El confesionario

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—¿Cuándo Llegará Justiniano? Según me cuentan, ¡él es muy puntual! Solo espero, hoy no sea el día para romper su rutina. ¿Habré perdido la oportunidad?

Suena la primera campanada de las ocho de la mañana del gran reloj de la catedral cuando ve el calzado negro brillante asomarse en la esquina.

Carlos mira el reloj de pulsera de su mano derecha percatándose que está adelantado seis minutos. Sorprendido exclama una palabrota que hace voltear a una anciana que lo fulmina con la mirada mientras está persignándose rumbo a la catedral.

—¡Señora pasé directo al confesionario! —, le grita sin reparo frunciendo el ceño burlándose justo cuando Justiniano le interrumpe.

—¿Usted debe ser el señor Carlos?

—¡El mismo que viste y calza! —, responde con una pícara sonrisa.

—¡Vayamos al grano, que tengo el tiempo contado! Doña Clotilde lo refirió para atenderlo.

—¡Sí, don Justiniano! Mi madre dijo que usted podría ayudarme.

—Sí es asunto de dinero, ¡caramba!, le adelanto que habla con la persona equivocada.

—¡¿Cómo va a hacer?! ¡Acaso usted no es la persona más adinerada del pueblo! —, exclama soltando un suspiro fingido, poniendo cara de perro regañado.

—¡Bueno, si, y no! —, replica secamente con una expresión facial agria.

—¡No entiendo su ambigüedad, Don Justiniano!

—¡Claro que entenderá! —, hizo una larga pausa y agrega sarcásticamente —, cuando Justa, mi madre, salga del confesionario.

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Fin

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Una micro ficción original de @janaveda

Todas las imágenes fueron generadas por Stable Difussion y editadas por mí.

Licencia CC01.0 de Creative Commons

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Muchas gracias por leerme, espero sea de su agrado.



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6 comments
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Oh oh. Buen relato. Da lugar para la imaginación e interpretación.

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Saludos @victoraraguayan1

Muy agradecido por tu comentario, e intrigado por cómo lo haz interpretado.

Feliz fin de semana.

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Jaja, pobre Don Carlos, vino a descargar su frustración en quien menos le convenía.

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Así es mi amigo. A veces los arrebatos acaban con los planes. ¿Pregúntale a Carlos? Quizás, doña Justa haga honor a su nombre.

Feliz noche

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