Nocturna endecha.

De la guitarra
salen sonidos
tristes, muy tristes
para el oído,
y sobre todo,
por el olvido
el pecho emite
suaves latidos.

Nocturna endecha,
triste canción
que languidece
mi corazón
y soledades
dan apretón
a la amargura
del diapasón.

Esta penumbra
me martiriza
y en todo el cuerpo
el miedo irisa
entre recuerdos
de tus sonrisas
siempre adornando
mejllas lisas.

Nocturna endecha,
triste sonar
de una guitarra
que hace llorar
llantos de prima
en este hogar
que en sus registros
me va a matar.

Mis labios tiemblan
con amargura
y en el recuerdo
tu imagen pura
me llena el alma
de gris ternura,
y mi esperanza
se pone dura.

Sueltan las cuerdas
melancolía
con que se ahoga
el alma mía,
y los luceros
en noche fría
hacen más triste
mi travesía.

Para el retorno
no hay una fecha
en tanto mi alma
suspiros echa,
y las nostalgias
mucho me acechan
con la tortura
para esta endecha.