But Rafa... we are talking about another level, this is something else, son...
-You're always with your own things, you never trust me. I don't know why you can't understand that I know how to make my own decisions. If I tell you that I am ready, it's because I am...
-Rafa, son... It's not that I don't trust you. Remember that I was an open water swimmer, I participated in many championships, I know the risks of swimming in the sea...Besides, I have always been aware of your training, remember that it was me who taught you to swim. I really believe that this competition can be very strong for you, that there are many risks... This will not be the only or the last competition... You have all the time ahead of you to participate when you are more prepared, without the risks you are taking now...
-Dad, you don't trust me...! It's always like that, Dad... If I tell you I'm ready, it's because I am...
-All right, Rafael, let's not argue about it anymore. I'll sign the authorization. Go to your competition, let's hope you don't have any problems...
The day of the competition, Rafael's father asked to be with the rescue teams that accompanied the competitors, he was in one of the boats very close to his son.
Earlier he had spoken clearly with Rafael, he had asked him not to be a hero, that if he had any problem, he should immediately raise his hand where the help bracelet was, the signal for the rescuers to intervene. The boy promised his father that he would do so.
The scheduled day arrived and there were doubts as to whether the competition would take place. The conditions were not the best, there was a strong breeze and the swell could be felt. The judges assessed the conditions and authorized the start.
In the first part of the competition, Rafael stayed in the pack, but with about a hundred meters to go to the buoy of his category, he began to fall behind. His father increased his attention and told the rescuers to be on the lookout. Rafael crossed the buoy but increased the delay, he was noticeably tired. His anguished father did not take his eyes off him. A few minutes later, the boy raised his arm. His father jumped into the water accompanied by two rescuers, and between the three of them they put him in the boat....
-It's all right, Rafael... Nothing happened... Anyone gets tired in these conditions. The important thing is that you raised your arm while you still had strength. You did well... son. Next time it will be better...
Rafael's father had the option of preventing his son from participating in the competition, he knew the risk was real. He was in a dilemma, but he chose to respect the boy's decision. Sometimes you have to let your children stumble so they can learn...
Adolescence can be a difficult time in parenting. Children are in a constant search, they need to establish their identity. It is normal for them to become rebellious and want to challenge authority, especially that of their parents. At that stage they tend to see parents more as repressors than as companions.
For Rafael, his father's advice meant little to him. He could not adequately appreciate that his father spoke to him as an expert, a great connoisseur of the risks involved in swimming in the sea. The boy only saw him as the rigid father who did not want to let him compete, as a capricious person.
There are times when letting your children fall is the best way for them to learn, to know that there is more to life than they can imagine. Letting them take their knocks is not easy, because the natural tendency of parents is to protect them.
Rafael's experience surely taught him many lessons. It probably helped him to remove a bit of arrogance, to understand that the experience of the elders always has some value, to learn that you have to open your ears to the advice...
Thank you for your time.
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Justo estoy pasando esa etapa con mi hijo mayor y qué difícil me la está poniendo. Me siento como miembro de la ONU, haciendo negociaciones diarias con él
Yo con los varones no tuve problemas, la hija si fue un poco más rebelde. La negociación es fundamental para tratar de que los muchachos entren en razón. Muchas gracias por pasar y comentar estimada @mamaemigrante. Que Dios te de sabiduría y serenidad para orientar del mejor modo a tu muchacho. Suerte con eso. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Interesante, a veces como padre hacemos que nuestros hijos tomen decisiones fuertes y las aceptamos para que aprendan, pero debemos estar vigilantes. Me ocurrió hace muchos años con mi segundo hijo, lo del era querer ser militar, lo inscribí en todas las fuerzas, aviación, ejército, marina entre otras, su estatura no le permitió, se inscribió luego en abogacía, resultó y se graduó. Luego quería asimilarse al ejército, durante el primer mes no quiso seguir, y me dijo papá si me inscribo como bachiller para militar, no hubiese resultado, tenias mucha razón padre. Así es la vida estimada amiga @irvinc . Éxitos en su publicación.
Eso que dices es muy cierto, y a esas edad que mencionas hay muchas dudas, sobre todo en la escogencia de la carrera. Lo bueno es que al final el muchacho logró encontrar su camino, una gran felicidad para él y para ti. Muchas gracias por pasar y compartir tu testimonio amigo @omarrojas. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Gracias a ti por la visita estimada amiga @irvinc, éxitos en tus publicaciones y en Hive.
Omar, @omarrojas. No soy amiga, soy amigo, jajajaja.
Dispense usted @irvinc Saludos. Éxitos
La adolescencia es una etapa de rebeldía natural, los muchachos quieren probarse a si mismos que todo lo pueden, no entienden de experiencias previas, ni consejos, ni nada que los contraríe. Es un reto para los padres entrar en ese terreno minado sin detonar ninguna bomba, y lograr así poder orientarlos sin que ello perturbe su seguridad. Toda una proeza que nos pone al límite, imperioso es apelar a la comunicación efectiva.
