¿Tragarse lo que se siente? | Swallowing what it feels like? [ESP/ENG]

Mi infancia transcurrió en un tiempo donde el mundo emocional parecía tener poco significado. No sé si sería una característica de la época o una costumbre de los míos. El caso es que en mi casa materna nunca se alentaba a hablar sobre “temas sentimentales”. Y no era solamente que no se hablara de esos asuntos, sino que parecía haber una especie de acuerdo tácito en que esas cosas no se ventilaban públicamente en el espacio común. Parecían reducidos al estricto espacio de la intimidad personal.

Una expresión tan común y bienvenida en nuestros días como lo es preguntar “cómo te sientes”, no figuraba en nuestro repertorio vocabular. Y no es que no sintiéramos alegría, pena, dolor o miedo. Claro que lo sentíamos, como todo el mundo. Sin embargo, no se sabía qué hacer con eso, aún cuando de pequeños teníamos siempre a mamá dispuesta a consolar cualquier pena.

Con ese tipo de enseñanza era lógico que nuestra piel emocional, la de mis hermanos y la mía, se fuera endureciendo a medida que íbamos creciendo. Nada de pensar, por ejemplo, en acercarse a un hermano, a mamá o a papá, para decirle cosas tan normales como estoy confuso, no sé qué decisión tomar, he sentido tristeza, o me he sentido muy contento con algo que me pasó. No. Lo que se sentía era un asunto de cada quien, reservado para sus momentos de soledad. Cada quien aprendía a lidiar o no con sus asuntos personales. Lo normal era tragarse todo lo que uno sentía.

El problema con ese aprendizaje, donde se minimiza la importancia del mundo emocional, es que no solo afecta la vivencia personal sino también la vivencia relacional. Si uno no es capaz de reconocer el peso que juega la emocionalidad en la vida de uno, difícilmente puede valorar el papel que tienen las emociones en la vida de los demás, ya que se ha acostumbrado a tener una especie de venda refractaria ante las emociones. Se crea entonces una barrera que dificulta la posibilidad de ser empático con los otros. ¿Cómo entender algo que no se sabe qué es…?

Por fortuna los seres humanos siempre tenemos la oportunidad de revisar nuestros hábitos y creencias y tenemos también la capacidad de poder aprender de nuevo. Siempre es posible deshacerse de los aprendizajes que nos hacen la vida pesada y difícil. Sin embargo, no hay que creer que los hábitos mentales que hemos aprendida en la infancia se van a dejar desplazar fácilmente. No, algunos están grabados a fuego en lo más hondo de nuestro subconsciente.

Deshacerse de esos inconvenientes aprendizajes de la infancia requiere un gran trabajo de revisión personal, una clara aceptación de la necesidad de cambiar y una férrea disciplina para poder incorporar nuevos hábitos mentales. Sin embargo, hay que contar con que los fantasmas del pasado siempre va a estar rondando por allí, esperando cualquier descuido nuestro para tomar el control de las situaciones.

Luego de mucho tiempo tratando de ver la vida de otra manera, luego de vivir muchos momentos de derrotas en esos intentos, hoy puedo decir que me siento bastante satisfecho con lo que he podido avanzar en el plano emocional. Ahora me siento mucho más dispuesto a compartir las respuestas que las amigas de la iniciativa nos proponen.

¿Expresas con facilidad tus pensamientos y emociones?, ¿Qué consideras que contribuyó a que desarrollaras esas habilidades?

Sí, hoy día no tengo problemas en decir cómo me siento; muchas veces se lo hago saber a los demás. Claro, tampoco es que vaya gritando a los cuatro vientos si estoy triste o contento, o que le confíe mis preocupaciones al primero que me encuentre por la calle.

Un asunto que había meditado muchas veces cuando comencé a escribir en HIVE, era sobre lo conveniente o inconveniente de dejar constancia de mis sentimientos en mis escritos. En algún momento tuve mis dudas. Sin embargo, una vez que tomé plena conciencia de que la Blockchain es la memoria de la historia, me decidí a expresarlos. Mucho influyó en esa decisión el pensar que en algún futuro mis nietas puedan revisar estos textos y le sirvan para conocer más del hombre que fue su abuelo. También, porque he aprendido que escribir sobre lo que pienso es una formidable manera de encontrar paz en momentos de incertidumbre.

¿Has tenido la experiencia de no poder expresar tus pensamientos y emociones?, ¿Lo has superado? Cuéntanos cómo hiciste para superarlas.

Como les comenté arriba durante mi niñez y buena parte de mi adolescencia no compartía mis emociones con nadie. Luego, cuando comenzó el tiempo de tener novias, las cosas empezaron a cambiar; con una o dos sentí plena confianza para comentarles sobre mis sentimientos.

La vida ha sido muy generosa conmigo. Más de una vez ha puesto en mi camino personas que me han dado luces para entenderme, para saber quién soy. Personas pacientes que me han dejado herramientas muy valiosas para avanzar en mi crecimiento emocional y como ser humano. A ellos les debo la invitación a pensar sobre muchas cosas de las que yo no me ocupaba, entre ellas las relacionadas con el mundo emocional. También les debo el haberme proveído de lecturas, de recomendaciones sobre cursos y talleres, y de la orientación personalizada. Sin haberme topado con ellos hubiese sido muy difícil avanzar por este nuevo camino para mí.

Afortunadamente mis hijos vinieron al mundo cuando ya yo había empezado a rehacer mis perspectivas. Con ellos lo pude hacer un poco mejor, creo que aprendieron a darle más importancia al mundo emocional, a plantear sus necesidades, compartir sus problemas y buscar las ayudas necesarias, si el caso lo ameritaba.

