Una de las ventajas de vivir en mi barrio, es que puedo moverme con facilidad a diferentes puntos de la provincia que me quedan equidistantes, y a pocos minutos de casa. Esta ventaja de vivir en los suburbios me ha favorecido, por el hecho de estar entre la tranquilidad de una zona meramente residencial y el movimiento de la ciudad.

Decidí ir de paseo a la zona de Adrogué, tomando un colectivo que en 15 minutos ya estaba en la estación del tren del mismo nombre. Desde allí se pueden recorrer las calles de piedra, que le dan ese toque nostálgico a la zona, en la que se encuentran varios cafés y sitios de comidas, en los que los fines de semana, todavía, se reúnen familias y amigos para compartir.

Entramos al paseo de compras Las Delicias, que más que un centro comercial, es un espacio similar a una hacienda en la que toda la construcción queda en los bordes, dejando un gran patio interno cargado de vegetación y aire puro, que nos aleja del ruido de la calle y nos transporta a una zona de relax.

Una de las cosas que llama la atención de este lugar es que ocupa el espacio de punta a punta, por lo que se puede acceder desde la calle principal y la que le sigue, lo malo es que no cuenta con espacios de estacionamiento propios, pero en las cercanías se puede dejar el auto con seguridad.

Acá, se puede degustar un postre, una comida ligera o disfrutar de bebidas más fuertes, cada uno en un espacio distinto, por lo que hay variedad para elegir, además de poder estar tanto dentro de los locales como fuera de ellos, en mesitas dispuestas para los clientes.

Cuenta además con dos mini parques, para los más pequeños, que pueden estar ahí mientras los adultos ven las vitrinas de los alrededores, sin que ello implique descuidarlos visualmente.

Y es que aunque no vayas con algún objetivo en particular, puedes estar ahí un buen rato, acompañado de un libro o conversando con amigos en las zonas verdes, solo para alejarse un poco de las pantallas, la contaminación o inclusive las pantallas de los teléfonos.

Lo mejor, es que al ser un espacio semi abierto, circula el aire, por lo que la humedad característica del clima en Buenos Aires, no se acumula, además que se presta para hacer actividades a cielo abierto, sin que ello implique concentración sonora que interrumpa o moleste las rutinas de quienes trabajan en los locales.

Quizás no sea tan grande como los centros comerciales cercanos, pero tiene otras ventajas, que lo hacen un sitio para ir en más de una oportunidad.

One of the advantages of living in my neighborhood is that I can easily move to different points of the province that are equidistant from me, and just a few minutes away from home. This advantage of living in the suburbs has favored me, for being between the tranquility of a purely residential area and the hustle and bustle of the city.

I decided to take a walk to the area of Adrogué, taking a bus that in 15 minutes was already at the train station of the same name. From there, you can walk the cobblestone streets, which give that nostalgic touch to the area, where there are several cafes and dining places, where families and friends still gather on weekends to share.

We entered the shopping promenade Las Delicias, which more than a shopping center, is a space similar to a hacienda where all the construction is on the edges, leaving a large inner courtyard full of vegetation and fresh air, which takes us away from the noise of the street and transports us to a relaxation zone.

One of the things that stands out about this place is that it occupies the space from end to end, so you can access it from the main street and the one after it, the downside is that it does not have its own parking spaces, but you can safely leave the car nearby.

Here, you can taste a dessert, a light meal, or enjoy stronger drinks, each in a different space, so there is variety to choose from, as well as being able to be both inside the premises and outside, at tables set up for customers.

It also has two mini parks for the little ones, who can be there while adults browse the surrounding shop windows, without visually neglecting them.

And even if you don't go with a particular goal, you can spend a good time there, accompanied by a book or chatting with friends in the green areas, just to get away from screens, pollution, or even phone screens.

The best part is that being a semi-open space, air circulates, so the characteristic humidity of the climate in Buenos Aires does not accumulate, and it also allows for outdoor activities, without implying a sound concentration that interrupts or disturbs the routines of those working in the stores.

Perhaps it is not as large as the nearby shopping centers, but it has other advantages that make it a place to visit on more than one occasion.

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Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.