I

No estoy cómoda
en el asiento del autobús
el aire es denso y
el tapabocas no me deja respirar
mis recuerdos.

Mi mirada de invierno
se detiene en cada esquina de la calle
para encontrarte

he perdido la sonrisa
en el bozal de la nueva normalidad
mas no he olvidado estirar mis labios
mientras te pienso
atravesando ríos.

Avanza el colectivo
unos salen, otros entran,
tú estás siempre presente.

Al fin, mi parada ha llegado
no me percaté de la lluvia
silente, que haces pozos
y mi cuerpo se desfigura en ellos.

II

Caminaré rápido
estoy sin abrigo, no busco refugio,
el parque es una nevera
frío y con frutas,
tiemblo con las inocentes gotas de cristal,
hoy, seguro no muero
primero sale el arcoíris.

Mi mirada se ha vuelto primavera
al oírte en los cantos
de los canarios en sus nidos,
al olerte en los jazmines,
al saborear las letras en tus libros.

Cómo puedes estar tan lejos
y cambiar mis tiempos.
caminaré lento a tu encuentro
aunque voy resfriada.

III

En bicicleta se necesita equilibrio
y la mirada, en verano,
brisas de azules, nubes en calor,
palmeras erguidas y ondulantes,
no hay ventanas, ni nadie al lado
para ser testigo de mi historia.

Giro a la derecha, conozco el camino
pedaleo sin cesar
en el infinito ayer de la nostalgia.

Mi labios están resecos
no encuentran los tuyos
estoy cerca.

Nos expresamos de muchas maneras y la poesía es una de ellas. Versos libres viajan en autobús, en zapatos con tacones y, luego, en bicicleta. Es un recorrido de sensaciones.

Respiro nostalgia y solo tú las conoces. Voy a tu encuentro.

Gracias por leerme; me encantaría recibir tus comentarios.

¡Saludos infinitos!

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_{Fuente de la imagen: Pixabay}

_{Poema @marcybetancourt
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