"La vida es una buena foto en blanco y negro. Hay blanco, hay negro, y un montón de sombras en medio." — Karl Heiner

Como he descrito en posts anteriores, desde hace algunos años, ha despertado en mí un creciente interés en la fotografía en blanco y negro. Las imágenes tomadas en este formato adquieren un aire místico, un carácter, una cierta atmósfera de nostalgia, en pocas palabras, una personalidad oculta que la fotografía a color no siempre nos muestra.

De igual manera, no todos los objetos, vivos o inanimados, se prestan para ser fotografiados o editados bajo este género. Ciertamente, una foto monocromática adquiere mayor relevancia en la medida que la ausencia de color le agregue valor, cualquiera que sea lo que este término signifique para cada quien, o también, cuando el mensaje que deseamos transmitir o comunicar a otros, así lo requiera.

La gran mayoría de las fotos pertenecientes a mi archivo personal, las tomé a color, entre otras razones, porque corresponden a viajes, encuentros familiares o, simplemente buscaba crear un registro histórico de mis amistades y seres queridos. Sin embargo, esto no ha sido un obstáculo para experimentar haciendo uso de las aplicaciones de edición fotográfica existentes, en mi caso en particular, Picsart y Snapseed, con la finalidad de aprender o mejorar mis habilidades.

En esta recopilación que comparto con mis lectores a través de esta red, presento fotos que he tomado en los última década con los dispositivos móviles que poseía para el momento, razón por la cual las imágenes pueden diferir en calidad o resolución.

Así mismo, todas las fotos tienen en común, como la gran mayoría de mis posts anteriores, que fueron tomadas en diversas ciudades o poblaciones venezolanas, aunque las locaciones varían desde el campus de la universidad capitalina donde cursó sus estudios superiores el mayor de mis dos hijos, hasta el cercano Santuario de Santa Rosa de Lima, hogar de la imagen de la Divina Pastora; sin olvidar las viviendas ubicadas en el antiguo barrio de El Saladillo en la ciudad de Maracaibo, o el casco histórico de Puerto Cabello, a orillas del Mar Caribe.

En cuanto a su edición, suelo desarrollar un proceso de ensayo y error, donde aplico diversos filtros, modifico los valores de iluminación, brillo, sombras, contraste, nitidez, entre otros parámetros, hasta obtener un resultado que me resulte satisfactorio.

As I have described in previous posts, for some years now, a growing interest in black and white photography has awakened in me. Images taken in this format acquire a mystical air, a character, a certain atmosphere of nostalgia, in short, a hidden personality that color photography does not always show us.

Similarly, not all objects, living or inanimate, lend themselves to be photographed or edited under this genre. Certainly, a monochromatic photo acquires greater relevance to the extent that the absence of color adds value, whatever this term means to each person, or also, when the message we want to convey or communicate to others, so requires.

The great majority of the photos belonging to my personal archive, I took them in color, among other reasons, because they correspond to trips, family gatherings or simply because I wanted to create a historical record of my friends and loved ones. However, this has not been an obstacle to experiment with existing photo editing applications, in my case in particular, Picsart and Snapseed, in order to learn or improve my skills.

In this compilation that I share with my readers through this network, I present photos that I have taken in the last decade with the mobile devices that I owned at the time, which is why the images may differ in quality or resolution.

Likewise, all the photos have in common, like the vast majority of my previous posts, that they were taken in various Venezuelan cities or towns, although the locations vary from the campus of the capital's university where the older of my two sons studied, to the nearby Sanctuary of Santa Rosa de Lima, home of the image of the Divine Shepherdess (Divina Pastora); without forgetting the houses located in the old neighborhood of El Saladillo in the city of Maracaibo, or the historic center of Puerto Cabello, on the shores of the Caribbean Sea.

As for editing, I usually develop a process of trial and error, where I apply various filters, modify the values of lighting, brightness, shadows, contrast, sharpness, among other parameters, until I get a result that is satisfactory.

Todas las Fotografías son de mi Autoría y editadas con las aplicaciones Picsart y Snapseed

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