Con la visión de don Alonso Quijano

avatar

P1350746.JPG

No voy a negar lo evidente: a simple vista, la escena puede representar una demostración de educada galantería o un acto de cortejo, salvaguardando las distancias que antiguamente imponían las buenas costumbres.

P1350729.JPG

Pero fíjense ustedes, que cuanto más me detengo a pensar en ésta escena, más siento que me ocurre algo similar a lo que le aconteció al buen caballero don Alonso Quijano, cuando se enfrentó a los molinos, en una de sus primeras y más conocidas aventuras.

P1350733.JPG

A diferencia de los amenazadores gigantes con los que la ilusión caballeresca empujó a don Alonso al noble combate, llevándole en su pasión más allá de las fronteras de lo aburrido objetivo, mi visión metafísica de las cosas, hace que vea en el enlutado caballero, la partida hacia ese lugar de la tierra en el que el polvo regresa al polvo y a la Dama Blanca, como al Alma que se despide de la prisión del cuerpo y brilla libremente en el Templo inmaculado del Espíritu.

P1350736.JPG

Pero claro, entiendo que cada uno es muy libre de pensar e interpretar las cosas como mejor le parezca.

P1350739.JPG

AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y están bajo mis derechos de autor.
P1350747.JPG

juankar.png

MUNDO.jpg

TXATXY CAMARA--1.png



0
0
0.000
2 comments
avatar

Oh, princesa Dulcinea, señora de este cautivo corazón!, parece decir nuestro noble caballero. Que no hay despedida más cruel que la del ser amado y cualquier distancia es muerte, diría el otro poeta. Muy hermosas fotografías, @juancar347 e interesante que existan espacios que rindan homenaje a personajes literarios! abrazos ;)

0
0
0.000
avatar

Claro, mi amiga, esa es la descripción que mejor se ajusta. En realidad, se trata de un monumento del pueblo de Madrid a los Hermanos Álvarez Quintero, reyes de la copla. Aunque en el fondo, ya sabes cómo son las coplas españolas, o al menos, lo que la mayoría de ellas me parecen: auténticas historias de amor y desengaño. Pero creo que es bueno, interpretar e intentar siempre ir más allá, pisando siempre en suelo firme, eso sí. Por eso me parece genial el merecido título de Princesa que le das a Dulcinea, porque realmente, siquiera fuera a través del corazón de un soñador, realmente lo fue. Muchas gracias por tu comentario. Abrazos de vuelta desde el horno de Madrid.

0
0
0.000