En busca de la libertad.[Esp/Eng]

Cuando todo comenzó, las personas empezaron a perder rápidamente la esperanza, habían dejado a un lado la fe, y tan solo imperaba el deseo de mantenerse vivo pese a las dificultades, acabando con la vida de otros, incluso, si eso los mantuviera vivos.

Las pesadillas de los pobres y desamparados comenzaron a hacerse realidad, sus temores y miedos fueron los que se asieron de sus almas sinceras y acabadas, mientras que los más poderosos osaban de su imponente poder, sin sentimientos de compasión hacia los más afligidos.

Los niños perdieron su infancia, los jóvenes vendieron su libertad, y los mayores ansiaban el día en el que ya no pudieran respirar, y así no ver como la maldad se adueñaba de aquellos en cuyo corazón ya no había bondad.

Las cosas empeoraban cada vez más, los intentos de los nobles de recuperar la paz y la alegría, eran frustrados por miles que nada más deseaban hacerse de la tierra y sus bienes, no le importaban a estos últimos acabar con quienes intentaran interponerse en su camino.

Las calles desoladas, tan exclusivamente eran el pasillo de como los arrogantes merodeaban con el deseo de saciar su sed de victoria, de mantener a raya a cualquiera que deseara la tranquilidad.

Su lema, mientras más poder, más dominio. Era el himno que entonaban cada mañana, era el credo que enseñaban a sus hijos, con el único fin de que nada pudiera estar por encima de ellos, y que aquellos que fueran diferentes, tan solo se convirtieran en sus sirvientes.

La desesperanza, en cambio, era el hierro con que se marcaban los hijos de aquellos que habían nacido en la era de la arrogancia y el odio.

Su destino, por ahora, era vivir entre las sombras y la oscuridad, refugiarse entre los escombros y que nadie pudiera ver un rastro de amor dentro sí, pues esto era lo que los malvados robaban sin escrúpulos, para hacer alardes de que ya eran menos que deseaban un mundo pacífico.

El espíritu que imperaba en el corazón de los hijos de la desobediencia, cada día era más cruel y feroz, bebida la violencia, su comida, el odio.

La esperanza pendía de un hilo en medio de la tempestad, mientras que la entera alegría casi era difícil de hallar, y así los hijos de los hombres intentaban mantener a sus familias unidas, aunque su vida también estuviera en riesgo.

–Salgan de donde estén, pobres lacayos. Vengan a mí si quieren un poco de paz, os prometo darles lo que deseen si eso es lo que anhelan —

La desesperación era aire que entraba en las entrañas de los afligidos. En el intento de acallar el quejido dentro de sí, buscaban a quien le ofrecía la libertad, engañados totalmente, solo para quitarles su integridad.

Por las ventanas de los edificios que aún permanecían, solamente veían a aquel que se alzaba como el rey de los malvados, su túnica larga y negra, y ojos negros como el crepúsculo, lo convertían en el personaje más vil de toda la historia.

–Yo... yo quiero de esa libertad —

Las risas de sarcasmos resonaron en todo el lugar, quienes acompañaban al malvado, portaban armas largas para así atrapar a quienes se atrevían a desafiar a su amo, o tan siquiera se atravesarán en su camino.

—Ja ja ja. Aquí tenemos a un valiente voluntario que quiere acabar con su pobre desdicha y agonía. ¿Quién más, sino yo, podría sanar lo que hoy te hace mal? Escuchen todos ustedes lo que se esconden, solo quiero que sepan que algún día los voy a encontrar, y cuando así sea, les aseguro, desearan que en mi mano jamás querido acabar —

Las lágrimas de aquel hombre no fueron suficiente para recibir misericordia, pero sí lo suficiente para desviar la atención del malvado, que, de no ser por ese acto, hubiese acabado también con su esposa e hija.

—¿Tendrás un pobre deseo hombre ingrato? No prometo cumplirlo, pero al menos me tomaré el tiempo de escucharlo —

De rodillas ante sí, y con su rostro hacia el suelo, entre dientes musitaba una canción interpretada por su padre, quien también había caído en las manos de aquel que ahora estaba delante de sí, y quién, sin benevolencia alguna, acabaría con su vida.

