For us, every day is a new adventure and of course we feel very happy that this is so, because that is thanks to our traveling companions, two mischievous but adorable promoters of endless inventions, with a unique imagination blessed by God and I am referring to our children Rodrigo, 11 years old, and Ricardo, 8 years old, the main driving force of our life and the reason for our true happiness..

        Each one of them with their unique and unrepeatable personality in every aspect of their life, each day they surprise with their infinite occurrences, their tastes are totally opposite although they converge on certain things, such as their taste for sausages, hot dogs, pizzas, hamburgers, of course doritos, sweets and candy. They transform each space in our home into a play and learning area, where they are doctors, salespeople, businessmen or simply super heroes, they love building constructions with Legos and stop counting, I would be out of breath to describe everything they mean. in our lives.

        Being parents does not have a pre-designed recipe that guarantees perfection, each one has a set of different values, customs and conceptions and as parents together we create a unique form, which with a lot of love we carry forward, forming and molding their hearts with faith placed in them. God that they will be able to become operational and functional adults, for now we have the blessing of enjoying that unrepeatable childhood in which there are no major worries, later the need will arise to want to be adults quickly, without imagining how uphill that is. adulthood to which they so much aspire.

        Watching them grow is a gift of life, being able to hold them in our arms and enjoy the warmth and tenderness they transmit is priceless, being vigilant and permanent caregivers of their steps, with the fear in our chest that they will face new things and unknown, giving them tools so that they can defend themselves and form a firm and incorruptible criterion when the time comes for them to become independent.

        I usually have moments in which I only stop to observe them in their daily lives to keep those moments in my soul that will be treasured later for sure, they are our inseparable companions in the vast majority of our journeys, when going out for a walk, going home from grandparents or on all the trips to go to school, during rest hours, at movies and at all times there are questions, conversations, jokes and an endless number of interactions that are generated, telling us all the things that happen to each person. moment, always with the phrase; "Daddy - Mommy, you know... it is at that moment that it is time to actively listen and be able to shape and explain their questions very clearly.

        We feel very grateful to God for these two beautiful gifts that allowed us to bring them into this world and allow us to enjoy their company and love, in order to accompany them as far as God allows or as they say to infinity and beyond... I know that many of You share this joy of being parents and that you give your best every day and that is a great satisfaction that is priceless and is rewarded with all the love that they show us in every detail, every smile and in every morning, they are our fuel to fight a thousand battles and continue standing to receive his love and with just one hug from him all the sorrows pass away.

        Para nosotros cada día es una nueva aventura y por supuesto nos sentimos muy dichosos de que esto sea así, porque eso es gracias a nuestros compañeros de travesía, dos traviesos pero adorables promotores de un sin fin de inventos, con una imaginación única y bendecida por Dios y me refiero a nuestros hijos Rodrigo de 11 años y Ricardo de 8 años, motor principal de nuestra vida y razón de nuestra verdadera felicidad.

        Cada uno de ellos con su personalidad única e irrepetible en cuanto a cada aspecto de su vida, cada día sorprenden con sus infinitas ocurrencias, sus gustos son totalmente opuestos aunque convergen en ciertas cosas, como en su gusto por las salchipapas, los perros calientes, pizzas, hamburguesas, por supuesto doritos, dulces y golosinas. Cada espacio de nuestro hogar lo transforman en un área de juego y aprendizaje, donde son médicos, vendedores, empresarios o simplemente súper héroes, son amantes de armar construcciones con legos y pare usted de contar, me quedaría sin aliento de describir todo lo que significan en nuestras vidas.

        Ser padres no tiene una receta prediseñada que garantice la perfección, cada uno tiene un conjunto de valores, costumbres y concepciones distintas y como padres juntos creamos una forma única, la cual con mucho amor llevamos adelante formando y moldeando sus corazones con la fe puesta en Dios de que podrán llegar a ser adultos operativos y funcionales, por ahora tenemos la bendición de disfrutar de esa niñez irrepetible en la cual no existen mayores preocupaciones, más adelante surgirá la necesidad de querer ser adultos rápido, sin imaginarse lo cuesta arriba que significa esa adultez a la cual tanto aspiran.

        Verlos crecer es un obsequio de la vida, poder estrecharlos entre nuestros brazos y disfrutar de la calidez y ternura que transmiten no tiene precio, ser vigilantes y cuidadores permanentes de sus pasos, con el susto en el pecho de que se enfrenten a cosas nuevas y desconocidas, otorgándole herramientas para que puedan defenderse por su cuenta y formar un criterio firme e incorruptible cuando les llegue el momento de independizarse.

        Suelo tener momentos en los que solo me detengo a observarlos en su día a día para guardar esos momentos en mi alma que serán atesorados más adelante con seguridad, son nuestros compañeros inseparables en la gran mayoría de nuestras travesías, al salir de paseo , a casa de los abuelos o en todos los recorridos para acudir a la escuela, en las horas de descanso, de películas y en todo momento son preguntas, conversaciones, chistes y un sin fin de interacciones que se generan, narrándonos todas las cosas que viven a cada momento, siempre con la frase; "Papi - Mami sabes... es en ese momento que toca escuchar activamente y poder ir moldeando y explicando sus interrogantes con mucha claridad.

        Nos sentimos muy agradecidos con Dios por estos dos bellos obsequios que nos permitió traerlos a este mundo y permitirnos gozar de su compañía y amor, para así acompañarlos hasta donde Dios permita o como dicen ellos al infinito y mas allá... se que muchos de ustedes comparten esta dicha de ser padres y que dan lo mejor en cada día y eso es una gran satisfacción que no tiene precio y se recompensa con todo el amor que ellos nos demuestran en cada detalle, cada sonrisa y en cada mañana, son nuestro combustible para librar mil batallas y seguir de pie para recibir su amor y con tan solo un abrazo suyo todas las penas pasan.