Tal como lo dices, en verdad que es entrar en "un terreno minado". Lo difícil es que a veces no se encuentran ni las palabras ni las razones para acercarse al muchacho. A los padres les toca entender también que el muchacho está experimentando un sismo emocional debido al bombardeo hormonal que está viviendo. Lo que toca es tener mucha serenidad y paciencia. Muchas gracias por pasar y comentar estimada @gorayii. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Hola amigo @irvinc, feliz y bendecida tarde. No debe ser muy fácil lidiar con algunos hijos, sobre todo cuando estos quieren demostrar que pueden hacer las cosas. Me encanto, pues su padre estuvo siempre vigilante de que no le ocurriese nada. También me gusto el ímpetu del joven, probo que es mejor seguir los sabios consejos de los Padres y que a veces no se esta preparado para ejecutar alguna actividad.
Sí, en esa etapa no es fácil saber hasta dónde debes dejar correr el riesgo. El padre de Rafael actuó sabiamente, logró calcular muy bien de modo que el muchacho no saliera lesionado. Los tropiezos también son una fuente de aprendizaje y pueden ayudar a darle valor a la palabra de los padres. Muchas gracias por pasar y comentar estimada @dorytagil2022. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Saludos amigo @irivinc que casualidad precisamente mi esposa estuvo conversando con mi hija que actualmente tiene 11 años, de que debe escuchar los consejo de los padres para evitar que le suceden inconvenientes, pero cuando no le prestan atención bueno les toca asumir las consecuencias de sus actos, excelente reflexión amigo, saludos a tu esposa.
A veces uno sabe que no les conviene tomar una decisión pero ellos insisten. Ahí hay que calcular bien que no vayan a salir mal parados, con algo que los dañe. Es inevitable que tengan algún tropiezo, eso forma parte de la vida. Se confía en los valores que se le han dado en la crianza. Muchas gracias por pasar y comentar estimado @cetb2008, le hago llegar el saludo a Damarys. Que estés bien. Bendiciones para la familia.
Amén amigo
Saludos amigo @irvinc, aquí cabe la frase nadie escarmienta en cabeza ajena. Como padres se que no es facil ver caer a nuestros hijos; pero hay que dejarlos vivir de sus experiencias y que aprendan de sus aciertos y desaciertos. Como madre la verdad me la paso encima de mis hijos para no dejarlos caer. Pero se que debo dejarlos ser.
Esa frase está genial. Así es, tu puedes prevenir, mostrar razones, pero al final son los hijos lo que toman la decisión. Unas veces acertaran y otras se equivocaran. Lo impotante es que sepan que no están solo y que pueden contar con los padres. No es fácil soltarlos completamente. Muchas gracias por pasar y comentar estimada @lisbethseijas. Que estés bien. Bendiciones para la familia.
Amigo @irvinc todos hemos pasado por estos conflictos de adolescentes y el enfrentamiento con nuestros padres, y esto poco a poco se va calmando. Como dices las hormonas afectan. Sobre este tem ahay much atela que cortar.
Un abrazo
Así es, mi querida @mafalda2018, esa turbulencia se va apaciguando con el paso de los años. Acá lo importante es que la relación padre-hijo no salga lesionada, procurar no crear más conflictos de los necesarios, se necesita mucha paciencia. Muchas gracias por pasar y comentar. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Buenas tardes querido @irvinc !
La adolescencia es una etapa muy complicada en la cual es muy importante la comprensión y el acompañamiento de nuestros hijos. Aquí se verán como han sido el vínculo generado durante la niñez y que tanta confianza hemos logrado generar en la relación hijos/padres.
No solo es una etapa de conflictos internos para nuestros hijos, sino también para nuestros padres en donde será vital la comunicación entre papá y mamá para no agregar conflictos adicionales.
Con amor, acompañamiento, comprensión y afianzando los lazos de confianza se podrá superar sin mayores sobresaltos.
Me encanta la manera en que transmitís estos mensajes que tanto valor aportan.
Abrazo grande
Es importante lo que planteas, si el vínculo ha sido sólido durante los primeros años en la adolescencia no debería haber tantos problemas. Acá la comunicación es clave y se debe cultivar desde los primeros años, que el niño sienta la confianza para expresar sus dudas y temores. Gracias por pasar y enriquecer la publicación con tu comentario. Que estés bien querido @pablo1601. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Gracias a vos querido @irvinc por explicar de manera clara, sencilla y muy entretenida esos situaciones que muchas veces se presentan y en ocasiones se hacen difíciles de manejar.
Me encanto el mensaje que diste: darle libertad, mostrar confianza en ellos y estar ahí, bien cerquita por si necesitan tomarse de nuestra mano.
Abrazo