El saltamontes amargado| Cuento

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En la selva todos los animales vivían de una manera armoniosa, las aves salían bien temprano a cantar su mejor melodía, pero sobre todo a anunciar que pronto saldría el sol.

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Los pajaritos se anidaban en los árboles y se llevaban muy bien con las mariposas, insectos, hormigas, ardillas, chicharras, saltamontes y todos aquellos que habitaban en ese mismo árbol o que subían de vez en cuando a él, formaban todos una gran comunidad, se llevaban muy bien, se apoyaban unos a otros, cada uno con su aletear, o su sonido particular.

Cuando salía el sol, todos salían a trabajar, a buscar su alimento del día y para sus crías, y al atardecer, volvían todos al mismo árbol a descansar.

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Pero había un saltamontes que no le gustaba el sol, pasaba todo el día bajo el árbol, se molestaba cuando los pájaros cantaban de alegría porque había amanecido, porque se acercaba el sol, este saltamontes se tapaba sus oídos para no escuchar la algarabía de todos, diciéndose: ¡Buenos días!, toda esta gran comunidad de animales que vivían en este gran árbol, amaban el sol, la claridad, les daba fuerzas para bregar el día completo, los pájaros abrían sus alas para que los rayos del sol les tocara un rato, de hecho, su familia saltamontes, salían al amanecer, para alimentarse de las cosas que los árboles y la tierra les suministraba, pero este saltamontes en particular no salía en el día, era noctámbulo, salía de noche, para que nadie lo viera, ni le sacara conversación, le molestaba esa cantidad de animales reunidos, compartiendo, a él le gustaba estar solo, por eso salía de noche, a buscar su alimento, era muy amargado, y como no descansaba mucho en las mañanas por el cantar de los pájaros y los ruidos que generaban los otros animales, pues, entonces, pasaba todo el día amargado, ver la felicidad de los demás le amargaba.

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Cuando veía a los pequeños saltamontes que eran los más pequeñitos de la comunidad jugando, riendo, disfrutando de la vida, y se le acercaban a saludarles, él les respondía, vayan lejos a jugar, no se acerquen a este espacio, los saltamonticos, se asombraban, pero se iban riendo y disfrutando del nuevo día, aprendiendo de sus padres como salían cada día a trabajar a buscar el alimento diario.

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A este saltamontes muchos animales de la comunidad ni lo conocían, como casi ni lo veían, hasta se les olvidaba que vivía con ellos alguien tan amargado como él, cuando alguno de los animales cumplía año ni lo invitaban porque él se había aislado tanto de la familia que ya ni lo tomaban en cuenta.

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Un día cumplía años uno de los loros, y realizaron una gran fiesta en la noche, este saltamontes aprovechó de irse a buscar su alimento y así no tendría que calarse la alegría de los demás que tanto le molestaba. Saltando entre flor y flor y huyendo de esa gran fiesta, decidió irse bien lejos, tanto brincó y brincó que llegó hasta la laguna, también habían árboles cercanos pero que no estaban habitados como en el que él vivía, pero se puso a buscar insectos, en una de esas se posó sobre una rama alta y cayó en la laguna, tratando de nadar casi llegando a la orilla, ya estaba débil, vio una lengua larga que se estiraba para agarrarlo y se percató que eran las ranas que estaban al inicio de la laguna, intentó saltar pero una rana lo atrapó y cuando iba a ser tragado, una de las aves de su comunidad lo vio y comenzó a revolotear a la rana y a picotearla, la rana molesta lo soltó para defenderse, llamando al resto de las ranas, pero el ave llamó al saltamontes y lo agarró con una de sus patas, y voló alto logrando salir de ahí, pudo pararse para pasar el susto en un árbol, dándose cuenta que el saltamontes yacía casi sin vida, el ave miró al cielo, clamó a Dios y con su piquito lo movió y el saltamontes abrió los ojos, en ese momento, el saltamontes amargado saltó de alegría abrazar al ave que era una golondrina, ella quedó admirada, porque viviendo en su comunidad, solo lo había visto pero nunca había hablado con él, la golondrina lo abrazó, lo montó encima de ella, y lo llevó a casa, a la fiesta que todos celebraban ese día.

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El saltamontes a verse volando por las alturas, venció sus miedos, dejó la amargura atrás, que solo la tenía porque se sentía incapaz de trabajar con los demás, de convivir, de hacer amigos, nunca más volvió a saber que era la soledad, la amargura, se hizo amigo del sol, y aprendió a conocerse a sí mismo a través de la luz del sol, nunca se había visto su tamaño ni su color, porque solo salía en la oscuridad para no ser visto ni molestado, aprendió a amarse así como era y de esa manera aprendió a amar a todos los animales de su comunidad que vivían en ese gran árbol que los protegía y proporcionaba un gran hogar.

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También desde ese día la golondrina y el saltamontes fueron los mejores amigos, la golondrina cuando se iba a volar se lo llevaba montado encima de ella para que conociera nuevos lugares y se alimentara de otras flores y de otros insectos, ya más nunca el saltamontes se volvió a esconder.

Todas las imágenes son de mi propiedad. Mi firma con aplicación Canva. Equipo utilizado mi celular Samsung J4.

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¡Qué bonito, mi querida Lis! Una historia para valorar la amistad y la alegría de vivir rodeados de gente buena y querida. Me encantó este cuento, gracias por contárnoslo. Te abrazo con todo mi cariño.

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¡Qué bueno amiga, que te gustó! Recordé a muchas personas que en ocasiones andan de gruñonas sin motivos aparentes, me sacó muchas sonrisas. Mis cuentos y yo o viceversa. Gracias @aurodivys, esos abrazos se sienten.

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Amiga @lisfabian, sSiempre tus cuentos nos traen una reflexión y que nos ayuda a crecer como seres humanos. En realidad no podemos vivir aislados nos necesitamos unos a otros. Y tenemos que aceptar las diferencias, esto es lo que nos permite vivir en sociedad.
Un abrazo para el saltamontes que decidio cambiar .

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Pocos se ocupan de los saltamontes amiga @mafalda2018. Así es, aceptar las diferencias mientras no atente contra nuestra salud física y mental. Ese abrazo ya le llegó a un par de saltamontes traviesos. Un abrazo amiga, de verdad me inspiro desde el alma para traer contenido original para nuestra hermosa plataforma #hive.

¡Gracias por pasar!

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