Feliz cumpleaños hoy, Brígida.

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Feliz cumpleaños hoy, Brígida.

Su nombre suena y sabe a rusticidad de campo, y a la asignación con la que nuestros ancestros bucaban la flecha a ese día de un santo que, por cierto, no aparecían construcciones artísticas para las menciones.

La suerte estaba echada en esos tiempos de antes, y quedó para algunas personas siempre apegadas a las costumbres y a las tradiciones, en este caso, a poner nombres.

Observo que había nombres que se consideraban feos, como Camila, Anastasia,Filomena o Ceferina, pero que la moda ha rescatado y dado un baño de estética sonora y física.

Y Brígida pescó su nombre en el calendario o en la referencia a los santorales del mes de julio por haber nacido justamente un 23 de julio, o sea que hoy está de cumpleaños. Es un nombre de origen gaélico, y así se llamaba una diosa céltica del fuego.

Día de Santa Brígida de Suecia.

Pero Brígida es mansa, dulce y sublime, con quien me topé hace algunos años, y en una mutua atracción llegamos a ligarnos sentimentalmente.

Brígida es la pura ternura porque a cualquier hora de la noche o del día su rostro es una exhibición de muecas de alegría, de sonrisa imperecedera en la respuesta y, al hablar, sus palabras saben a caricia mitigadora.

Despertarla en las madrugadas es iluminar su rostro con la luz del celular o de la pequeña linterna de la casa para apreciar un cuadro de embeleso y agrado.

Brígida no estudió mucho más allá de 2do. año de bachillerato, y se encontró conmigo que venía mostrando una conducta irascible, soberbia y problemática, que le hice pasar muchas escenas de pena a ella, pero la humildad y la bonachonería de Brígida me fueron haciendo cambiar de actitud.

Bonita, joven y tolerante, nunca llegó a reprocharme ni a reparar nada de lo que le hacía. Es realidad que violencia crea más violencia y Brígida, sin saber nada de esos criterios, me daba lecciones naturales o espontáneas cada día.

Yo me había divorciado 3 veces de damas de mucho calibre, y todo por culpa mía pues vivía era en discordia y disensiones con ellas.

Ellas no me soportaban lo que me llegó Brígida a aguantar. Hoy reconozco que yo era el malo, pero que también aprendí que los errores se corrigen siempre que haya apoyo y comprensión en alguna persona.

No existe justificación alguna por mi comportamiento, pero sí agradezco a Dios por haber puesto a tan extraordinaria mujer en mi camino.

Hoy le celebraré el cumpleaños a Brígida, mi Brígida querida.



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