—“Se acabará, se acabará, algún día el dolor y la maldad, se saciará mi sed entre los ríos de la paz, y colmaré mi vida entera entre un mar de felicidad” —

El alma negra del malvado se sobrecogía de terror. Antes había escuchado estas letras en alguien que alguna vez intentó desafiarlo y que casi lo acabó con un rayo de ilusión que brotó desde lo más hondo desde su corazón, pero fue mayor la fuerza de este, evitando que lo bueno se alzara nuevamente sobre quienes él había tomado dominio.

El tiempo que pasaba, era aprovechado por la esposa e hija del valiente, quiénes corrían incansablemente para no caer en manos de los secuaces del malvado.

—Pobre e inservible hombre. Deberían haberte enseñado nuestro credo. “Mientras más poder, más dominio”, de haberlo sabido, quizás hubieses sido útil para mí y para quienes me sirven. ¿De dónde, de donde salen tantas ideas absurdas de que habrá felicidad? ¿Acaso eres tú quién ha estado intentarme desafiarme? —

Entre dientes de aquel hombre, una risa de dicha y satisfacción.

—¿Es que ahora te he dicho un chiste para que te rías de lo que digo? ¿Quizás pueda convertirte en el payaso que intentas ser? Ahora que recuerdo, fue tu padre quien tenía el mismo inútil verso que acabas de decir, el mismo que dijo antes de que acabara con su pobre vida —

Las nubes se tornaron negras e inclementes sobre ambos. Se avecinaba lo que sería el fin de la esperanza de aquel que se resignaba a perder su esperanza, de aquel que intentaba no salvar su vida con aquel refrán enseñado por su padre mientras era niño, por aquel refrán que dijo su padre antes de morir en manos del aquel hombre malo.

A fin de acabar con aquel que estaba frente a sí, una espada de doble filo y negra, se alzó sobre el hombre que aún estaba de rodillas ante aquel que deseaba acabar enteramente con su vida.

El corazón de este, derramaban destellos de bondad y pena, por un lado, el deseo de que su familia se hubiera alejado lo suficiente para no caer en manos de éste, y por el otro, el deseo de que ya no existieran seres como aquel que había predominado por tanto tiempo en la tierra.

–Ojalá y puedas encontrarte con tu padre, ya sé que no, pero de igual forma espero que te reciba con los brazos abiertos — exclamó el malvado mientras ostentaba el final de otro corazón bondadoso.

La espada de doble filo y negra, con el inscrito en el puñal “mientras más poder, más dominio”, acababa con la vida, y con alguna esperanza que pudiera sobrevivir de éste.

Justo de que la espada cayera sobre éste, una luz resplandeció entre las nubes pardas y oscuras, haciendo que fuese imposible que el malvado siguiera bajando la espada hacia este y de pronto ocurrió lo que muchos esperaban…

Continuará...

When it all began, people began to quickly lose hope, they had left faith aside, and only the desire to stay alive despite the difficulties prevailed, ending the lives of others, even if it would keep them alive.

The nightmares of the poor and helpless began to come true, their fears and fears were the ones that took hold of their sincere and finished souls, while the most powerful dared of their imposing power, without feelings of compassion towards the most afflicted.

The children lost their childhood, the young sold their freedom, and the old longed for the day when they would no longer be able to breathe, so as not to see evil take possession of those in whose hearts there was no more goodness.

Things were getting worse and worse, the attempts of the nobles to regain peace and joy were frustrated by thousands who only wanted to take over the land and its goods, the latter did not mind killing those who tried to stand in their way.

The desolate streets, so exclusively were the corridor of how the arrogant prowled with the desire to quench their thirst for victory, to keep at bay anyone who desired tranquility.

Their motto, the more power, the more dominance. It was the hymn they intoned every morning, it was the creed they taught their children, with the sole purpose that nothing could be above them, and that those who were different would only become their servants.

Hopelessness, on the other hand, was the iron with which the children of those born in the age of arrogance and hatred were branded.

