Una sola decisión. 2da Parte [Esp/Eng]

El sillón de Richard era su mejor compañero en las situaciones más apretadas, y en repetidas ocasiones, era su mejor aliado para salir de aquellos que intentaban, a poca escala, hacerse con el poder absoluto del parlamento.

—Hola mi amor. ¿En qué cosas piensas? — Preguntó Karen desconcertada.
El trago de coñac era el mejor compañero, y su mejor consejero antes de responder a algo que pudiera comprometerlo, incluso con su esposa.

—Hasta ahora todo está bien mi amor. Solo me ha tomado por sorpresa la idea de que Thomas sea el nuevo fiscal, ya sabes, conociendo su política e idiosincrasia, es posible que a muchos puedas causarle angustia, y peor aún, puedan tramar algo contra él —

Antes de que Karen pudiera decir algo, el teléfono de la casa sonaba.
Ring, ring, ring

—¿Estás esperando alguna llamada? — Preguntó Richard

—Son las 10:00 pm. A esta hora nadie debería llamar a nadie… Voy a ver a quién es. —

—No. Deja que yo lo haga, ya es muy tarde y debes ir a descansar. Yo atiendo —

Mientras Karen subía las escaleras, al otro lado del teléfono estaba el señor Bruce:

—Sr. Richard. ¿Cómo le ha ido en la velada? —

Una llamada desconocida a su teléfono encriptado, causo la impresión más agónica en Richard, que no sabía como era posible que el Sr. Bruce lo hubiese localizado.

—Justo ahora, me iría a descansar y haber terminado el día de una manera más tranquila de lo normal, pero ahora es un poco difícil de hacerlo, sabiendo que este tipo de llamadas no son comunes en casa —

—Ja ja ja. No se preocupe Sr. Richard, no se preocupe por mí. Solo quería decirle que encienda su televisión, quizás pueda ver algo que le llame la atención. Puede ir justo ahora, lo estaré esperando. —

El canal de la ciudad, presentaba a Thomas Simmons como parte de su discurso general, donde presentaba sus planes en función de su responsabilidad:

—“Justo ahora, ya estamos en planes para restablecer la economía de nuestra ciudad. Y para ellos, tendremos que salir de aquellos que han estado impidiendo el camino hacia éxito. Y todos aquellos que se opongan, tendrán que sentir la presión del poder, sin importar sean quienes sean. Además, ya tenemos en la mira a aquellos que han estado usando los bienes solo para sus beneficios, y desde ya iniciaremos nuestro plan para erradicarlos” —

De nuevo, el tiempo se detuvo mientras Richard veía la arrogancia conque Thomas se presentaba, comprendía que estaba en juego su poder sobre la fábrica minera, con la que había estado sacando provecho por muchos años, y era subsidiada por los impuestos que él mismo recaudaba sin permiso.

Sus dientes comenzaron a crujir y sus manos a empuñarse al escuchar que Simmons comenzaría a dar los nombres de aquellos que tenía en su lista, en caso de que estos no se entregaran a manos del poder judicial por voluntad propia.

De vuelta al teléfono, los pasos de Richard eran vacilantes, mientras que sus manos temblaban de furia, pero a su vez de miedo por no saber hasta qué grado podría exponerse.

—Hola Sr. Richard. Ya le he dicho que somos personas de fiar, y que nuestro trabajo ha sido de los más limpios, hasta el punto de que se nos desconoce. Mi preocupación, tal como la suya, tiene que ver con los dividendos que podríamos perder en caso de que, lo que ya escuchó, se pongan en marcha —
Interrumpió Richard al Sr. Bruce.

—Déjeme preguntarle algo Sr. Bruce. Usted ha dicho que tu trabajo es tan impecable que nadie ha percibido lo que han hecho, en ese caso, ¿Qué impide que hagan lo que tienen que hacer con el Sr. Simmons? —

El silencio creó el espacio más incómodo entre ambos.

—Este tipo de cosas, Sr. Richard, y cómo bien sabrá, no se plantean o se discuten por estos medios, y eso que es seguro. Le puedo asegura que, las razones del porqué estoy haciendo esta intervención con usted, es obvia. Tienes muchas cosas que perder, pero esas mismas cosas las necesito yo para seguir con mi operación. Además, estoy seguro de que no querrás ensuciarte las manos, por lo que debes conseguir a alguien que haga el trabajo sucio, un trabajo sucio por el cual se debe pagar, y uno que nosotros estamos dispuestos a hacer —

—Aún tengo mis dudas sobre todo esto, sí, tienes razón, es de mi desagrado tener a alguien respirando en la nuca. Pero, hay otras cosas que debemos tener en consideración. Y, primero que nada, quiero saber a qué se refiere con eso de que usted necesita de mis cosas para hacer algo, pues si ese es el caso, necesitas también de mí, y entonces, eso también tiene un precio —

Ambos movían sus piezas como si de un juego de ajedrez se tratara.

Sus movimientos entré en sí, trataban de dejar a cada uno comprometido, y a su vez en deuda, con el fin de hacerse esclavos uno del otro.

Ambos enmudecieron al pensar en las consecuencias de las decisiones que pasarían ahora, sintiendo el temor en lo más profundo de sus entrañas.

