Gaston Bachelard: filósofo de la imaginación poética

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Una figura muy destacada del siglo XX en el pensamiento acerca de la ciencia, inicialmente, y luego con respecto a la literatura fue el francés Gaston Bachelard, nacido el 27 de junio de 1884. Fue filósofo, epistemólogo, crítico literario y poeta; dedicado a la educación secundaria en su pueblo natal durante mucho tiempo, profesor honorario de la Sorbona –la universidad más importante de París– y receptor de varios reconocimientos, entre ellos el Gran Premio Nacional de las Letras en 1961.


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El filósofo Gaston Bachelard - Fuente


En el campo de la filosofía de la ciencia dio importantes aportes, planteando premisas relevantes para desmitificar ciertas ideas sobre la evolución científica, contribuciones concretadas en nociones tales como “obstáculo epistemológico” y “ruptura epistemológica”. Uno de sus libros fundamentales al respecto es La formación del espíritu científico. Contribución a un psicoanálisis del conocimiento objetivo, publicado por primera vez en 1938. Pero, más tarde, o casi paralelamente, Bachelard realizó trabajos filosófico-poéticos, al estilo ensayístico, sobre la imaginación, los arquetipos de la creación fantástica, desde una indagación poética de la materia, con influencia de la psicología profunda de Jung.

Como lector he seguido su obra en sus principales libros, pero en esta segunda dimensión, si bien leí de la primera, pero no es la epistemología científica mi campo. De modo que me dediqué a esa rica y fascinante producción intelectual dedicada a la imaginación poética, que quiero reseñar brevemente a continuación.


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Edición de Fondo de Cultura Económica - Fuente


En la dimensión indicada de la obra de Bachelard, que algunos asocian a la corriente llamada Psicocrítica, y otros definen como una fenomenología de lo imaginario (considérese que la fenomenología es el estudio de las cosas como fenómeno, es decir, en cuanto se manifiestan en la conciencia), se interesa en abordar filosófica y poéticamente lo que él denomina una “imaginación material”, que asume formas (“imaginación formal”), centrándose en una meditación acerca de “los elementos materiales que han inspirado a las filosofías tradicionales y a las cosmologías antiguas”. Es decir, fijará su atención en los cuatro elementos esenciales: fuego, agua, aire y tierra, los que los antiguos griegos llamaron arché o arqué(ver *). Y los estudiará en su relación con los sueños o la ensoñación, palabra que suele usar frecuentemente, que vendría una especie de sueño despierto..

Así, tendremos Psicoanálisis de fuego (1938), El agua y los sueños. Ensayo sobre la imaginación de la materia (1942), El aire y los sueños. Ensayo sobre la imaginación del movimiento (1943), La tierra y los ensueños de la voluntad (1947).


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Edición de Fondo de Cultura Económica - Fuente


Seguidamente una cita de cada uno.

El fuego es, así, un fenómeno privilegiado que puede explicarlo todo. Si lo que cambia con lentitud se explica por la vida, lo que cambia rápidamente se explica por el fuego. (…) Es íntimo y universal. Vive en nuestro corazón. Vive en el cielo. Llega a lo más hondo de la materia y se entrega como un amor. (…) Entre todos los fenómenos es, verdaderamente, el único que puede recibir de modo neto las valorizaciones opuestas: el bien y el mal.

(De Psicoanálisis del fuego)

Soñando cerca de un río he consagrado mi imaginación al agua, al agua verde y clara, al agua que pone verdes los prados. No puedo sentarme cerca de un río sin caer en una profunda ensoñación, sin volver a encontrarme con mi dicha… No es necesario que sea el arroyo de uno, el agua de uno. El agua anónima sabe todos mis secretos. El mismo recuerdo surge de todas las fuentes.

(De El agua y los sueños)

Por el aire toda la vida y todos los movimientos son posibles.

Por los sueños del aire, todas las imágenes se hacen altas, libres, móviles.

Nos parece que, sin una disciplina aérea, sin un aprendizaje de la ligereza, el psiquismo humano no puede evolucionar.

(De El aire y los sueños)


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Edición de Fondo de Cultura Económica - Fuente


La tierra es inmensa. Más grande que el cielo que no es sino un domo, una bóveda, un techo. (…) ¿Cómo podría el sol ser más grande que la tierra cuando el soñador lo ve, cada amanecer, salir de la tierra y luego, por la noche, entrar en la montaña?

(De La tierra y los ensueños de la voluntad)

Resalta el carácter poético de la mirada de Bachelard en estos libros. Bachelard va paseándose, con apoyo en la literatura antigua o moderna, por diversos filones temáticos que la recreación subjetiva de estos elementos materiales han tenido en la conformación de la conciencia imaginativa.

Hay tres libros posteriores de Bachelard que me parecen también de suma significación y belleza: La poética del espacio (1957), La poética de la ensoñación (1960) y La llama de una vela (1961). Dejaré una cita de cada uno, para que los paladeen:

Nuestra alma es una morada. Y al acordarnos de las “casas”, de los “cuartos”, aprendemos a “morar” en nosotros mismos.

(De La poética del espacio)

(…) una imagen poética puede ser el germen de un mundo, el germen de un universo imaginado ante las ensoñaciones de un poeta.

Todos los sentidos se despiertan y armonizan en la ensoñación poética. Y esta polifonía de sentidos es aquello que la ensoñación poética escucha y la conciencia poética debe registrar.


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Edición de Fondo de Cultura Económica - Fuente


(De La poética de la ensoñación)

La llama es, entre los objetos del mundo que convocan al sueño, uno de los más grandes productores de imágenes.

Todo soñador de llama es un poeta en potencia.

La llama es mundo para el solitario.

(De La llama de una vela)

Los libros de Bachelard son para mí una delicia en tanto lectura y en cuanto a la amplia y versada concepción que nos suministran. Yo los disfruté muchísimo, y sigo haciéndolo cuando cada cierto tiempo puedo volver a ellos, como en esta ocasión. Se los recomiendo. Supongo que algunos podrán conseguirse de forma gratis en internet.


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Referencias:

Bachelard, Gaston (1972). La formación del espíritu científico. Contribución a un psicoanálisis del conocimiento objetivo (2ª ed.). Argentina: Siglo XXI editores.
Bachelard, Gaston (1973). Psicoanálisis del fuego. Argentina: Schapire Editor.
Bachelard, Gaston (1978). El agua y los sueños. México: Fondo de Cultura Económica.
Bachelard, Gaston (1982). El aire y los sueños. México: Fondo de Cultura Económica.
Bachelard, Gaston (1994). La tierra y los ensueños de la voluntad. México: Fondo de Cultura Económica.
Bachelard, Gaston (1986). La poética del espacio. México: Fondo de Cultura Económica.
Bachelard, Gaston (1982). La poética de la ensoñación. México: Fondo de Cultura Económica.
Bachelard, Gaston (1975). La llama de una vela. Caracas: Monte Ávila Editores.


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Gracias por su lectura.


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