La asertividad es una técnica para mejorar nuestra comunicación. ¿La conoces, has profundizado en ella, la has puesto en práctica, cómo han sido los resultados?

Este es un asunto en el que todavía tengo mucho por mejorar. Muchas veces siento que he sido inoportuno al dar una respuesta poco apropiada, o también que no he sido suficientemente claro para que no surjan malos entendidos. Encontrar la palabra correcta en el momento oportuno no es algo que se me dé con naturalidad. Siempre tengo que estar atento con eso. En lo que no tengo ningún problema es en pedir disculpas y tratar de enmendar, las veces que sean necesarias, cuando considero que mi actuación ha sido errónea y le ha creado malestar al otro.

He disfrutado mucho escribiendo la publicación, agradezco a la amiga @damarysvibra por esta iniciativa tan estimulante. Invito a todos a participar.

Gracias por tu tiempo.

Fuente de imágenes. I II

My childhood was spent in a time when the emotional world seemed to have little meaning. I don't know if it was a characteristic of that time or a habit of mine. The fact is that in my mother's house it was never encouraged to talk about "sentimental issues". And it was not only that such matters were not talked about, but there seemed to be a kind of tacit agreement that such things were not publicly aired in the common space. They seemed reduced to the strict space of personal intimacy.

An expression as common and welcome in our days as asking "how do you feel" was not in our vocabulary repertoire. And it is not that we did not feel joy, sorrow, pain or fear. Of course we felt it, just like everyone else. However, we didn't know what to do with it, even though as children we always had Mom ready to console any sorrow.

With that kind of teaching it was logical that our emotional skin, mine and my siblings', was hardening as we grew up. No thought, for example, of approaching a sibling, Mom or Dad, to say such normal things as I'm confused, I don't know what decision to make, I've been feeling sad, or I've been feeling very happy about something that happened to me. No. What you felt was your own business, reserved for your moments of solitude. Everyone learned how to deal or not deal with their personal issues. The normal thing was to swallow everything you felt.

The problem with this learning, where the importance of the emotional world is minimized, is that it affects not only the personal experience but also the relational experience. If one is not able to recognize the weight that emotionality plays in one's life, it is difficult to appreciate the role that emotions play in the lives of others, since one has become accustomed to having a kind of refractory blindfold to emotions. This creates a barrier that hinders the possibility of being empathic with others. How can we understand something that we do not know what it is...?

Fortunately we human beings always have the opportunity to review our habits and beliefs and we also have the capacity to be able to learn again. It is always possible to get rid of the learning that makes our life heavy and difficult. However, we should not believe that the mental habits we have learned in childhood will be easily dislodged. No, some of them are engraved in the depths of our subconscious.

To get rid of these inconvenient childhood learnings requires a great work of personal revision, a clear acceptance of the need to change and an iron discipline to be able to incorporate new mental habits. However, we must count on the fact that the ghosts of the past will always be hanging around, waiting for any carelessness to take control of situations.

After a long time trying to see life differently, after living many moments of defeats in those attempts, today I can say that I feel quite satisfied with what I have been able to advance emotionally. Now I feel much more willing to share the answers that the friends of the initiative propose to us.

Do you express your thoughts and emotions easily, and what do you think has helped you develop these skills?

Yes, nowadays I have no problem in saying how I feel; many times I let others know. Of course, it's not like I go around shouting to the four winds whether I'm sad or happy, or that I confide my worries to the first person I meet on the street.

One issue that I had pondered many times when I started writing in HIVE, was whether it was convenient or inconvenient to leave a record of my feelings in my writings. At some point I had my doubts. However, once I became fully aware that the Blockchain is the memory of history, I decided to express them. The thought that in the future my granddaughters will be able to review these texts and learn more about the man who was their grandfather influenced my decision. Also, because I have learned that writing about what I think is a great way to find peace in times of uncertainty.

Have you had the experience of not being able to express your thoughts and emotions, and have you overcome it? Tell us how you overcame it.

As I mentioned above, during my childhood and most of my adolescence, I did not share my emotions with anyone. Then, when I started having girlfriends, things started to change; with one or two I felt confident to tell them about my feelings.

Life has been very generous to me. More than once it has put in my way people who have given me lights to understand me, to know who I am. Patient people who have left me very valuable tools to advance in my emotional growth and as a human being. I owe them the invitation to think about many things that I did not take care of, among them those related to the emotional world. I also owe them for providing me with readings, recommendations for courses and workshops, and personalized guidance. Without having come across them it would have been very difficult to move forward on this new path for me.

Fortunately my children came into the world when I had already started to rebuild my perspectives. With them I was able to do a little better, I think they learned to give more importance to the emotional world, to raise their needs, share their problems and seek the necessary help, if the case warranted it.

Assertiveness is a technique to improve our communication, do you know it, have you studied it in depth, have you put it into practice, how have the results been?

This is a subject in which I still have a lot of room for improvement. Many times I feel that I have been inopportune in giving an inappropriate answer, or also that I have not been clear enough so that misunderstandings do not arise. Finding the right word at the right time is not something that comes naturally to me. I always have to be vigilant about that. What I have no problem with is apologizing and trying to make amends, as many times as necessary, when I feel that my actions have been wrong and have created discomfort for the other person.

I really enjoyed writing the post, I thank friend @damarysvibra for this initiative so stimulating. I invite everyone to participate.

Thank you for your time.

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Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.

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