Recordando discusiones familiares.

Recordando esas experiencias donde las discusiones eran por escoger los granos de caraotas o lentejas para marcar nuestros cartones al jugar bingo. Puedo sentir todavía la satisfacción al escuchar a los primos, "vamos a bañarnos para poder jugar bingo". Buscar ese medio para comprar dos cartones, los adultos eran celosos para dejarnos jugar. Los adultos eran los adultos y los niños no debían estar cerca. La preocupación más grande que le moviéramos el cartón y se rodaran sus granos.

Recuerdo que se ganaba con cuatro esquina, diagonal, cruz chiquita y cruz grande. Pasábamos horas jugando, nadie estaba pendiente de comida. Era una sala grande, se escuchaba "canta duro", y con estilo cada uno movía la bolsa donde estaban las fichas. Los dos paticos, ya se sabia que era el número 22, el solitario, era el número 1. Así transcurría la tarde de juegos, entre cantar bingo y revisar el cartón para ver si era verdad, algunos lo decían por juego, las primas mayores se disgustaban, mientras los más echadores de broma se reían.

El día sábado era especial, era un día para distraerse en familia, los primos pedían dinero a los tíos para comprar heladitos de coco, también comenzaba la discusión. A unos les gustaba de chocolate y querían que todos comiéramos de chocolate, las primas decían que mejor coco. Llamaban al tío más consentidor y siempre aplacaba la discusión.

Llegaba la hora de jugar monopolio, cuando alguno ya se le estaba acabando el dinero movía el cartón, es un juego largo, así aprendimos de nuestras finanzas, como gastar nuestro dinero, caer en la cárcel era tan fácil y salir también. Había un primo que disfrutaba mucho ver todas sus ganancias, otros que peleaban, algunos son abogados, tienen propiedades en estos momentos. Ahora me parece que es un buen juego de mesa, antes lo veía aburrido.

Anoche jugamos stop en el discord de #radiohive, fueron momentos de gran alegría, parecíamos niños, recordé los cuadernos rayados en su última página, a mis primos, el juego de la vieja, en esto también discutíamos, pero todo pasaba rápido, al rato ya de nuevo con el lápiz buscando al primo para jugar.

Tantas cosas, juegos, vivencias quedaron guardados en ese cuarto de la mente, nuestra memoria está activa en estos días, donde esos momentos ya vuelven a formar parte de nuestros días, ajedrez, damas chinas, metras y sonrisas que llenan nuestros días de alegrías, cantar a dúo, salir discutiendo por no querer llorar en el momento de alguna frase de la canción, las mejores discusiones y debates en mi vida fueron esos.