Valor para perdonar | Courage to forgive

Son muchas las formas en que alguien puede hacernos daño. A veces personas muy cercanas como nuestros familiares actúan siguiendo mandatos de la costumbre y no se dan cuenta que en sus prácticas nos hacen sentir mal, pueden llegar a pensar que ofensas y maltratos son necesarios para “favorecer nuestro bien”.

Pero también el daño puede provenir de algún extraño que actúa movido por el simple deseo de hacer mal.

Todo agravio genera malestar, todo agravio hace que nos sintamos tristes, dolidos o decepcionados, todo agravio puede despertar la ira y el deseo de que el otro también sienta por lo que hemos pasado, y entonces queremos pagar con la misma moneda.

La magnitud de nuestro malestar será proporcional al daño recibido y a la cercanía de la persona que lo infringe. Un grito de un extraño pesa menos que el de un familiar, y una infidelidad más que un grito. Y Quedar lisiado por un robo puede dejar en nuestro ánimo una herida muy profunda, así como también tener que abandonar el país donde naciste porque unos rufianes se apoderaron de él e hicieron allí la vida imposible… Todas esas situaciones nos dejarán un malestar emocional que tendremos que gestionar de algún modo.

Como todos he recibido más de una ofensa a lo largo de mi vida. Como todos he sentido más de una vez el deseo de responder de la misma manera, de hacer sentir al otro lo que me hizo sentir a mí. Son muchas las veces en que no me ha sido fácil contenerme… La rabia es un sentimiento muy potente que puede nublar totalmente el entendimiento.

Sin embargo, en esos momentos difíciles algún “Ángel de la Guarda” ha mantenido mi lucidez y me ha devuelto a los caminos de la reflexión, pudiendo encontrar la respuesta más conveniente, y esta ha sido el perdón.

Perdonar nunca es fácil, no es algo que se dé de modo natural. Hasta los evangelistas tuvieron conciencia de esa dificultad y quizá por eso consagraron la necesidad de perdonar en los textos bíblicos. Para que de ese modo también quedara como un mandato moral.

Pero hay algunas cuestiones que debemos tomar en cuenta. En la mayoría de los casos el motivo de nuestro malestar lo produjo un hecho que ya no está, algo que ya ocurrió y que quedó en el pasado, entonces debemos preguntarnos seriamente, qué sentido puede tener continuar sintiendo rabia o tristeza por una situación que ya pasó.

Claro, hay situaciones muy difíciles. Tengo un amigo cuyo hijo quedó lisiado como consecuencia de un robo. Un acontecimiento que le cambió la vida a toda esa familia. A mi amigo le ha tomado mucho tiempo superar la ira y la tristeza causada por esa tragedia.

En nuestras conversaciones me ha confiado que más de una vez quiso estar frente al agresor de su hijo para dejarlo en las mismas condiciones de invalidez, para que aquel ser despiadado y los suyos supieran lo que ellos pasaban. Muchas veces me ha contado que cada vez que veía a su hijo en la silla de ruedas se revivían los sentimientos de ira y de tristeza.

Largo ha sido su camino para lograr el perdón, para poder cerrar ese capítulo de su vida, para dejar de lado los sentimientos que le impedían seguir adelante, porque la realidad es que la vida sigue y tenemos que valorar si tiene algún sentido que nos quedemos anclados en el trauma vivido.

La experiencia de mi amigo ha sido muy aleccionadora para mí. En mis momentos de baja pienso en él y en la fortaleza que ha tenido para seguir adelante.

Llegó un momento en su vida en que al fin logró entender que perdonando ponía fin a un círculo vicioso donde siempre terminaba perdiendo.

Porque en realidad es así, mientras nos mantenemos anclados a la experiencia vivida nos vamos desgastando, se nos amarga la existencia y perdemos la capacidad de encontrar nuevos caminos. En ese sentido el perdón también es una decisión profundamente liberadora, nos quita un peso de encima y nos devuelve el entusiasmo.

Perdonar no es algo que nos venga de fuera, es una decisión consciente que hacemos por nosotros mismos para tener una vida mejor.

Hago esta publicación motivado por la invitación que ha hecho la amiga @angelica7 para su programa “Encuentro de Talentos”.

Gracias por tu tiempo.

Fuente de imágenes. I II III

There are many ways in which someone can hurt us. Sometimes people very close to us, such as our relatives, act following customary commands and do not realize that their practices make us feel bad; they may even think that offenses and mistreatments are necessary to "favor our good".

But also the damage can come from some stranger who acts moved by the simple desire to do wrong.

Every wrong generates discomfort, every wrong makes us feel sad, hurt or disappointed, every wrong can awaken anger and the desire that the other person also feels what we have gone through, and then we want to pay with the same coin.

The magnitude of our discomfort will be proportional to the damage received and to the proximity of the person who offends us. A scream from a stranger weighs less than that of a family member, and an infidelity more than a scream. And being crippled by a robbery can leave a very deep wound in our spirit, as well as having to leave the country where you were born because some ruffians took it over and made life impossible there... All these situations will leave us with an emotional discomfort that we will have to manage in some way.

Like everyone else, I have received more than one offense during my life. Like everyone else, I have felt more than once the desire to respond in the same way, to make the other person feel what he/she made me feel. There have been many times when it has not been easy for me to restrain myself... Anger is a very powerful feeling that can totally cloud the understanding.

However, in those difficult moments some "Guardian Angel" has kept my lucidity and has returned me to the paths of reflection, being able to find the most convenient answer, and this has been forgiveness.

Forgiveness is never easy, it is not something that comes naturally. Even the evangelists were aware of this difficulty and perhaps that is why they enshrined the need to forgive in the biblical texts. So that in this way it would also remain a moral mandate.

But there are some questions that we must take into account. In most cases the reason for our discomfort is produced by an event that is no longer there, something that has already happened and is in the past, so we must seriously ask ourselves, what sense can it make to continue feeling anger or sadness for a situation that has already happened.

Of course, there are very difficult situations. I have a friend whose son was crippled as a result of a robbery. A life-changing event for that whole family. It has taken my friend a long time to overcome the anger and sadness caused by that tragedy.

In our conversations, he has confided to me that more than once he wanted to be in front of his son's aggressor to leave him in the same conditions of disability, so that that ruthless being and his family would know what they were going through. Many times she told me that every time she saw her son in the wheelchair, the feelings of anger and sadness were relived.

It has been a long road for him to achieve forgiveness, to be able to close that chapter of his life, to leave aside the feelings that prevented him from moving forward, because the reality is that life goes on and we have to evaluate if it makes any sense to remain anchored in the trauma we have lived through.

My friend's experience has been very sobering for me. In my low moments I think of him and the strength he has had to move forward.

There came a moment in his life when he finally understood that by forgiving he was putting an end to a vicious circle where he always ended up losing.

Because in reality it is like that, as long as we remain anchored to the lived experience we get worn out, our existence becomes bitter and we lose the ability to find new paths. In this sense, forgiveness is also a profoundly liberating decision, it takes a weight off our shoulders and restores our enthusiasm.

Forgiveness is not something that comes to us from outside, it is a conscious decision that we make for ourselves in order to have a better life.

I make this publication motivated by the invitation made by friend @angelica7 for her program "Encuentro de Talentos".

Thanks for your time.

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Hasta una próxima entrega. Gracias.



Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.

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