La música y sus etapas en mi vida

Nací en el año 1965, es decir, que en los años 70 escuchaba estas canciones. Recuerdo a mi vecinita Mirna, cantando algo así:" yo tu nombre no diré será un secreto amado, ya que no puedo entender que eres mi príncipe encantado", ella no había terminado de decir esto, cuando su mamá estaba encima de ella dándole golpes e insultándola; no imagino si escuchara y cantara las letras de algunas canciones de ahora. Creo que estas canciones no son para cantar en voz alta. Llegué a la conclusión que las canciones eran muy onomatopéyica, esos ruidos para rellenar las canciones, es decir, esos tonos eran de sonidos extraños, pero daban ese toque de ser pegajosos. Un grupo muy conocido sacó una gaita que solo al recordar me da risa, es una gaita para flojos la recuerdan: lalalala lalalala lalalalala lala lala la. También llegaron la afirmaciones en estas letras: "que le bajen los huevos a Noel", otra canción muy fuerte con la afirmación severa, que él le había mentido, la rabia, el desamor y algo de amargura acompañados con gritos a los cuatro vientos.

La sensualidad no se quedó atrás, las mujeres arrastrándose por el suelo pidiendo abrazos, otros llamando al que se le atravesara descarado y pare de contar. Los animales, perdón los nombres de animales se hicieron presente: el puma, el león y también una gata puso su toque de moda en el romanticismo musical. Recuerdo la araña con pelos, los tres tristes tigres, el cóndor pasa, el gato en la oscuridad, la rata lali y ahora con mis nietos estoy viviendo mi infancia de nuevo, que seguro estaba olvidada; con canciones que hablan de la mosca, ranas, jirafas, osos, cerditos, conejos, elefantes, tigres, leones... no terminaría este post hoy, si los nombro a todos. ¡Cómo cambian los tiempos!

Seguía creciendo y entre consejos, refranes y otras sugerencias llegó la salsa a mi vida, también el merengue, el rock entró a juro; también con ese ritmo llegó el amor. Aquí hubo un alto una transición, esa introspección que se negaba a quedarse con esta música y una fuerte decisión de enseñar a bailar al amor de mi vida música que se entendiera, música bailable; salsa y merengue, bueno ahora goza de bailar con otras ja,ja,ja, pero era justo y necesario que diera este gran paso.

Ahora escucho a lo lejos algunos ritmos nuevos, los cuales hacen que mis emociones se alteren, pero siempre respetando los gritos, que digo, los tonos que alteran mi siquis y estado de ánimo. Gracias a Dios algunas terapias aprendidas me han ayudado a soportar esta música que llegó a mi entorno para quedarse. Esta música ha existido desde hace muchos años, creo que la bailé, pero inocentemente, no sabía de que se trataba, era un ritmo pegajoso en esa época, no pensé que esto llegaría para quedarse, y en mi hogar, ya que mi yerno lleva en su sangre la genética Colombiana. Siempre es bueno bendecir todo. Soy muy discreta, aún no sabe que no me gusta, pero soy muy respetuosa a los gustos de los demás. Todos sea por la armonía del hogar.

En nuestro hogar tengo cuatro músicos, la música que ellos entonan es más hacia lo romántico, música de nuestro folclore y algunas piezas de estudiantina.

¡Qué viva la música en todas sus presentaciones!

He disfrutado mucho esta publicación, recordando música desde mi niñez. Gracias por estos espacios que motivan al usuario a escribir de anécdotas personales bonitas. Las imágenes son de mi álbum familiar. El video es de you tube, con su respectiva fuente. Mi firma con aplicación Canva.