Their destiny, for now, was to live among the shadows and darkness, to take refuge among the rubble and that no one could see a trace of love within themselves, for this was what the wicked stole without scruples, to boast that they were already less than desirous of a peaceful world.

The spirit that prevailed in the hearts of the children of disobedience, every day was more cruel and fierce, drink violence, their food, hatred.

Hope hung by a thread in the midst of the tempest, while entire joy was almost hard to find, and so the sons of men tried to keep their families together, even if their lives were also at risk.

-Come out wherever you are, poor lackeys. Come to me if you want a little peace, I promise to give you what you want if that is what you crave.

Despair was the air that entered the bowels of the afflicted. In an attempt to silence the whimpering within them, they sought out the one who offered them freedom, totally deceived, only to take away their integrity.

Through the windows of the buildings that still remained, they only saw the one who stood as the king of the wicked, his long black robe and eyes as black as twilight, made him the most vile character in all history.

-I... I want that freedom -

The sarcastic laughter echoed throughout the place, those who accompanied the evil one, carried long weapons in order to catch those who dared to defy their master, or even cross his path.

-Ha ha ha ha. Here we have a brave volunteer who wants to put an end to your poor wretchedness and agony. Who else but me could heal what ails you today? Listen, all of you, to what you are hiding, I only want you to know that someday I will find you, and when I do, I assure you, you will wish that in my hand you never wanted to end it.

The tears of that man were not enough to receive mercy, but they were enough to divert the attention of the evil one, who, if it had not been for that act, would have ended up with his wife and daughter as well.

-Will you have a poor wish, ungrateful man? I won't promise to fulfill it, but at least I'll take the time to listen to it.

Kneeling before him, and with his face to the ground, he muttered between his teeth a song played by his father, who had also fallen into the hands of the one who now stood before him, and who, without any benevolence, would end his life.

-It will be over, it will be over, someday the pain and the evil, my thirst will be quenched among the rivers of peace, and I will fill my whole life among a sea of happiness".

The black soul of the evil one was overwhelmed with terror. Before, he had heard these words from someone who had once tried to challenge him and who had almost finished him with a ray of illusion that sprang from the depths of his heart, but his strength was greater, preventing the good from rising again over those he had taken dominion over.

The time that passed was used by the brave man's wife and daughter, who ran tirelessly to avoid falling into the hands of the evil one's henchmen.

-Poor, useless man. You should have been taught our creed. "The more power, the more dominion", had you known that, perhaps you would have been useful to me and to those who serve me. Where, where do so many absurd ideas come from that there will be happiness? Is it you who has been trying to challenge me? -

Between the man's teeth, a laugh of joy and satisfaction.

-Now I have told you a joke so that you will laugh at what I say? Perhaps I can turn you into the clown you are trying to be? Now that I remember, it was your father who had the same useless verse you just said, the same one he said before he ended his poor life-

The clouds turned black and inclement over both of them. What would be the end of the hope of the one who resigned himself to lose his hope, of the one who tried not to save his life with that saying taught by his father when he was a child, by that saying that his father said before he died in the hands of that bad man, was coming.

In order to finish with the one who was in front of him, a double-edged black sword was raised over the man who was still on his knees before the one who wanted to end his life entirely.

The man's heart poured out flashes of kindness and sorrow, on the one hand, the wish that his family had moved far enough away so as not to fall into the hands of this one, and on the other hand, the wish that there were no longer beings like the one who had prevailed for so long in the land.

-I hope you can meet your father, I know you can't, but I hope he will welcome you with open arms," exclaimed the evil one, while he showed the end of another kind heart.

The black, double-edged sword, with the inscribed on the dagger "the more power, the more dominion", ended the life, and any hope of survival, of this one.

Just as the sword fell on him, a light shone through the dark brown clouds, making it impossible for the evil one to continue to bring the sword down on him, and suddenly what many had expected happened...

To be continued...

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_{Ismael D. Rodríguez/Contenido Original
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_{Traducido al inglés por https://www.deepl.com/es/translator-mobile}

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