Perdón por atormentar su paz mental cada martes con mis canciones

Siempre que nos reunimos en familia y colocan esta canción, cada uno cuenta su experiencia con este clásico. Algunos lloran otros aprovechan para pedir perdón a toda voz. Por nuestra residencia hay un lugar donde todos los jueves podemos ir las damas a cantar y disfrutar del karaoke. Esta canción es muy solicitada por las damas.

A veces escucho a varias personas que dicen: “Yo no tengo nada que perdonar porque no guardo rencor”, “no albergo odio en mi corazón”, quizá no ha llegado ese momento que te mueva el piso o el tapete, ese momento que te destrocen el corazón por completo y que te hieran en lo más profundo, todos alguna vez en la vida tendremos algo que perdonar, no estamos hechos de piedra, todo lo contrario, estamos hechos de carne y tenemos un gran corazón que siente y está vivo.

Dios nos creó a su Imagen y Semejanza, nos dio un corazón lleno de sentimientos y emociones, pero sobre todo la misión mayor que nos dio al crearnos fue: “AMAR.

No vamos a una universidad para aprender a perdonar, no creo que ni los profesores sean tan diestros para perdonar fácilmente, no todo el que hable del perdón es porque lo aplica 100% en su vida todos los métodos, pero, quizás tiene suficientes herramientas para cuando se le presente la ocasión de tener que perdonar. Ojalá de verdad fuésemos a la universidad a aprenderlo, pero sobre todo a ejecutarlo, ojalá las universidades fuesen dado carreras para la vida, carreras para entrenarnos en el caminar diario, pues todo eso lo aprendemos en la universidad de la vida, en el bregar diario, cuando se presente las oportunidades, por eso siempre he dicho que a las pruebas no hay que escondérsele, es el mejor momento para crecer, para madurar, para aprender, para ser mejores cada día.

Una persona que sabe perdonar, es porque ha aprendido a amar, no necesariamente a la persona que le hizo daño, sino que ama en general, ama en todo momento, en toda circunstancia, ama por toda su vida, a todas las personas, sin importar distinción, ama cada momento de su vida, cada experiencia, todo es bien recibido.

Las personas que están llenas de amor son los que se caen, se levantan, se limpian el polvo, se secan las lágrimas, se limpian las heridas, y deciden perdonar y dejar ese saco de piedras ahí y continuar la vida, pero hay otras que se empeñan en cargar con un bolso inmenso lleno de rabias y rencores, que solamente irán consumiéndolo poco a poco, enfermándolos, carcomiendo la vida, consumiendo el alma, el rencor es como un cáncer, va comiendo todo lo bueno, hasta matar nuestro ser, una persona que vive llena de odios, que no sabe perdonar, es una personas que está muerta en vida, vive amargada, que no es feliz y tampoco deja ser feliz a los demás, es decir, “ni lava ni presta la batea”, es amargada, se envejece más rápido de lo que cree y no solo su corazón sino su cuerpo también, se envejece, se marchitan.

Es como la plantas y las flores, cuando no reciben agua se marchitan y mueren, pues, así somos nosotros, cuando nos falta el amor es como esa agua, entra el rencor y nos marchitamos por saber perdonar.

Debemos que aprender a perdonar cada minuto, cada momento, debemos perdonar a la vecina que nos echa la basurita para la casa, a la vecina que nos averigua la vida, al familiar que habló mal de nosotros, a la ex pareja que nos destrozó el corazón, la infidelidad, la traición de una amistad o de una pareja o de alguien que queríamos mucho, al envidioso que nos quitó nuestro trabajo o algún proyecto, al que le escribí por WhatsApp y me dejó en azul, al que no se preocupó por mí cuando más lo necesitaba, al que se olvidó de mí el día de mi cumpleaños, a nuestros padres por no darnos lo que esperábamos de ellos, por no ser perfectos, a nuestros hijos, hermanos, en fin, la lista pudiera ser interminable, pero principalmente debemos perdonarnos a nosotros mismos, que a veces somos muy duros con nosotros, perdona, perdónate, y siempre recuerda que muchas personas también te han tenido que perdonar a ti por comportamientos que tuviste y le hizo daño a alguien.

Quisiera terminar con esta frase: “Si no entendemos la importancia del perdón y no lo integramos en nuestra convivencia con los demás, nunca alcanzaremos la libertad interior, permaneciendo prisioneros de nuestros rencores”.
(P. Jacques Philippe)

También quiero pedir perdón por las veces que he cantado y los he atormentado, esta noche seguro será una noche de esas ja,ja, ja. Nos vemos y sentimos esta noche como cada martes en el servidor y sala de PAL. Recuerden nuestra cita semanal con nuestra moderadora @angelica7.

La primera imagen es de mi propiedad. Editada con la aplicación Foto- collage art. Mi firma con la aplicación Canva. El video con su respectiva fuente de You Tube.