Predators versus evolving miracles | Depredadores contra milagros en evolución. [Eng/Esp]

Rarely do we realize the full dimension of the meaning and value of the much sought-after life that is given to us as a gift. We look for miracles by digging into religions or metaphysical theories filled with beings from beyond; closing ourselves to look at the most obvious thing that is before our eyes.

In that sense, it is a fact that we have a beating heart, that we breathe every moment and as if that were not enough, every day we see life stirring before us, incessantly bubbling everywhere.

Why is it so hard for us to recognize and react to the mysteries that assail our daily lives? We are miracles in evolution that for a long time have been massacring the earth that sustains us, that which every day gives us the most marvelous spectacle of the universe. We are running out of planet, and the worst thing is that some already see as a solution to inhabit and destroy others.

Unfortunately, with the level of consciousness we have, any world we populate, sooner rather than later will be destroyed. I am basing this on evidence and not on theories or negative judgments or pessimistic forecasts. We are dangerous beings, simply because we use our powerful brain to devastate to the limit the places we inhabit.

If we always kept in mind that we are a miracle or a walking mystery, perhaps we would respect much more the nature that we annihilate without compassion. We believe ourselves to be superior to the rest of the creatures with whom we share the world, but we are far from being so.

We are selfish creatures, predators of the highest level of annihilation, who think without recognizing it that the world was made for us and above all to our measure. How I wish the earth would make a big shake and we would fly away like fleas!

I don't believe in religious miracles, but more and more with each sunrise, I feel in my mind, in my flesh and in my bones that amazement for the miracle and the mystery that represents what we call life...

Pocas veces, nos damos cuenta en toda su dimensión del significado y el valor de la tan socorrida vida que se nos da como regalo. Buscamos milagros escarbando en religiones o en teorías metafísicas llenas con seres del más allá; cerrándonos a mirar lo más obvio que está ante nuestros ojos.

En ese sentido, es un hecho que tenemos un corazón que late, que respiramos a cada momento y como si eso fuera poco, todos los días vemos la vida agitarse ante nosotros, bullendo incesante por doquier.

¿Por qué nos cuesta tanto reconocer y reaccionar ante los misterios que asaltan nuestra cotidianidad? Somos milagros en evolución que desde hace un buen rato estamos masacrando la tierra que nos sostiene, aquello que todos los días nos regala el espectáculo más maravilloso del universo. Nos estamos quedando sin planeta, y lo peor es que ya algunos ven como solución habitar y destruir otros.

Lamentablemente con el nivel de conciencia que tenemos, cualquier mundo que poblemos, más temprano que tarde será destruido. Me estoy basando en las evidencias y no en teorías o juicios negativos o pronósticos pesimistas. Somos seres peligrosos, sencillamente porque usamos nuestro poderoso cerebro para devastar hasta el límite los sitios que habitamos.

Si tuviéramos siempre presente que somos un milagro o un misterio que camina, quizás respetaríamos mucho más a la naturaleza que aniquilamos sin compasión. Nos creemos seres superiores al resto de creaturas con los que compartimos el orbe y de verdad estamos lejos de serlo.

Somos criaturas egoístas, depredadores del más alto nivel de aniquilación, que piensan sin reconocerlo que el mundo fue hecho para nosotros y sobre todo a nuestra medida. Por lo tanto podemos hacer con él lo que nos venga en gana. ¡Cómo me gustaría que la tierra realizara un gran sacudón y notros saliéramos volando como pulgas!

No creo en milagros religiosos, pero cada vez más con cada amanecer, siento en mi mente, en mi carne y mis huesos ese asombro por el milagro y el misterio que representa eso que llamamos vida…