—Entiendo- Dijo el Sr. Bruce- Reconozco que su manera de hacer las cosas es intrépido Sr. Richard, tiene mis respetos. En ese caso, concordamos en que ambos necesitamos ciertos favores el uno del otro, por lo que, es necesario que obremos lo más pronto posible —

—Si, en ese caso, mañana será un buen día para podernos ver, ¿no? —

—Mejor aún, mañana será el día en que observará el alcance de nuestro poder, Sr. Richard, y podrá observar la verdadera libertad, una que no hemos disfrutado por tantos años por culpa de los políticos. Duerma tranquilo, mañana será un excelente día —

Antes de poder responder, la llamada se colgó. Y el temor por lo que sucedería al día siguiente, sería quien acompañaría en los sueños a Richard.

Continuará…

Puedes leer la primera parte, dando click al siguiente enlace:

https://peakd.com/hive-132410/@ismaelrd04/una-sola-decision-espeng

Richard's armchair was his best companion in the tightest of situations, and on repeated occasions, it was his best ally to get out of those who tried, on a small scale, to seize absolute power in parliament.

-Hello my love, what are you thinking about? - Karen asked in bewilderment.
The cognac drink was the best companion, and his best advisor before answering something that could compromise him, even with his wife.

-So far so good, my love. I've just been taken by surprise by the idea of Thomas being the new prosecutor, you know, knowing his politics and idiosyncrasies, it's possible that to many you could cause distress, and worse, they could plot something against him -.

Before Karen could say anything, the house phone rang.
Ring, ring, ring, ring

-Are you expecting a call? - Richard asked

-It's 10:00 pm. At this hour no one should be calling anyone... I'm going to see who it is. -

-No. Let me do it, it's very late and you should go get some rest. I'll get it.

As Karen went upstairs, on the other end of the phone was Mr. Bruce:

-Mr. Richard -How was your evening? -

An unknown call on his encrypted phone made the most agonizing impression on Richard, who didn't know how Mr. Bruce could have reached him.

-Just now, I would go to rest and have finished the day in a calmer way than usual, but now it's a little difficult to do so, knowing that this kind of calls are not common at home.

-Ha ha ha ha. Don't worry Mr. Richard, don't worry about me. I just wanted to tell you to turn on your TV, maybe you can watch something that catches your eye. You can go right now, I'll be waiting for you. -

The city channel, presented Thomas Simmons as part of his general speech, where he presented his plans according to his responsibility:

• "Right now, we are already in plans to restore the economy of our city. And for them, we will have to get out those who have been standing in the way of success. And all those who oppose us will have to feel the pressure of power, no matter who they are. In addition, we already have our sights set on those who have been using the assets only for their own benefits, and we will begin our plan to eradicate them.

Again, time stood still as Richard saw the arrogance with which Thomas presented himself, he understood that his power over the mining factory, which he had been profiting from for many years, and which was subsidized by the taxes he collected without permission, was at stake.

His teeth began to gnash and his hands to clench as he heard that Simmons would begin to give the names of those he had on his list, in case they did not surrender to the judiciary of their own free will.

Back on the phone, Richard's steps were hesitant, while his hands trembled with anger, but at the same time with fear for not knowing to what degree he could expose himself.

-Hello Mr. Richard. I have already told you that we are reliable people, and that our work has been of the cleanest, to the point that we are unknown. My concern, just like yours, has to do with the dividends we stand to lose in the event that, what you have already heard, they get going-
Richard interrupted Mr. Bruce.

-Let me ask you something Mr. Bruce. You have said that your work is so impeccable that no one has perceived what they have done, in that case, what prevents them from doing what they have to do with Mr. Simmons? -

The silence created the most uncomfortable space between the two.

-These kinds of things, Mr. Richard, and as you may well know, are not raised or discussed by these means, and that is for sure. I can assure you, the reasons why I am making this intervention with you, is obvious. You have a lot to lose, but those same things I need in order to continue my operation. Besides, I'm sure you won't want to get your hands dirty, so you must get someone to do the dirty work, a dirty job that must be paid for, and one that we are willing to do.

-I still have my doubts about all this, yes, you are right, it is to my dislike to have someone breathing down my neck. But, there are other things we must take into consideration. And, first of all, I want to know what you mean when you say that you need my things to do something, because if that's the case, you need me too, and then, that also has a price.

Both moved their pieces as if it were a game of chess.

Their moves came together, trying to leave each one compromised, and in turn indebted, in order to become slaves to each other.

Both were silent at the thought of the consequences of the decisions they would now make, feeling the fear in the depths of their guts.

-I understand," said Mr. Bruce, "I recognize that your way of doing things is fearless Mr. Richard, you have my respects. In that case, we agree that we both need certain favors from each other, so, it is necessary that we act as soon as possible".

-Yes, in that case, tomorrow would be a good day for us to see each other, wouldn't it? -Yes. -

-Better yet, tomorrow will be the day when you will observe the extent of our power, Mr. Richard, and you will be able to observe true freedom, one that we have not enjoyed for so many years because of the politicians. Sleep well, tomorrow will be an excellent day -

Before I could answer, the call was hung up. And the fear of what would happen the next day would accompany Richard in his dreams.

To be continued...

You can read the first part of this article by clicking on the following link:

https://peakd.com/hive-132410/@ismaelrd04/una-sola-decision-espeng

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_{Ismael D. Rodríguez/Contenido Original
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